Otro baile salvaje de Luka Doncic

Los Mavericks son terceros del Oeste y est¨¢n a solo medio partido del segundo, OKC Thunder. Ahora en 16-9, viajan ma?ana a las Rocosas para visitar al campe¨®n, Denver Nuggets. Una excelente ocasi¨®n para demostrar que son m¨¢s que un equipo que (no es poco, as¨ª se marcha a buen ritmo en regular season) no falla contra los que no tiene que fallar; que asegura las victorias que parecen muy a tiro y rasca unas cuantas de las dem¨¢s. Eso, insisto, no es poco. Pero los Mavericks pelean por posicionarse en el lado noble de un Oeste que redefine sus jerarqu¨ªas con algunos ascensos (Timberwolves, Thunder) que parecen cualquier cosa menos flor de un d¨ªa. Mientras se decide c¨®mo de cerca o de lejos est¨¢n unos de otros, ellos van haciendo los deberes. Es lo que toca. En Portland, contra unos Trail Blazers en otro universo (6-18) cumplieron de forma saneada: 120-131.

Con disgusto, eso s¨ª: Dereck Lively II, el p¨ªvot rookie del que depende buena parte del (en todo caso d¨¦bil) armaz¨®n defensivo de Jason Kidd, se fue en el primer cuarto con un esguince de tobillo. Su baja se suma a las de Kyrie Irving, Josh Green y Maxi Kleber. Pero sin su formato completo, los Mavs pueden ponerse en manos de Luka Doncic y respirar: esta vez 40 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias. Un 15/28 en tiros solo ligeramente estropeado por su 4/12 en triples. Su d¨¦cimo partido con al menos treinta puntos, r¨¦cord de su franquicia. Tambi¨¦n es el que m¨¢s partidos de 35 o m¨¢s suma para su equipo, ya por delante (79 a 78) de Dirk Nowitzki. Y apila cinco triples-dobles esta temporada, 61 ya en su carrera y ocho de al menos 40 puntos. M¨¢s que Wilt Chamberlain (siete) y solo por detr¨¢s de Russell Westbrook (13), James Harden (15) y Oscar Robertson (22).

Cada partido de Doncic exige una buena revisi¨®n num¨¦rica. Casi todos baten o alargan r¨¦cords, acumulan n¨²meros que van forjando un curr¨ªculum que acabar¨¢ siendo hist¨®rico¡­ y en el que las grandes victorias colectivas empiezan a ser obsesi¨®n. Todo lo dem¨¢s es un puente hacia ellas, aunque ese puzle (el m¨¢s complejo) es el que m¨¢s lejos est¨¢n de resolver los Mavericks. Mientras, equipos como lo Trail Blazers no pueden hacer nada contra un jugador que domina los partidos de forma asombrosa y que esta vez llevaba 22 puntos al final del primer cuarto y 30 en el descanso. Con un defensor d¨¦bil en el exterior como el anotador Anfernee Simons (eso s¨ª, mucho talento: 33 puntos) y Deandre Ayton hundi¨¦ndose en la defensa del pick and roll, Doncic jug¨® a su antojo. Cuando los Blazers pusieron quintetos m¨¢s peque?os y presionaron para apartar la bola de las manos del base, los Mavs encontraron soluciones para castigar el exceso de cuerpos sobre su jugador franquicia. Atr¨¢s estuvieron flojos, vendidos en la zona (72 puntos de su rival) sin Lively. Pero en d¨ªas as¨ª y contra rivales as¨ª, no importa demasiado.

Despu¨¦s de un aplastante 24-38 en el segundo cuarto, los puntos de Simons mantuvieron m¨¢s o menos a tiro a unos Blazers que llegaron a estar a siete (105-112) con nueve minutos por delante. No se acercaron m¨¢s. Todav¨ªa no est¨¢ precisamente para haza?as Scoot Henderson, el se?alado como nuevo jugador franquicia (n¨²mero 3 del ¨²ltimo draft). La esperanza post Lillard est¨¢ teniendo un muy delicado inicio de curso y que va progresando muy poco a poco (esta vez, 13 puntos y dos asistencias por tres p¨¦rdidas). Shaedon Sharpe no tuvo su d¨ªa y entre Simons y un Jerami Grant que volv¨ªa tras varios partidos de baja (27 puntos) sostuvieron un ataque con momentos brillantes cuando fue colectivo y pasador. No es dif¨ªcil tampoco encontrar agujeros en la defensa de los Mavs.

En todo caso, fue un d¨ªa m¨¢s en la oficina para Doncic. Con todo, todo, lo que eso supone cuando se habla de un jugador as¨ª. Que bati¨® otra vez a Ayton (7 puntos, todos en el primer cuarto, 10 rebotes), ese p¨ªvot de la triste figura que fue el n¨²mero 1 de su draft y que ya ni siquiera est¨¢ en el equipo que lo eligi¨®, Phoenix Suns. As¨ª es la vida en la NBA, complicada para unos¡­ y muy sencilla para otros. O eso parece muchas noches para Doncic, desde luego contra rivales que colectivamente no son mejores que sus Mavs. Lo otro, las monta?as m¨¢s dif¨ªciles de escalar, son el gran examen pendiente, el ¨²ltimo tel¨®n que tendr¨¢ que caer en los momentos determinantes de los playoffs. Ma?ana, en Denver, Doncic y sus Mavericks podr¨¢n ensayar con fuego mucho m¨¢s real.

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