Nadie puede con Doncic

La NBA de los ¨²ltimos a?os ha entrado en una vor¨¢gine de contradicciones deportivas muy grandes. Lo que un a?o es, al siguiente lo deja de ser. Y lo que parece que va a germinar en una dinast¨ªa se queda en un ¨¦xito ef¨ªmero. Nadie domina, todos son candidatos y nadie es favorito. Algo que se puede ver desde dos puntos de vista: como un mal end¨¦mico que impide escribir la historia de un nuevo equipo ganador que perdure en las memorias, o un bien necesario que permite un mayor equilibrio de poderes y m¨¢s opciones para aspirantes que antes no lo eran. Pero tambi¨¦n, claro, muchos ven este hecho como la demostraci¨®n de que el nivel va bajando paulatinamente y que los campeones de hoy son tambi¨¦n peores que los de ayer. De una forma u otra, esta es la realidad de la mejor Liga del mundo actualmente, que adem¨¢s de lo mencionado ha entrado en una era llena de mansalva de triples, m¨¢s heredera por desgracia de los Rockets de James Harden que de los Warriors de Stephen Curry, entre otras cosas porque nadie puede jugar con tanto ¨¦xito y tan bien como estos ¨²ltimos. Lo que ha provocado, claro, que se potencie el eterno debate entre eras y se hable del nivel del baloncesto de anta?o, compar¨¢ndolo con el de ahora. Como si eso importara.

Por eso es tan importante que los Mavericks se mantengan fuertes y erguidos en esta sucesi¨®n de diferentes campeones, seis en las ¨²ltimas seis temporadas, ninguna de ellas con el mismo finalista en a?os consecutivos y solo con Celtics (2022 y 2024), Warriors (2019 y 2022) y Heat (2020, 2023) repitiendo en la ¨²ltima ronda. Los texanos han sido tan irregulares como el resto en los ¨²ltimos tiempos y en las ¨²ltimas tres temporadas han llegado a unas finales del Oeste y a otras de la NBA, qued¨¢ndose entre medias sin poder acceder ni siquiera a playoffs. Una de cal y otra de arena para una entidad que este verano, muy consciente de la situaci¨®n, se reforz¨® con un Klay Thompson con el que buscaban m¨¢s triple y m¨¢s defensa, algo que por otra parte el jugador hab¨ªa dejado atr¨¢s hace tiempo. Desde luego, en ning¨²n momento se pensaron que los deberes estuvieran hechos y se conformaron con unas Finales en las que fueron apabullados por los Celtics (4-1), con una victoria de consolaci¨®n casi permitida por los verdes. Que son favoritos al t¨ªtulo y parecen el mejor equipo de la competici¨®n norteamericana, pero tienen una etiqueta que todos los que han ganado han arrastrado al a?o siguiente. Sin ¨¦xito en ninguna de esas ocasiones, claro.

Los Mavs, tras un inicio dubitativo, est¨¢n despejando dudas y estableci¨¦ndose como los candidatos reales a, al menos, acabar con la dinast¨ªa de los Thunder en el Oeste. La franquicia de Oklahoma ya pereci¨® ante los texanos en semifinales de Conferencia de los ¨²ltimos playoffs y, si todo va bien, el choque se deber¨ªa volver a dar esta temporada. Liderados por Shai Gilgeous-Alexander van l¨ªderes destacados (17-5). Pero el equipo de Jason Kidd empieza a ser un perseguidor muy serio: 15-8 tras la sexta victoria consecutiva en Washington y terceros del Oeste, tambi¨¦n tras los sorprendentes Rockets. Y sumando, adem¨¢s, 10 victorias en los ¨²ltimos 11 partidos, lo que deja atr¨¢s un inicio m¨¢s que preocupante y establece a la entidad como una de las muchas a las que podemos meter en el saco de los que quieren optar al anillo. Uno que, por cierto, no conquistan desde 2011, cuando lo hicieron por primera y ¨²nica vez en su historia. Entonces contaban con Dirk Nowitzki y Rick Carlisle, que fue el primer entrenador de Luka Doncic en la NBA, en el banquillo. Tambi¨¦n con Jason Kidd de base, mentor hoy del esloveno y un hombre m¨¢s que cuestionado en su d¨ªa y que no termina de estar confirmado ahora. Pero que se ha hecho con las riendas de un proyecto que pretende ser ganador y que en determinados momentos hasta lo parece.

La victoria de los texanos fue pl¨¢cida (101-137) y la mansalva de puntos anotada, tambi¨¦n. No en vano, se enfrentaban a unos Wizards que por mucho que jugaran en Washington son el peor equipo de la NBA: 2-18 y 16 derrotas consecutivas, todas desde el 2-2 inicial que ni siquiera fue esperanzador. Con rumores del traslado de la franquicia y un proyecto caduco en el que todo el mundo es traspasable, la entidad capitalina sigue recogiendo las migajas de ese proyecto que se qued¨® a medias con John Wall de estrella y Bradley Beal de lugarteniente primero y de jugador franquicia despu¨¦s. Un intento que nunca fue para ganar el anillo, pero que ten¨ªa un atractivo innegable y estaba lejos del papel¨®n actual, con jugadores que saltan a la pista porque tienen que fichar y cobrar su n¨®mina. El objetivo deportivo es inexistente y se nota. Ante los Mavericks, Malcolm Brogdon anot¨® 16 puntos, Jordan Poole se fue a 11 (con 8 asistencias), Alexandre Sarr a los mismos (con 8 rebotes), Marvin Bagley a 16 (con otros 8) y Carlton Carrington a 15. Bilal Coulibaly, con 0 de 10 en tiros de campo y 0 de 5 en triples, adem¨¢s de 4 p¨¦rdidas, fue la personificaci¨®n de un desastre generalizado, otro m¨¢s, mientras pasan los d¨ªas y los partidos. Mientras que Jonas Valanciunas, una de las piezas m¨¢s cotizadas (ha sonado para los Lakers), logr¨® 9 tantos y 5 rechaces.

Nada que ver con los Mavs, la otra cara de la moneda en una noche de contrastes. Anotaron 31 o m¨¢s puntos en todos y cada uno de los cuartos, ya llevaban 68 puntos en la primera mitad, llegaron a ganar de 42 y transformaron 23 al contraataque. Un claro ejemplo de verticalidad y de jugar por encima del aro: nadie pudo con ellos, que lanzaron con el 54% en tiros de campo y por encima del 52% en triples, adem¨¢s de apabullar a sus rivales en el rebote (58 a 39)... y en todo lo dem¨¢s. Doncic logr¨® un triple-doble de 21 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias en apenas 32 minutos, mientras que Kyrie Irving sum¨® 25 tantos en menos de 25 minutos, con un 10 de 16 en tiros de campo. Klay Thompson, en 21, anot¨® 11, con la pena de la coincidencia entre la disminuci¨®n de su tiempo en pista y el aumento de la producci¨®n de su equipo al mismo tiempo. Y hasta ocho jugadores anotaron dobles d¨ªgitos en anotaci¨®n, con (otra vez) la dupla de Dereck Lively (6 tantos, 11 rebotes, titular) y Daniel Gafford (16 y 7, suplente) solventando todas las situaciones mientras PJ Washington, el denominador com¨²n, sigue aportando defensa y versatilidad. Al final, nueva victoria que les convierte (quiz¨¢ junto a los Hawks) en el equipo m¨¢s en forma de la competici¨®n, al menos el que tiene la racha m¨¢s larga en activo. Todo con Doncic en estado de gracia, las cr¨ªticas acalladas y la sensaci¨®n de que se parecen cada vez m¨¢s al equipo que pis¨® las Finales hace unos meses. Los Mavs vuelan, vuelan y siguen volando. Non stop.

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