Mitchell pudo m¨¢s que Banchero

Seguramente m¨¢s aliviados que euf¨®ricos, los Cavaliers celebraron su billete para semifinales del Este, el primero en seis a?os. O lo que es lo mismo, el primero sin LeBron James, desde la cuatro Finales consecutivas contra los Warriors (2015-18). Un a?o despu¨¦s de perder en primera ronda, pese a tener factor cancha, contra los Knicks, esta era una serie importante para unos Cavs cuyo p¨²blico empez¨® a cantar We Want Boston, queremos a Boston, en los ¨²ltimos minutos de partido. Tienen lo que ped¨ªan, porque los Celtics ser¨¢n su rival ahora, pero es probable que pronto recuerden lo que se suele decir en estos casos: cuidado con lo que deseas¡­

Pero, de momento, los Cavs siguen vivos. Casi de milagro, en la ¨²nica serie de primera ronda que necesit¨® siete partidos, una en la que nadie ha ganado a domicilio, y despu¨¦s de encontrar un juego que parec¨ªa extraviado (106-94 final) hasta un poquito antes del descanso. Se trataba de sobrevivir al cansancio, a los nervios, a las narrativas con forma de obituario que sobrevolaban Ohio: ?cu¨¢nto tardar¨ªa Donovan Mitchell en pedir el traspaso si los Cavs la pifiaban? ?Cu¨¢nta paciencia queda con el desarrollo de Darius Garland y Evan Mobley? Un nudo indigesto al que se sum¨® otro partido de baja de Jarrett Allen, un asunto peliagudo.

Un p¨¦simo inicio de los Cavaliers

Por si hac¨ªa falta m¨¢s madera, el inicio local fue t¨¦trico. Tanto que, a cuatro minutos del descanso, la eliminatoria parec¨ªa casi resuelta: 29-47 para unos Magic que se apoyaban en un excelente Paolo Banchero (24 puntos al descanso, 38 y 16 rebotes al final con sus 21 a?os) y en su casi siempre infalible defensa. Los Cavs eran un manojo de nervios en manos de un Donovan Mitchell con problemas de rodilla pero que parec¨ªa el ¨²nico con ganas de pelear. Al menos hasta que apareci¨® desde el banquillo Caris LeVert, un jugador sin complejos (a veces para lo bueno, otras para lo malo) que ayud¨® a Mitchell a romper una din¨¢mica insufrible de pases horizontales y piernas paradas. Los Cavs empezaron a penetrar y se pusieron en marcha. Al descanso estaban vivos (43-53), que no era poco, y en el tercer cuarto (33-15 de parcial) cambiaron definitivamente la inercia de un partido del que los Magic nunca se fueron del todo pero en el que sobrevivieron solo por inercia, a la vez cerca y lejos durante todo el ¨²ltimo cuarto.

Los Cavs, sencillamente, no habr¨ªan salvado el pellejo sin la presencia de Donovan Mitchell, que acab¨® con 39 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias. Cuando los Magic cerraron su tenaza defensiva sobre ¨¦l, produjo por insistencia, a base de tiros libres. Despu¨¦s del descanso encontr¨® su ritmo y sus posiciones de ataque y, por fin con un equipo que abri¨® m¨¢s la pista, diseccion¨® la ¨²ltima dosis de resistencia rival. En los dos ¨²ltimos partidos de la serie, el escolta ha anotado 89 puntos, m¨¢s del 44% del total de un equipo que no tuvo m¨¢s sistema que su mejor jugador, privado de las opciones de pick and roll que abre el lesionado Allen. Garland (12 puntos, 3/13 en tiros) pas¨® un muy mal trago, y Evan Mobley defendi¨® (16 rebotes, 5 tapones) y acompa?¨® lo que pudo (11 puntos) en ataque. LeVert (15 y 4 asistencias) fue la buena noticia cuando hac¨ªa falta alguna, la que fuera, en plena zozobra. Y Strus y Merrill acabaron anotando 5 triples que, en un partido as¨ª, parecieron el doble.

Para los Magic queda la amargura de la derrota. Ganaron los tres partidos de Orlando pero no pudieron robar el punto que necesitaban a domicilio. En el quinto, tuvieron opciones hasta la ¨²ltima posesi¨®n. En el s¨¦ptimo, amasaron 18 puntos de ventaja que no sirvieron para nada. Es un equipo en ascenso que ha hecho una gran temporada, y tiene a un referente como Paolo Banchero, el m¨¢s joven con 38 puntos en un s¨¦ptimo partido, que fue de m¨¢s a menos pero no dej¨® de intentarlo hasta el final. Nunca se hab¨ªan remontado 18 puntos en un game seven. Les toc¨® sufrirlo a los Magic, en parte por la p¨¦sima noche de Franz Wagner. El alem¨¢n, que ha tenido problemas toda la temporada con un tiro en suspensi¨®n que parec¨ªa una de sus mejores armas, acab¨® con 6 puntos y un terror¨ªfico 1/15 en tiros.

Los Magic tiene a Banchero y una defensa excelente. Tienen la base de un buen equipo, pero necesitan tiro y creaci¨®n de juego. Esos son sus deberes para un verano que, en su caso, empez¨® tras este partido que salv¨® a los Cavs. Al nivel de esta serie, carne de ca?¨®n contra los Celtics. Pero esa ser¨¢ otra pel¨ªcula. Esta de primera ronda hab¨ªa que pasarla sin que se convirtiera en una de terror. Y los Cavaliers, aunque de milagro, lo consiguieron.

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