M¨¢s malas noticias para Lonzo

Hace un lustro, Lonzo Ball era una sensaci¨®n. Un fen¨®meno medi¨¢tico en UCLA que hab¨ªa conseguido meterse al baloncesto estadounidense en el bolsillo, ten¨ªa a su padre (el pol¨¦mico LaVar Ball) soltando boutades de plat¨® en plat¨® y hab¨ªa sido seleccionado por los Lakers, que trataban de salir de una crisis de identidad de la que, en realidad, solo les acab¨® sacando (al menos por un a?o triunfal) LeBron James.

Lonzo, sometido a un enorme escrutinio en un irregular a?o rookie, acab¨® saliendo en el lote que se llevaron lo Pelicans por Anthony Davis. En Nueva Orleans jug¨® bien, aunque la NBA fue asumiendo que su madera no era de gran estrella sino, alg¨²n d¨ªa, excelente jugador de rol. De equipo. Defensa exterior a nivel elite, visi¨®n de juego especialmente en transici¨®n y un tiro exterior en el que fue haciendo notables progresos (incluido un necesario cambio en la mec¨¢nica de tiro).

En el verano de 2021, Arturas Karnisovas incluy¨® a Lonzo en su agresivo plan para transformar a los Bulls, de equipo de futuro a equipo de presente. Ni siquiera le doli¨® dar la segunda ronda que quit¨® la NBA a la franquicia de Illinois por contactar con Lonzo cuando todav¨ªa no era legal por su contrato con los Pelicans. El acuerdo fue finalmente un sign and trade en le que el base firm¨® un contrato de cuatro a?os y 80 millones de d¨®lares en Chicago. En el inicio de curso, los Bulls fueron una de las atracciones de la NBA. En parte, por la pareja defensiva que formaron en el per¨ªmetro Lonzo y Alex Caruso, otro exlaker. Adem¨¢s, el primero anot¨® el 42,3% de sus triples con m¨¢s de siete lanzados por noche. Pero, y ah¨ª est¨¢ el drama, se qued¨® en 35 partidos. Primero por la COVID, despu¨¦s por un problema en el menisco de la rodilla izquierda. A finales de enero se oper¨®, con la idea de llegar a tiempo para el regreso de los Bulls a playoffs. Sin embargo, durante la rehabilitaci¨®n se detect¨® un hematoma en un hueso de la rodilla, un problema delicado porque a veces alarga de forma extraordinaria los periodos de recuperaci¨®n. Dicho y hecho, los Bulls descartaron a Lonzo para el resto de la temporada y los playoffs.

Hace unos d¨ªas, y para cargar de preocupaci¨®n el ¨¢nimo en torno a los Bulls, Ramona Shelburne (ESPN) anunci¨® que la recuperaci¨®n no iba todo lo bien que deber¨ªa, que el dolor en la rodilla regresaba cada vez que Lonzo intentaba subir el ritmo de trabajo o pasar a actividad cercana a la intensidad de juego. Y que, ante esta situaci¨®n, Lonzo se iba a perder el training camp y, seguramente, el inicio de una temporada que los Bulls 2022-23 pondr¨¢n en marcha en Miami, el 19 de octubre. Ayer se confirmaron los peores augurios: Lonzo tiene que pasar otra vez por el quir¨®fano para someterse a una artroscopia en la rodilla izquierda y ser¨¢ ¡°reevaluado¡± en un plazo de entre cuatro y seis semanas.

Las noticias son especialmente preocupantes porque Lonzo ya tuvo una operaci¨®n en esa rodilla en 2018, cuando jugaba en los Lakers. Sus problemas de tobillo tambi¨¦n han sido en el izquierdo. Y Lonzo, en total, ha jugado 252 de 390 posibles partidos de regular season desde que lleg¨® a la NBA.

En la Summer League de Las Vegas, Karnisovas ya dijo que la recuperaci¨®n iba ¡°bien¡± pero ¡°m¨¢s despacio de que ser¨ªa ideal¡±. La falta de noticias, o la vaguedad de estas, preocupa en Chicago, donde un proyecto interesante qued¨® lastrado la pasada temporada por las lesiones y donde se pretende tener mucha calma con el regreso de Lonzo, un jugador con un gran contrato y que tiene todav¨ªa 24 a?os (cumple 25 en octubre). Se trata de que pueda regresar y jugar en plenitud, porque ahora mismo la rodilla izquierda alarga una peligrosa sombra de duda sobre la trayectoria de un jugador que parece lesionarse cada vez que enlaza un tramo de baloncesto de nivel elite. Y que est¨¢ lejos de la estrella que se esperaba hace un lustro¡­ pero que tiene mucho recorrido para ser, todav¨ªa, un gran guard en la NBA.