¡°No hay furia en el infierno que iguale a un Doncic motivado¡±
Aunque no quiere hablar p¨²blicamente de ello, Doncic est¨¢ muy dolido por todo lo que se ha filtrado desde Dallas sobre su peso, su profesionalidad...
Ya ha pasado casi un mes desde que Luka Doncic, en un movimiento s¨ªsmico que convirti¨® todo el universo NBA en un manicomio, fue traspasado a los Lakers. Sin ning¨²n rumor previo, sin que a priori se pudiera imaginar que Dallas Mavericks, solo meses despu¨¦s de llegar a las Finales de la NBA por tercera vez en su historia, iba a dinamitar totalmente su proyecto, a transformarlo y volcarlo puramente en el cort¨ªsimo plazo (tampoco as¨ª hay evidencia de que tenga m¨¢s opciones de ganar sin Doncic: de hecho es m¨¢s f¨¢cil creer justo lo contrario). Y a poner punto y final a esa l¨ªnea de continuidad virtuosa que era percibida como algo verdaderamente especial por los aficionados de los Mavs: de la era Dirk Nowitzki a la era Luka Doncic. La primera dur¨® 21 a?os, la segunda salt¨® por los aires de la forma m¨¢s abrupta y sorprendente que se pudiera imaginar despu¨¦s de menos de siete. Los responsables, con el ejecutivo Nico Harrison a la cabeza, ni siquiera supieron explicar bien sus motivos y se enzarzaron en una guerra sucia medi¨¢tica que, desde luego, no hizo que nadie en Dallas se sintiera especialmente bien.
Y la cosa contin¨²a: Marc Stein vuelve a insistir en que Nico Harrison dirigi¨® la l¨ªnea de pensamiento que acab¨® con el esloveno fuera del equipo: ¡°Lo que se dice en los c¨ªrculos de la NBA es que los que toman las decisiones all¨ª, sobre todo Harrison, no quer¨ªan que el planeta Mavericks siguiera orbitando en torno a Doncic y se marcaron como objetivo traspasarlo antes del verano, como muy tarde¡±. En The Athletic, Sam Amick apunta tambi¨¦n, otra vez, en la misma direcci¨®n: ¡°Los que estuvieron cerca del entorno del equipo en los ¨²ltimos d¨ªas de Doncic all¨ª no pintan un retrato muy halag¨¹e?o de ¨¦l y de su profesionalidad. Dicen que es vago, hablan de unos problemas con la b¨¢scula que eran un motivo de frustraci¨®n constante en esas instalaciones. Y mencionan los h¨¢bitos sociales de Doncic, como su gusto por la cerveza y las cachimbas, algo que ha preocupado a los equipos de la NBA desde que estaba en el Real Madrid con 19 a?os, a punto de ir al draft. Predicen su decadencia como jugador y ponen el foco en un historial f¨ªsico que, creen, llevar¨¢ a la cat¨¢strofe en los pr¨®ximos cinco a?os, m¨¢s o menos¡±.
Jason Kidd, LeBron James...
El papel de Jason Kidd, el entrenador de los Mavs, tambi¨¦n ha sido muy criticado. B¨¢sicamente, por una actitud excesivamente corporativista que le llev¨®, en los primeros d¨ªas despu¨¦s del traspaso, a hablar de Doncic sin ni siquiera nombrarle y a asegurar, por ejemplo, que sin el esloveno habr¨ªa m¨¢s tiros y m¨¢s protagonismo para todos los dem¨¢s. Antes del primer partido de los Mavs contra su exestrella, en Los ?ngeles, el t¨¦cnico s¨ª tuvo palabras mucho m¨¢s cari?osas en una comparecencia ante la prensa en la que dijo tambi¨¦n se hab¨ªa enterado tarde, b¨¢sicamente hechos consumados, del traspaso: ¡°Va a ser uno de los mejores jugadores del mundo y los Lakers tienen suerte de contar con ¨¦l. Es un jugador al que le encantaba ser entrenado, le encanta que le digan la verdad y siempre va responder a lo que se le diga de forma positiva porque adora jugar al baloncesto¡±.
Lo que pierden los Mavs lo han ganado los Lakers, claro. Y LeBron James es especialmente consciente de ello. Para explicarlo us¨® un paralelismo con el f¨²tbol americano: ¡°Yo tengo naturaleza de receptor y ¨¦l tiene naturaleza de quarterback, as¨ª que el encaje es perfecto¡±. Con estas palabras, el 23 dej¨® claro que la bola (se est¨¢ viendo m¨¢s a medida que juegan m¨¢s minutos juntos) estar¨¢ en las manos de Doncic en el inicio de la mayor¨ªa de las jugadas. Despu¨¦s del Lakers-Mavs, el propio LeBron tir¨® de experiencia (40 a?os) para explicar c¨®mo hab¨ªa sido un partido as¨ª para su nuevo compa?ero: ¡°Lo ha llevado lo mejor que ha podido. Dio todo lo que ten¨ªa a un equipo¡ creci¨® all¨ª, pas¨® de ser un chico de 18 a?os a un hombre de 25 con familia. Es algo muy emocional, que pasa mucha factura. Por eso creo que lo ha llevado extraordinariamente bien¡±.
El partido lleg¨®, como todo lo que le ha pasado a Doncic en las ¨²ltimas semanas, rodeado de mucho ruido medi¨¢tico. El periodista Marc J Spears, un veterano de la cobertura NBA, ha se?alado a Boston Celtics y a la ¨²ltima Final de la NBA para buscar el momento en el que Nico Harrison empez¨® a dudar de la capacidad de Doncic para ser el gran l¨ªder de los Mavs y para estar en plenitud f¨ªsica a lo largo de unos playoffs completos: ¡°Lo que le hizo Jaylen Brown a Luka en las Finales, par¨¢ndolo por completo, defendi¨¦ndole por toda la pista y haciendo la situaci¨®n insostenible para los Mavs hizo que en Dallas se plantearan si Luka pod¨ªa ser el l¨ªder del equipo, si realmente estaba en forma f¨ªsica o no¡±.
Un art¨ªculo de Dave McMenamin en ESPN recorri¨® todo el camino que hab¨ªa llevado a Doncic desde el d¨ªa del traspaso hasta ese primer partido contra los Mavs. Desde que uno de sus colaboradores lo despert¨® para darle la noticia de que se hab¨ªa hecho la operaci¨®n, para su absoluta sorpresa, a los d¨ªas del par¨®n del All Star que Doncic pas¨® de vacaciones en Cabo San Jos¨¦ (M¨¦xico). ?l mismo dijo que necesitaba resetear y desconectar, despu¨¦s de unos d¨ªas muy dif¨ªciles. Pero tambi¨¦n estuvo trabajando dos horas al d¨ªa con Scott Brooks, uno de los asistentes de JJ Redick en los Lakers, y haciendo trabajo de gimnasio por su cuenta. Seg¨²n McMenamin, alguien del entorno del propio Doncic le dej¨® claro que, aunque no quiera hablar mucho de ello p¨²blicamente, todo lo que se estaba diciendo desde Dallas sobre su peso y su preparaci¨®n f¨ªsica se estaba convirtiendo en un motor muy poderoso de motivaci¨®n: ¡°Todo esto ha despertado a una bestia dentro de ¨¦l¡±.
Hasta Tim MacMahon, tambi¨¦n de ESPN y un periodista que ha publicado informaciones cercanas al lado de los Mavericks desde que se produjo el traspaso y que tuvo alg¨²n roce con el propio Doncic en el pasado, reconoci¨® antes del Lakers-Mavs que el esloveno estaba absolutamente concentrado en ese partido¡ y en responder, m¨¢s all¨¢, a quienes hab¨ªan cuestionado su capacidad y su profesionalidad: ¡°No hay rabia en el infierno que se pueda comparar a un Luka Doncic extra motivado¡±.
De lo que por ahora no hay duda, en todo caso, es de que el efecto Doncic es muy real, y no solo en la pista. En cuanto al precio de las entradas, los partidos de los Lakers como local han subido un 19% desde la llegada del esloveno (de una media de 253 d¨®lares a una de 303) mientras que los de los Mavs han ca¨ªdo un 40% (de 187 a 112). Las audiencias televisivas tambi¨¦n est¨¢n reflejando el enorme inter¨¦s que genera este movimiento, uno de los m¨¢s llamativos de la historia de la NBA: el s¨¢bado, el Nuggets-Lakers alcanz¨® los 2,87 millones de telespectadores en ABC, el partido m¨¢s visto de regular season m¨¢s all¨¢ de la jornada inicial, la de Navidad, la final de la NBA Cup y un Lakers-Warriors de enero. Despu¨¦s, el primer duelo de Doncic contra su exequipos (Lakers-Mavs) tuvo picos de 2,9 millones y una media de 2,5 en la red de TNT, el tope por cable de la temporada sin contar la citada jornada inaugural.
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