U-Conn repite por agotamiento

U-Conn se viste de campe¨®n un a?o m¨¢s. Van dos seguidos. El t¨ªtulo universitario m¨¢s prestigioso de Estados Unidos cae en sus brazos tras vencer en la final a Purdue, que buscaba el primero de su historia, en un encuentro en el que fue horadando la resistencia del oponente poco a poco y termin¨® por desquiciarles ante la versatilidad de su plan.

La NCAA coron¨® a los Huskies tras este 75-60 en el State Farm Stadium de Glendale. Con este doblete el programa de Dan Hurley logra algo que no se ve¨ªa desde catorce a?os atr¨¢s, cuando los Gators de Florida que dirig¨ªa Billy Donovan (ahora en la NBA) tambi¨¦n gozaron ese back-to-back en 2006 y 2007. Ellos eran los principales favoritos y ejercieron como tales.

U-Conn se adue?¨® del partido en la segunda parte y supo controlar las faltas personales en las que incurri¨® su juego interior, donde estaba gran parte de la clave del duelo, por lo que le dio el ritmo para ir anotando de diversas maneras y que Purdue no supiera c¨®mo confrontar ese despliegue. Se lleg¨® al final sin apreturas, fue muy claro.

Fue interesante seguir el duelo de gigantes que se dio este lunes en el estado de Arizona. Marc¨® el partido sobremanera, porque lo ten¨ªa que hacer, dado que Purdue ve¨ªa gran parte de sus opciones pasar por su p¨ªvot, el canadiense Zach Edey (2,24 metros). L¨®gico viendo el fluir del juego: 37 puntos y 10 rebotes. Enfrente estuvo Donovan Clingan (2,18 metros), del que U-Conn es menos dependiente. La referencia de los Boilermakers era Edey, al que ya vimos irrumpir en la escena internacional con su participaci¨®n en el ¨²ltimo Mundial y que probar¨¢ su poder¨ªo en la NBA pr¨®ximamente, y de ah¨ª se movieron poco al saberse inferiores a los Huskies si se comparaban ambos roster.

U-Conn se lleva el sexto trofeo de campe¨®n nacional a sus vitrinas con una actuaci¨®n completa de su quinteto inicial y dos relevos m¨¢s importantes de lo que sus estad¨ªsticas dicen, Johnson y Diarra. El proyecto de Dan Hurley, considerando la estirpe a la que pertenece (su padre est¨¢ en el Sal¨®n de la Fama; su hermano Bobby entrena a Arizona State y su hijo Andrew juega para ¨¦l en Connecticut), es ya una confirmaci¨®n en la ¨¦lite total del baloncesto.

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Edey comenz¨® con un gancho de derechas, quiz¨¢ su movimiento m¨¢s da?ino para el de enfrente, y marc¨® los tiempos de Purdue. Un mate por encima de Clingan y dos tapones en la misma jugada elevaron la temperatura interior del ¨ªdem y el encuentro necesit¨® de otros actores para desplazar m¨ªnimamente su protagonismo. Porque hab¨ªa metido once puntos seguidos y a?adi¨® otros cuatro mediada la primera parte. Hac¨ªa de contenci¨®n en el muro contra Connecticut. Por momentos demasiado est¨¢tico. Hurley se dio cuenta y opt¨® por castigarlo con sus exteriores, pidi¨¦ndoles que penetraran, y fue cayendo la resistencia.

Smith era el ¨²nico que acompa?aba al p¨ªvot de ascendencia asi¨¢tica y nacido en Toronto. Ocho puntos para ¨¦l en la mitad inicial. Resist¨ªan d¨¢ndole balones a Edey y rezando para que decidiera con acierto, no hab¨ªa m¨¢s que eso. Gillis y Loyer se fueron a cero a su casa... U-Conn hab¨ªa dado aire a sus jugadores de fuera con Hassan Diarra, que puso una intensidad que marc¨® camino. As¨ª ten¨ªan que vencer a Purdue. Newton estaba acertando -20 puntos fue su marca total- pero el marcador estaba demasiado igualado para el gusto del seed 1. Al descanso, 36-30 para los favoritos. Los ¨²nicos puntos del banquillo de los Boilermakers llegaron con la jugada del torneo final, un rebote-mate descomunal de Camden Heide, y ese s¨ªntoma se transform¨® en realidad. Ah¨ª pegaron el tir¨®n los Huskies; momento de apretar.

Edey estaba muy solo y empez¨® a pasarlo mal. Se le vio lento en alguna recuperaci¨®n en defensa, de la que sac¨® provecho por arriba el p¨ªvot suplente Samson Johnson en dos jugadas calcadas, e incluso err¨® un tiro libre sin que tocara aro. El desenchufe era f¨ªsico y mental. Despu¨¦s maquillar¨ªa las estad¨ªsticas con mates sencillos, pero ¨¦se fue el punto en el que la luz se apag¨®. Aunque bravo por ¨¦l, es un dominador nato en la zona. Con Johnson se elev¨® la diferencia por encima de la decena y fue para siempre. Los que faltaban, Karaban y Castle, se unieron a la fiesta para mantener el margen de manera m¨¢s f¨¢cil. Y no hubo color tras esto.

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