Murray despierta a tiempo a Denver

Los Timberwolves dejaron una grata impresi¨®n en el segundo de sus partidos de la primera ronda de los playoffs con los Nuggets en Denver. Pero de impresiones no vive el hombre y en la pista ocurren cosas. Por ejemplo, otra salida de tono de una de tus estrellas, que suele ser la misma y responder al apellido Gobert, cuando m¨¢s da?o est¨¢s haciendo a un rival de entidad como son los de Colorado. Hablamos del primero del Oeste, con rotundidad, y de un equipo que dio muestras en el primer encuentro de ir muy holgado en esta serie.

No hubo sorpresa. Gan¨® Denver. S¨ª. Hasta ah¨ª se cumple el guion. Pero s¨®lo en el desenlace, no en el desarrollo. Cerca estuvieron los Wolves de arrancar un triunfo fuera de casa que le hubiera dado vidilla, o m¨¢s que eso, a una eliminatoria a la que le falta fuelle. Tuvo que emplearse a fondo el favorito para conservar el factor-cancha intacto. Y al rescate tuvo que acudir el canadiense Jamal Murray. Pero no el salido de la lesi¨®n de rodilla, el que ha vuelto este a?o, el que pisa con pies de plomo y lanza con menos confianza que antes, no, hablamos del Jamal que sobresali¨® en la burbuja de la NBA en 2020. En Lake Buena Vista, con el encierro al que se vio forzada la Liga para acabar aquella temporada en mitad de una pandemia de COVID-19, Murray promedi¨® 26,5 puntos en las series por el t¨ªtulo. Este mi¨¦rcoles protagoniz¨® un duelo anotador con Anthony Edwards (41) que, de hecho, nos hace retrotraernos a aquellos d¨ªas: ESPN apunta que s¨®lo otra vez dos jugadores rivales han logrado, cada uno, 40 o m¨¢s puntos con seis triples anotados, y fue en 2020 y Murray tuvo enfrente all¨ª a Donovan Mitchell con Utah Jazz. Hay que alegrarse, claro, por revivir aquellos d¨ªas en ¨¦stos, ya mucho m¨¢s felices.

Los Nuggets se quedaron estancados en el tercer cuarto cuando todo era jolgorio y regocijo y en los playoffs esto te puede pasar una factura de las caras. Porque pierdes en casa, vas a la del rival, te lo ponen duro, te trastabillas una vez y toca sufrir lo indecible cuando, y en este caso parece claro, eres superior al otro. El valiente esfuerzo de los hombres que dirige con tino Chris Finch se vio reflejado en una remontada a gran velocidad que s¨®lo Jamal Murray super¨®, no frenando sino poniendo el turbo en su veh¨ªculo.

Durante la primera mitad las jugadas s¨®lo sal¨ªan en un sentido. Los Nuggets estaban a placer. Una prolongaci¨®n del primer encuentro. Al utilizar Mike Malone una rotaci¨®n corta, los suplentes que no iban a ver pista se divert¨ªan como si jugaran. Sonrisas amplias ante el baloncesto colaborativo de sus compa?eros. Jokic, sentando c¨¢tedra un d¨ªa m¨¢s. Pero todo cambi¨® en la segunda parte. Un parcial de 0-16 llev¨® a un total de 6-25 despu¨¦s del descanso, en el que Denver dominaba por 15 tantos (64-49), y lo sintom¨¢tico es que en ese punto, cuando Minnesota se puso a s¨®lo uno, Jokic perdi¨® el bal¨®n. Hab¨ªa acumulado n¨²meros, pero para nada result¨® ser el point-center efectivo que resolv¨ªa problemas. Edwards, Anderson, Towns y compa?¨ªa estaban desatados en esa franja. Y se pusieron por delante con un mate a la contra de ¡®SloMo¡¯. El cabreo era patente en el t¨¦cnico local durante la entrevista entre cuartos: ¡°Nos han metido 40 puntos con un 80% de acierto. No hemos hecho nada en defensa¡±. Efectivamente, estaban sobrepasados de la misma forma en la que el entrenador no sab¨ªa dar m¨¢s claves en esa palabras a la televisi¨®n. Si bien es cierto que hay que darle cr¨¦dito a Michael Porter por abrir el ¨²ltimo acto con ocho puntos seguidos, otra de las claves del triunfo de los Nuggets, todo explot¨® al final. Con Gobert desquiciado (le tuvo que frenar Kyle Anderson, al que peg¨® un pu?etazo hace diez d¨ªas, en una protesta arbitral), para variar, la cabeza fr¨ªa de Conley y el coraz¨®n caliente de Edwards continuaron poniendo contra la pared al conjunto local. Murray, con dos triples en los ¨²ltimos tres minutos y un control de la situaci¨®n que vuelve a ponerle en el plano de la estrella que m¨¢s brilla, brind¨® al Ball Arena una bella racha final. Protagonismo merecido despu¨¦s de su trabajo para salir de las tinieblas.