?Qui¨¦n puede parar a Towns?

Cuando Karl-Anthony Towns lleg¨® a los Knicks en una pedazo de sorpresa veraniega que sac¨® de la Gran Manzana a Julius Randle, lo hizo precisamente para esto. Y los problemas que se est¨¢n encontrando los Timberwolves para adaptar a su nueva adquisici¨®n son opuestos a los que tienen los neoyorquinos, que disfrutan de la quintaesencia de un jugador que, adem¨¢s de tener un nivel defensivo superior al de su hom¨®logo, est¨¢ en el mejor momento individual de su carrera. Con triples, fuerza, atacando el aro y siendo un lugarteniente perfecto para un equipo cuyos problemas son los mismos de siempre, las minutadas constantes que Tom Thibodeau da a sus jugadores sea cu¨¢l sea el momento de la temporada, el resultado o el rival. Al final, no hay m¨¢s an¨¢lisis que ese para una plantilla que ha encontrado la constancia y se ha establecido en el tercer lugar de la Conferencia Este tras Cavaliers y Celtics (24-10, muy por encima de los Magic, que son cuartos) mientras ve como los cambios en forma de sustituciones no llegan y la fatiga se va acumulando. Otra vez, y es la en¨¦sima.

M¨¢s all¨¢ de eso, el nivel de Towns est¨¢ siendo formidable. En la victoria de los Knicks contra los Jazz (119-103) se fue a 31 puntos, 21 rebotes y 4 asistencias, 10 de 20 en tiros de campo, 3 de 6 en triples y 8 de 9 en tiros libres. Se convirti¨® en el primer jugador de la entidad neoyorquina desde el m¨ªtico Patrick Ewing en conseguir varios encuentros de al menos 30 tantos y 20 rechaces en una misma temporada. Y domin¨® de principio a fin un partido en el que, claro, disput¨® m¨¢s de 37 minutos a pesar de que su equipo manej¨® diferencias de hasta 20 puntos. El parcial de 32-24 inclin¨® definitivamente la balanza para los locales en el ¨²ltimo periodo, cuando el Madison Square Garden rugi¨® (dentro del contexto en el que se alborota un estadio de m¨¢s glamour que incidencia en pista) viendo a sus jugadores despeg¨¢ndose del marcador y logrando la novena victoria consecutiva, la d¨¦cima en 11 partidos y la 14 en los ¨²ltimos 16. Los Knicks, adem¨¢s, no pierden dos partidos seguidos desde el 6 de noviembre. Gran momento. Y muchos minutos. Como siempre.

Towns, de hecho, no fue el peor parado en este aspecto. Tom Thibodeau siempre tiene a alguien a quien dejar tiritando, aunque tambi¨¦n un perfil de jugador muy particular: que nunca se queja, tiene un gran f¨ªsico y mantiene su estado de forma durante muchos meses casi sin ca¨ªdas de nivel o de lesiones. Josh Hart entra muy bien en una ecuaci¨®n en la que en su d¨ªa estuvo Luol Deng: 15 puntos, 14 rebotes y 12 asistencias en un aut¨¦ntico partidazo, de un esfuerzo tremendo, en el que perdi¨® 7 balones, pero mostr¨® una capacidad de resiliencia infinita, jugando m¨¢s de 45 minutos... ante los Jazz (7-25, pen¨²ltimos de la Conferencia Oeste) y en un partido de plena regular season en enero. Y no se queda ah¨ª la cosa: Mikal Bridges parece la nueva v¨ªctima de un sistema inamovible: 27 tantos, con 12 de 17 en tiros de campo y m¨¢s de 44 minutos. OG Anunoby hizo un poco de todo (22, con 3 y 2, adem¨¢s de 3 robos y 2 tapones) en casi 41 minutos. Y Cameron Payne fue titular en lugar de un Jalen Brunson que descans¨® te¨®ricamente por lesi¨®n, aunque igual lo hizo porque estaba reventado y en alg¨²n momento hay que tomarse un respiro. Es la primera vez que para en toda la temporada. Y ese simple hecho ya parece un acto de m¨¢xima benevolencia por parte del inamovible (en su modus operandi) Tom Thibodeau.

Los cambios del cuestionado, pero a la vez divertido (su insistencia en lo mismo llega a lo jocoso, incluso a lo tierno) entrenador consistieron en dar algo m¨¢s de 10 minutos en pista a Precious Achiwa, Landry Shamet y Tyler Kolek. Algo realmente sorprendente en el organigrama de un t¨¦cnico que lleva hasta la extenuaci¨®n a sus plantillas y que har¨¢ lo mismo en una temporada en la que los Knicks aspiran a acabar con el reinado de los Celtics y, a quien sabe, disputar sus primera finales de Conferencia desde el 2.000, con Patrick Ewing todav¨ªa en activo. Un p¨ªvot al que un cuarto de siglo despu¨¦s emula Towns dentro de unos Knicks que practican el baloncesto que m¨¢s gusta en el Madison: garra, rebote y defensa. Tambi¨¦n ese esfuerzo incansable que caracteriza tradicionalmente a la entidad, que volvi¨® a tirar de los de siempre (nunca mejor dicho) ante unos Jazz imberbes y a otra cosa (25 puntos de Jordan Clarkson, los mismos que anot¨® Collin Sexton). As¨ª seguir¨¢n los Knicks y as¨ª seguir¨¢ Tom Thibodeau. Estirando los tiempos, insistiendo en lo mismo. El hombre que renunci¨® a casarse por su profesi¨®n lo hizo con el baloncesto y con el inmovilismo. Y esa ser¨¢ la regla inmutable que seguir¨¢n los Knicks hasta el final. Uno que suele llegar antes de lo que se desea en un inicio. Por lo que sea.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando.