NBA | PLAYOFFS 2023 | CELTICS-HEAT (0-2)
Miami Heat es la revoluci¨®n
Jimmy Butler vuelve a ser el mejor en un final apretad¨ªsimo y los Heat salen de Boston con un 0-2 que deja a los Celtics al borde de un descalabro bestial.

Hab¨ªa un guion, para este segundo partido de la final del Este, con el que casi todo el mundo contaba. Casi todo el mundo¡ menos Miami Heat. Boston Celtics, a estas alturas ya lo sabe todo el mundo, es un equipo con un terrible s¨ªndrome del mal estudiante. Incapaz demasiadas veces de ponerse las cosas f¨¢ciles, de hacer lo que toca cuando parece m¨¢s sencillo. Y perfectamente habituado a, justo a continuaci¨®n, ense?ar su mejor cara cuando pinta peor. Se ha llegado a un punto, ya con tres entrenadores (Brad Stevens-Ime Udoka-Joe Mazzulla), en el que vale m¨¢s asumir que es la naturaleza de este equipo. La naturaleza de sus obvios referentes, los Jays (Tatum y Brown) y Marcus Smart. Un proyecto que no va a aprender. No va a dejar de desesperar a sus aficionados en noches en las que todo deber¨ªa ir cuesta abajo ni de maravillarlos cuando las espaldas est¨¢n contra la pared. Por eso pens¨¢bamos que despu¨¦s de su espantoso tercer cuarto del primer partido de la final del Este contra los Heat, el milagro en movimiento de los Heat, tocaba noche de cuchillos de largos para el visitante.
Pero no. Como en el cuento del pastorcillo mentiroso, cuando de verdad quisieron tampoco pudieron los Celtics. Porque el lobo, y el s¨ªmil es perfecto en este caso, lleva botas de combate: Erik Spoelstra, Jimmy Butler, Bam Adebayo, ese lote de outsiders convertidos en un ej¨¦rcito espartano de secundarios... Los Celtics, por talento y h¨¢bitos (mal el primero bien el segundo, se supon¨ªa), parec¨ªan tener la final del Este todav¨ªa en la mano pese al 0-1 inicial. Tambi¨¦n por estad¨ªstica: los ¨²ltimos 16 partidos de playoffs jugados con ese 0-1 se hab¨ªan saldado con triunfo del equipo local. Pero Miami Heat gan¨®, otra vez, en el Garden (105-111). Devolvi¨® todos los golpes, algunos duros de verdad, que lanz¨® su rival. Y se vuelve a Florida con un absolutamente improbable 0-2 que, en finales de Conferencia, ha valido para un impoluto 15-0 en series ganadas. Nadie ha hecho, en fin, lo que tienen que hacer ahora los Celtics.
Lakers (que al menos juegan ahora, desde esta noche, en casa) y Celtics (que en teor¨ªa son el mejor equipo de su serie: en teor¨ªa) comparen 0-2 en contra. Han jugado 27 veces las finales de Conferencia (o Divisi¨®n en su momento) a la vez, y solo en 1955 se vieron en una situaci¨®n as¨ª. Y los dos perdieron. Ahora, ese ser¨ªa el desenlace l¨®gico: los Lakers juegan contra un rival superior, los Celtics tienen que ganar cuatro partidos de cinco, y al menos dos a domicilio, a un rival que va camino de reventar la historia. Que entr¨® en los playoffs como octavo, despu¨¦s de penar por un play in que super¨® de milagro y tras una temporada floj¨ªsima, desangelada, que parec¨ªa de transici¨®n. Pero no: los Heat estaban ah¨ª. Capaces de provocar un terremoto hist¨®rico con el derribo de los Bucks en primera ronda y de poner ahora contra las cuerdas al otro gran favorito de la temporada, unos Celtics que se asoman a un abismo terror¨ªfico. Si pierden esta serie, van a pasar cosas. Y si bien hay rivales con m¨¢s techo y m¨¢s talento, no hay ninguno que sea tan mal enemigo para una situaci¨®n as¨ª, para jug¨¢rsela a vida o muerte en un callej¨®n sin salida. En una pelea callejera.
Spoelstra y Butler deciden a qu¨¦ se juega
Mazzulla est¨¢ perdiendo de forma estrepitosa su duelo de pizarras con Spoelstra, pero eso era algo con lo que los Celtics pod¨ªan contar a priori sin que tuviera que significar un vuelco en una eliminatoria que, sin embargo, ahora est¨¢ del rev¨¦s. Jimmy Butler es el mejor jugador, desde luego el m¨¢s determinante, en pista, y eso s¨ª es un gran problema en clave verde. Jayson Tatum acab¨® esta vez con 34 puntos, 13 rebotes y 8 asistencias. Pero no anot¨® en el ¨²ltimo cuarto (0/3 en tiros, 2 p¨¦rdidas) y en los dos ¨²ltimos parciales de lo que va de serie no ha metido ni una canasta pero ha apilado 5 p¨¦rdidas. Jimmy Butler cerr¨® en 27+8+6 con 3 robos, sin triples ni apenas tiros libres. Gota de sudor a gota de sudor, canasta trabajada a canasta trabajada. Y con 9 puntos en los ¨²ltimos 6 minutos, cuando desde un 96-87 se pas¨® a un parcial final de 9-24. Es decir, Butler anot¨® en ese tramo final lo mismo que un rival otra vez incapaz de resolver los acertijos letales de Spoelstra.
Los Celtics se quedaron en un 2/10 con 3 p¨¦rdidas en ese sprint truncado, en el que los Heat volvieron a encontrar soluciones, caminos. Canastas decisivas. Esta vez de un Vincent poco iluminado hasta entonces. Antes de Strus, primero, y Duncan Robinson (15 puntos) y un decisivo Caleb Martin (25) despu¨¦s. Y siempre de Butler. Ni siquiera hizo falta que Lowry y Love, los ilustres, hicieran gran cosa. Bast¨® con la resoluci¨®n de un bloque acorazado, su capacidad de ganar y la pareja de hierro que forman Butler, el antih¨¦roe suicida, y un Bam Adebayo a nivel gigantesco: rebotes, puntos, bloqueos de hormig¨®n y 22+17+9 para el, ahora mismo, mejor interior de la serie con diferencia.
Spoelstra volvi¨® a usar zonas que sacaron de quicio a unos Celtics otra vez enmara?ados en p¨¦rdidas de bal¨®n (15). Rot¨® mejor que Mazzulla y dirigi¨® a un equipo al que literalmente se le ha olvidado lo que es el miedo. Que ha ganado seis de los ocho partidos en los que ha estado, en estos playoffs, perdiendo por m¨¢s de 10 . Y que lo resiste todo, esta vez tambi¨¦n un parcial de 21-2 con el que los Celtics apretaron las clavijas en el primer tiempo (de 14-22 a 35-24). El m¨¢ximo fue +12, que se repiti¨® en el ¨²ltimo cuarto (89-77) de un partido que los locales ten¨ªan que ganar y perfectamente pudieron ganar. Pero que no supieron jugar cuando herv¨ªa.
Jaylen Brown (16 puntos, 7/23 en tiros) solo 3 asistencias por 2 p¨¦rdidas estuvo lej¨ªsimos de su nivel. Smart, el mejor del equipo en muchos tramos del primer partido, tuvo una noche horrible. Al Horford sufri¨® much¨ªsimo y aunque Rob Williams estuvo mejor, eso solo sirvi¨® para que su entrenador confundiera sus mejores opciones de rotaci¨®n en el ¨²ltimo cuarto. Contra estos Heat, hay que jugar perfecto los 48 minutos. No vale ponerse a ratos. A r¨¢fagas, por luminosas que sean. Siempre est¨¢n detr¨¢s, siempre aparecen en el retrovisor por mucho que aceleres. Y si bajas un segundo la guardia, est¨¢n encima de ti con su sonrisa man¨ªaca. Y eso es lo ¨²ltimo que ves antes de marcharte al vestuario, vapuleado: la sonrisa carnicera de Jimmy Butler.
La eliminatoria no ha terminado. Los Celtics eran a priori muy favoritos y se meter¨¢n de lleno en la pelea si ganan ma?ana, en el primer partido de la serie en Florida. Pero sus malos h¨¢bitos les han jugado una mala pasada porque el rival que tienen delante no perdona (los-Heat-no-son-los-Sixers). Ni cree en favoritismos ni estad¨ªsticas ni ventajas de campo. Juega, muerde, gana. M¨¢s all¨¢ de la regular season, de las plantillas y de las expectativas, Miami Heat es ahora mismo un equipo gigante, un bulldozer que sobrevive a cualquier colisi¨®n y se alimenta de todas las debilidades de su rival, por peque?as que sean y en cuanto asoman. Un vampiro armado hasta los dientes. As¨ª que ahora, y m¨¢s con 0-2 a favor camino de casa, es el gran favorito para volver a las Finales de la NBA tres a?os despu¨¦s. Le toca a Boston Celtics demostrar que no es as¨ª¡ o marcharse de vacaciones y enfrentarse a un verano devastador. Ma?ana (02:30, hora espa?ola), partido gigante en Miami. Gigantesco.
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