Por el poder de Cleveland

Hay un antes y un despu¨¦s de LeBron James en los Cavaliers. Tambi¨¦n en la ciudad de Cleveland y en el estado de Ohio, que ven ya muy en la lejan¨ªa el ¨²ltimo t¨ªtulo de la NFL de los Browns en 1964 o Serie Mundial de los Guardians en 1948. Nadie ha llevado el nombre de Akron, su lugar de nacimiento natal, a tantos lugares del mundo con tanto ¨¦xito como el Rey, inconmensurable en su grandeza, eterno en fondo y forma. Una estrella generacional que sigue en activo, en los Lakers, camino de los 40 a?os e inmerso en su 22? temporada en la NBA. Tambi¨¦n la und¨¦cima fuera de su equipo de toda la vida, igualando los a?os que ha pasado vistiendo la camiseta de sus or¨ªgenes, 11, y los que ya lleva entre Miami y Los ?ngeles. Con LeBron en la franquicia, los Cavs han pisado en 9 ocasiones los playoffs, mientras que en las 33 temporadas previas a su llegada s¨®lo se alcanzaron 13 veces la fase final. James disput¨® tambi¨¦n 6 finales de Conferencia (dos antes de su llegada) y 5 Finales de la NBA (algo que jam¨¢s hab¨ªan conseguido anteriormente). Y en 2016 llev¨® al mercado m¨¢s peque?o el premio m¨¢s grande: el anillo, fraguado adem¨¢s contra los Warriors del 73-9 y remontando un 3-1 en las Finales. R¨¦cord tras r¨¦cord.

LeBron pas¨® su infancia en los barrios marginales de Akron, una ciudad de apenas 200.000 habitantes situada a menos de una hora del sur de Cleveland, luchando contra problemas familiares derivados del abandono de su padre y una pobreza extrema que se ha transformado hoy en una fortuna billonaria, siendo uno de los pocos deportistas de la historia que ha llegado a dicha cifra estando a¨²n en activo. La estrella ha vuelto cada verano a esa zona para entrenar y estar con los suyos, manteniendo la vinculaci¨®n emocional hacia un lugar en el que no era un jugador de baloncesto hist¨®rico, sino solamente el hijo de Gloria, su incansable madre, que luch¨® contra viento y marea por sacar adelante a su familia y mantener a sus hijos alejados de la violencia de las calles. En los 11 a?os que ha pasado fuera de la entidad, LeBron no ha dejado de tener un contacto casi diario con el colegio que levant¨® para ni?os en riesgo de exclusi¨®n social. Esa es su ciudad. Sus ra¨ªces. Y siempre lo ha sido.

Y luchando incluso con el hecho de que se convirti¨® en el enemigo p¨²blico n¨²mero 1 tras la cuestionada The Decision en 2010, una gesti¨®n de imagen p¨¦sima por parte del periodista Jim Gray y el entorno del jugador, que prometi¨® donar el dinero que se consiguiera con dicha emisi¨®n en ESPN como siendo conscientes de la repercusi¨®n que iban a tener sus palabras. LeBron no se rindi¨® a pesar de los silbidos de sus primeras visitas, volvi¨® a casa en 2014 y llev¨® en volandas a los Cavaliers a 4 Finales consecutivas todas ellas contra los Warriors, estableciendo as¨ª la ¨²ltima gran rivalidad de la historia de la NBA. Y cuando, en 2018, puso rumbo a los Lakers, nadie se lo reproch¨®. Es recibido como un h¨¦roe en cada visita, entre v¨ªtores y aplausos, con la certeza de que su misi¨®n est¨¢ m¨¢s que cumplida y que en 2016 gan¨® el que probablemente sea el campeonato m¨¢s improbable e imposible de todos los tiempos. Con eso, se cerr¨® una leyenda que desde entonces no ha parado de crecer. Pero siempre con la ciudad de Cleveland como el epicentro de la carrera de un hombre que, est¨¦ donde est¨¦, siempre ser¨¢ de Akron.

Por eso, es tan incre¨ªble lo que est¨¢n haciendo los Cavaliers. Que no se han conformado con conseguir sus primeros logros sin LeBron, algo logrado en las dos ¨²ltimas temporadas de una forma realmente fant¨¢stica a pesar de los abruptos finales: en 2023 disputaron sus primeros playoffs sin el Rey desde 1998. El a?o pasado, superaron la primera ronda sin el susodicho por primera vez desde 1993. Y eso no es todo: la 2021-22 fue la primera temporada en positivo de todo el siglo XXI sin LeBron, tambi¨¦n la primera desde 1998. Y la 2022-23 la primera de 50 victorias (51 en total) desde 1993, una cifra que se ha alcanzado hasta en 8 ocasiones con el Rey... y 4 sin ¨¦l, 3 previas a su llegada en 33 a?os. Pocas veces un jugador ha significado tanto para una misma entidad. Y pocas veces un mercado tan peque?o y pobre se ha convertido en el epicentro del mundo gracias exclusivamente a un ser celestial que llev¨® en volandas a los cielos a un equipo concreto. Y que, tras una primera etapa en la que sum¨® victorias, hitos e incluso unas Finales, regres¨® de su aventura en los Heat para llevar a su estado natal el t¨ªtulo. Y cumplir su promesa.

Los nuevos Cavs

El trabajo que han hecho los Cavaliers desde que LeBron puso rumbo a los Lakers ha sido extraordinario. Koby Altman, parte del organigrama directivo de la franquicia desde 2012, ha sido el encargado de ir construyendo un equipo que ha evolucionado hasta lo que es actualmente El baile inicial de entrenadores (un Tyronn Lue con problemas de espalda y sin ganas, y los tiempos limitados de Larry Drew y John Beilen) establecieron a J. B. Bickerstaff como el elegido en una de esas alianzas comunes en la NBA, la de permitir que un entrenador crezca con un proyecto. Tras dos temporadas en las que los Cavs acumularon 38 victorias en 154 partidos, se empez¨® a reconstruir: las 22 victorias de la 2020-21 fueron necesarias para dar impulso. Jarret Allen llegaba, Ricky Rubio y Kevin Love aportaban veteran¨ªa y Lauri Markkanen (hoy en los Jazz) empezaba a demostrar su calidad mientras Darius Garland, Caris LeVert o Evan Mobley se convert¨ªan en adquisiciones de presente y futuro que llegaron del draft (Garland, Mobley...) o v¨ªa traspaso (LeVert). De las 22 victorias se pas¨® a las 44 y la lucha en un play in en el que perdieron. La semilla estaba plantada. Y solo le faltaba germinar.

En el verano de 2022 llegaba la piedra angular: Donovan Mitchell. Un escolta con un talento enorme que hab¨ªa destacado mucho en el proyecto caduco de los Jazz, cuyo proyecto qued¨® obsoleto con Rudy Gobert, iniciando as¨ª el camino hacia una reconstrucci¨®n eternamente postergada. Por fin, los Cavaliers estaban en boca de todo el mundo: con un jugador consolidado e importante y un proyecto en el que los j¨®venes han ido cobrando importancia mientras algunos veteranos pon¨ªan rumbo a nuevas aventuras (Love a los Heat, Ricky vuelta a Espa?a tras sus problemas de salud mental...) y se ajustaban los salarios. Hasta llegar a esta temporada, en la que los Cavaliers gastaran algo m¨¢s de 173 millones en salarios, situ¨¢ndose por debajo del segundo apron y evitando las restrictivas multas que pone la NBA en los albores del ya consolidado nuevo convenio colectivo. Para el pr¨®ximo a?o se esperan m¨¢s de 190 millones en gastos... pero ya llegar¨¢n las vacas flacas. El hedonismo del carpe diem y el gran momento que viven obliga a pensar (y disfrutar) el presente.

Antes de este maravilloso inicio, la franquicia se vio obligada a hacer un cambio doloroso pero necesario. La sensaci¨®n de estancamiento con J.B. Bickerstaff era grande, pero la plantilla era la que quer¨ªan y tampoco hab¨ªa margen para que fuera mucho mejor. Con dos presencias en playoffs consecutivas y las semifinales del curso pasado (4-1 ante los Celtics), se vieron en la necesidad de encontrar una nueva voz con la que, adem¨¢s, contara con la aprobaci¨®n de un Mitchell que ya ha demostrado que su paciencia es finita, pero que estaba en sinton¨ªa con sus compa?eros. Kenny Atkinson fue el elegido tras su intachable reputaci¨®n: hizo un gran papel en Brooklyn con los Nets y fue m¨¢s que respetado como asistente de Steve Kerr en los Warriors. Y su presencia se ha hecho notar con presteza: m¨¢s verticalidad, un juego m¨¢s f¨ªsico y plano y una cantidad ingente de lanzamientos para ahogar al rival en una marejada de puntos mientras se impone un ritmo casi imposible de seguir. ?El resultado? 11-0, el mejor inicio desde los Warriors de la 2015-16... Que llegaron a las 73 victorias, precisamente.

Allen y Mobley (con aspiraciones al All Star) son fijos en la rotaci¨®n interior y est¨¢n aprendiendo a sacar provecho de sus minutos juntos (una de las cosas que m¨¢s costaba con Bickerstaff), mientras que Mitchell y Garland lo son en el exterior, mientras Isaac Okoro y Dean Wade van rotando y Ty Jerome da un important¨ªsimo paso adelante. Atkinston est¨¢ cuidando con mimo las rotaciones: si bien Allen y Mobley empiezan de inicio, los Cavs juegan mejor s¨®lo con uno de ellos en pista y el elegido para los finales de los partidos es el jugador de 23 a?os, que tiene m¨¢s movilidad, es m¨¢s polivalente y da m¨¢s opciones a la ofensiva, algo que se not¨® en la ¨²ltima victoria de los Cavs, con remontada incluida ante los Nets. Wade tambi¨¦n pasa tiempo en posiciones interiores dependiendo del estado f¨ªsico de ambos titulares, y cuando salta de inicio (algo que ha hecho en detrimiento de Max Struss, de gatillo m¨¢s f¨¢cil pero menos capacidad en las trincheras) el quinteto de los Cavs tiene muchos cent¨ªmetros, con poder¨ªo en defensa y m¨¢s opciones en ataque. Y ah¨ª, en ese ¨²ltimo punto, es donde m¨¢s ha cambiado la t¨¢ctica de la franquicia, algo que tiene a Atkinson como hacedor y m¨¢ximo exponente.

El entrenador, m¨¢s all¨¢ de las rotaciones, ha cambiado m¨¢s cosas: los Cavs corren en transici¨®n, pero acaban m¨¢s triples desde las esquinas que desde la parte alta de la pista, mejorando as¨ª el porcentaje. Tambi¨¦n modifican el manejo del bal¨®n, lo que da menos tiempo de bote a Mitchell y a Garland, pero les permite m¨¢s movimiento sin bal¨®n y lanzamientos liberados, que adem¨¢s llegan con menos pases que antes, ganando tiempo y efectividad. El segundo, por cierto, desarrolla m¨¢s el catch and shoot en lugar de driblar y se mueve r¨¢pido, aprovechando las pantallas que les hacen sus compa?eros y mejorando paulatinamente en defensa. Mobley, por su parte, tiene m¨¢s tiempo de bal¨®n y menos lanzamientos de tres, con bloqueos invertidos de jugadores m¨¢s bajitos que le dan mucho espacio para ir hacia dentro y atacar la zona, otro de los mantras de los Cavaliers esta temporada. Esto permite tambi¨¦n situaciones de pick and pop que son un desaf¨ªo para la defensa, que tiene que elegir entre salir a tapar el triple del jugador que ha puesto el bloqueo (Sam Merrill es experto en esto) o dejarle liberado para que Mobley no ataque la canasta, algo que hace con una enorme efectividad.

Con todo esto, los Cavaliers son el primer equipo de la historia en anotar 105 o m¨¢s puntos en sus 11 primeros partidos y el 12? equipo de la historia en empezar 11-0. Tambi¨¦n han establecido la 5? mejor racha de la historia de la franquicia. Est¨¢n a cuatro victorias de igualar el segundo mejor inicio de siempre (los Rockets de la 1993-94), algo factible teniendo en cuenta que tienen por delante dos partidos ante los Bulls, otro ante los Sixers y uno ante los Hornets; aunque lejos todav¨ªa, claro de los Warriors de 2016 (24-0). Son los que m¨¢s puntos anotan de la NBA, una competici¨®n que lideran en porcentaje de tiros de campo y porcentaje de triples, adem¨¢s de ser los quintos que m¨¢s asistencias dan y los cuartos que m¨¢s balones roban. Tienen a seis jugadores por encima de la decena de puntos, a dos por encima de la veintena (Mitchell y Garland). A Allen promediando doble-doble (13,9+11,1) y a Mobley a un nivel extraordinario (18,4+8,5). Y est¨¢n en plena sinton¨ªa, habiendo ganado a rivales importantes como Knicks o Warriors (de paliza) e imponi¨¦ndose en partidos igualados y otros m¨¢s sencillos. Tambi¨¦n ganaron con facilidad a los Lakers en un d¨ªa en el que aplaudieron a LeBron y celebraron los primeros puntos de Bronny, tambi¨¦n natural de Ohio, en la NBA. Porque los Cavaliers no olvidan. Pero tambi¨¦n quieren escapar, por fin, de la alargada sombra de su mes¨ªas. Si es que eso es posible.

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