Shai lidera una revoluci¨®n en los Thunder

El panorama ha mutado de manera sustancial en la eliminatoria que en la Conferencia Oeste disputan los Thunder y los Mavericks. Despu¨¦s de un holgado triunfo a las primeras de cambio los j¨®venes jugadores de Daigneault empezaron a pasar penalidades por obra y gracia de la mayor experiencia de sus oponentes, que sue?an con repetir lo hecho hace dos a?os cuando avanzaron hasta la tercera serie por el t¨ªtulo o incluso mejorarlo si se tercia. Han estado pagando la falta de momentos como ¨¦ste que tienen en el historial, que de momento cuenta con pocas p¨¢ginas escritas. El oficio de Doncic o Irving se hab¨ªa impuesto. Pero estos choques a siete son largos, hay numerosas din¨¢micas que se pueden activar durante los mismos, y las alternativas son las que los enriquecen. Eso pensar¨¢n hoy en Oklahoma City, hacia donde se encamina de nuevo la acci¨®n, tras una victoria heroica que ha colocado a sus chicos con un empate que no se vislumbraba por ning¨²n rinc¨®n. Aprendiendo a base de palos, que est¨¢n repartiendo y bien entre los dos clubes, a veces es como se llega arriba.

Los Thunder arrancaron de las manos de su rival un triunfo que puede marcar el devenir de su futuro. Con el liderazgo sin m¨¢cula de Shai supieron remontar en una velada en la que estuvieron besando la lona durante la primera mitad y un peque?o rato de la segunda. Resiliencia pura y dura, y otra cara que vemos de ellos.

Los locales llegaron a dominar hasta por 14 el marcador. Desde los primeros minutos hasta los ¨²ltimos lo tuvieron de su lado. Pero, de nuevo, esto es muy largo. Hablamos del mejor equipo de la fase regular de la NBA y eso merece que se les mire con cierto respeto. Se lo recuerdan al gran p¨²blico con momentos como ¨¦stos. La defensa dej¨® K.O. a Dallas cuando casi celebraran una alegr¨ªa de las que valen doble. El base canadiense Gilgeous-Alexander, segundo en la carrera por el MVP este a?o por delante de Doncic, logr¨® 34 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias con 14/26 en tiros de dos, sabiendo cu¨¢l es es su punto fuerte (s¨®lo lanz¨® un triple y lo fall¨®), y una mentalidad de cabecilla de la revoluci¨®n que a veces hay que tener para conseguir cambios de calado.

Los Mavericks no supieron responder a algo a lo que no se hab¨ªan tenido que enfrentar. Ni siquiera el primer d¨ªa prim¨® tanto el cerrojo de los Thunder como lo hizo este lunes. Ese tercer parcial en el que se quedaron con quince tantos marcados les machac¨® a ellos e hizo crecer a los otros. Efecto multiplicador en casos as¨ª.

El trabajo del cuerpo t¨¦cnico de los Thunder fue importante intentando variar constantemente, con la defensa siempre en la cabeza, para sacar a los Mavs de su plan. Daigneault tuvo que ceder al final con Giddey, al que retir¨® de la pista durante la segunda parte por no serle de utilidad, y Doncic e Irving sufrieron en sus carnes a Wiggins, Wallace o Joe, convertidos en perros de presa. Incluso se recurri¨® a Kenrich Williams, que ha gozado de menos protagonismo, para ver cu¨¢l era su impacto. Cuando todo te est¨¢ saliendo al rev¨¦s se comprende que te lances a este tipo de pruebas agresivas. Los visitantes se lanzaron a articular una m¨¢quina de fango, un concepto que est¨¢ muy de moda en nuestros d¨ªas, para romper la fluidez con la que los locales estaban actuando en ataque, pausados, articulados, destensados. Interesante el progreso de Dort en el propio partido, marcando la tendencia de sus compa?eros: de verse sin rumbo, incluso lanzando un par de triples que ni rozaron el aro, a imponerse por la fuerza y acertar tiros cruciales en el otro aro. Una transformaci¨®n plena.

Los Thunder anotaron la primera y la tercera canasta del partido, dos ventajas, y hasta ah¨ª lleg¨® su aportaci¨®n en positivo en m¨¢s de una hora de duelo. Lo que lleg¨® tras ello fue una avalancha a la que parec¨ªan estar poco receptivos. Doncic puso puntos por aqu¨ª y por all¨¢, elevando a ocho la distancia con s¨®lo cinco minutos descontados del reloj. Washington y Jones aparecieron con dos triples y la distancia subi¨® a catorce, esa m¨¢xima que mencion¨¢bamos antes. Ante un leve intento de acercamiento de los contrarios Exum logr¨® cinco puntos, ¨²nica aportaci¨®n de la noche para el australiano, y mantuvo la distancia prudencial. Estaban c¨®modos los texanos.

Se hab¨ªa desconectado alg¨²n cable en los primeros clasificados de la Conferencia Oeste. La impresi¨®n era de equipo endeble. Como si estuvieran empezando a ver imposible ganar la serie. Dort, fuera de papel y cargado de faltas; Giddey, intentando ser revulsivo pese a que sal¨ªa como titular. Y alg¨²n ejemplo m¨¢s. Oklahoma fue amist¨¢ndose con la cesta de Dallas con el paso de los minutos, logrando reducir en momentos concretos el margen que separaba a ambas franquicias, pero el acierto en el per¨ªmetro marcaba. Hardaway, en dos ocasiones Washington y otro par al final del segundo acto de los imprescindibles Doncic e Irving. Hab¨ªan pasado una sequ¨ªa de casi tres minutos sin puntos los de OKC. Los Mavs lo ten¨ªan por la mano. Once de ventaja al descanso. No hab¨ªa se?ales de un cambio sustancial, aunque Shai hab¨ªa asomado la patita.

Los Thunder se propusieron entonces dar un volantazo al juego al que a todos tienen acostumbrados. No son un conjunto que haga de la defensa noventera su bandera, ellos son de otro tiempo, pero hab¨ªa que parar el ritmo como fuera. M¨¢s o menos velocidad, cambio. Peg¨¢ndose con intensidad, cambio. Pidiendo revisiones, cambio. Hab¨ªa que sacar a los Mavericks de una din¨¢mica en la que llevaban dos partidos y medio y que les daba para tener la eliminatoria a su favor. Enfangaron el piso y se revolcaron con la intenci¨®n de que la sequ¨ªa ofensiva pasara a la otra orilla del r¨ªo. As¨ª fue. Doncic desapareci¨® al estar marcado con m¨¢s ah¨ªnco. En la m¨¢quina se produjo un clic.

Wallace, rookie, hab¨ªa encestado el triple para cerrar el tercero, en el que el parcial fue de 15-24. Dort, entrando en el cuarto, anot¨® cinco puntos seguidos. Conato de tangada con Kenrich Williams, que intentando revolucionar s¨ª estuvo avezado, y nuevo tiro de tres para Wallace, con el que el margen se quedaba en cinco. Se entr¨® ah¨ª en un tiempo de revisiones de v¨ªdeo que hizo que aumentara el hast¨ªo del espectador, que hab¨ªa tenido que pasar por unos minutos de juego t¨¦trico, sin alegr¨ªa alguna, y se adentraba en minutos perdidos de un duelo que hasta esta cita gozaba de una salud baloncest¨ªstica envidiable. En esas aguas de incertidumbre, con lo sorprendente que parece en un roster cuya media de edad est¨¢ en 25 a?os, se movieron muy bien los Thunder. La clase magistral la dio Shai Gilgeous-Alexander en primera persona. Cuatro lanzamientos escorados a la izquierda llenaron la cuenta de los Thunder e hicieron revivir a otros compa?eros, que fueron los que lograron colocar al equipo por delante a falta de 3:24: Chet, triple; Dort, triple. La l¨ªnea marcada por las personas al mando era buena.

Los Mavs se vieron sin contestaci¨®n a semejante cambio de cara. Como si hubieran visto la metamorfosis de un animal a c¨¢mara ultrarr¨¢pida y se quedaran absorto ante el poder de la naturaleza. Jalen Williams aport¨® dos canastas decisivas, un giro a lo Benzema en el Calder¨®n por la l¨ªnea de fondo ante la pasividad de la defensa y una carrera a la contra bien convertida en canasta tras un robo de Dort. Doncic err¨® un tiro libre para poner m¨¢s presi¨®n. Washington, para mayor escarnio, ten¨ªa que fallar a prop¨®sito un lanzamiento en la personal que meti¨® cuando ya s¨®lo quedaban tres segundos. Oklahoma dio un golpe en la segunda parte y firm¨® una revoluci¨®n.

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