Los Knicks se han puesto serios
Quinta victoria consecutiva para unos Knicks que se acercan al tercer puesto del Este. Partidazo de Brunson contra unos apagados Chicago Bulls.
Parece que dan que hablar mucho m¨¢s, es su cruz de los ¨²ltimos tiempos (en gran parte ganada a pulso) cuando las cosas van mal, pero el caso es que los Knicks est¨¢n ah¨ª: cinco victorias seguidas, la ¨²ltima en Chicago (120-128), en la pr¨®rroga y contra un rival de esos que est¨¢n m¨¢s o menos en su franja. Ni en la elite ni en la cola del Este, en alg¨²n lugar entre la zona templada de playoffs y el riesgo de quedarse sin play-in. Los Bulls est¨¢n en el segundo escenario (11-16) con cinco derrotas en siete partidos, diez en quince y una sensaci¨®n ya casi permanente de estancamiento. Los Knicks llevan esas cinco victorias consecutivas, una proeza tal y como estaban las cosas cuando, hace no tanto, los Thunder les metieron 145 puntos en el Madison, un esc¨¢ndalo nacional, y los dejaron 6-7. Ahora est¨¢n sextos del Este, a dos partidos y medio del tercer puesto. Los Bulls son und¨¦cimos, fuera de la zona de repesca por un partido y medio: m¨¢s les vale espabilar. Ma?ana, por cierto, Bulls y Knicks repiten duelo en Chicago. Veremos.
Estas inercias en el ecuador de diciembre pueden tener un efecto en el mercado, que se agitar¨¢ de forma masiva en las pr¨®ximas semanas. Los Knicks van dando con su tecla particular, y tienen un lote de jugadores con los que moverse en busca de piezas que complemente una base por fin m¨¢s o menos estable: Evan Fournier, Derrick Rose, Cam Reddish, Immanuel Quickley¡ Es un asunto interesante. Tambi¨¦n hasta qu¨¦ punto los Bulls se dan por vencidos, si las derrotas se siguen apilando, no llegan buenas noticias con Lonzo Ball y su gran sost¨¦n sigue siendo DeMar DeRozan, un jugador excelente¡ pero camino de los 34 a?os. Otro giro a la izquierda de su ruta, y los Bulls pueden convertirse en vendedores masivos.
Porque ahora mismo la cosa da para pensar que cuando es que no, es que no. En su ¨²ltimo partido, los Bulls perdieron en la pr¨®rroga y con una canasta milagrosa a falta de medio segundo de AJ Griffin, el rookie de los Hawks. Esta vez volvieron a perder en la pr¨®rroga, despu¨¦s de intentar ellos una acci¨®n parecida para evitar el tiempo extra. Pero Mitchell Robinson, el inacabable p¨ªvot de los Knicks, absorbi¨® el intento de alley-oop para Patrick Williams. ?ltimamente, todas las monedas caen cruz en Chicago. Pero, m¨¢s all¨¢ de eso, los Knicks parecen, de un tiempo a esta parte, un equipo mejor. Esa es su vara de medir, por ah¨ª vienen las malas sensaciones.
Despu¨¦s de levantarse, reaccionar a minutos malos y tomar la delantera, no pudieron cerrar el triunfo. Acabaron forzando la pr¨®rroga a lomos de DeRozan, c¨®mo no (32 puntos) y aprovechando las malas decisiones de Julius Randle, que m¨¢s all¨¢ de sus n¨²meros (31+13+7) no deber¨ªa tener la bola en sus manos en los momentos calientes. No cuando tienes un base como Jalen Brunson. El ex de los Mavs amarr¨® el partido en la pr¨®rroga, incluido un triple letal tras sentar a Alex Caruso, en la que anot¨® siete puntos para acabar con 30 y 7 asistencias. El base que los Knicks llevaban a?os esperando¡ y el que echan de menos en Dallas de forma rotundamente evidente.
Los Knicks ganaron porque tiraron mucho mejor de tres (9/28 por 18/34) y porque rebotearon mucho m¨¢s: 31-48, 3-15 en capturas en ataque, un factor en el que fue clave Robinson (10 rebotes totales, 6 de ataque)¡ y la incapacidad de Nikola Vucevic para cuerpear y hacerse fuerte en su aro. Esas capturas en ataque facilitaron triples abiertos y compensaron la pulsi¨®n constante en la zona (58-42) de DeRozan y un Zach LaVine (25 puntos) cada vez mejor f¨ªsicamente pero que no encuentra el punto en su tiro. Los Bulls, en esta versi¨®n actual, son poca cosa m¨¢s all¨¢ de que estos dos ¨²ltimos partidos pudieron perfectamente acabar en victoria.
Los Knicks se han encontrado, en una rotaci¨®n que Tom Thibodeau ha ido tocando, a veces a rega?adientes, hasta dar poco a poco con la f¨®rmula: Quentin Grimes al lado de Brunson y RJ Barrett (22 puntos, 6 rebotes), una fuerza defensiva (clave sobre DeRozan en el tramo decisivo) y un necesario 4/7 en triples (14 puntos). Randle jugando a sus anchas (para lo bueno y para lo malo) durante muchos minutos, Brunson al tim¨®n, Robinson como ancla¡ y, repito, piezas para salir al mercado y afianzar en playoffs a un equipo que parec¨ªa herido de muerte hace no tanto. Pero ahora son cinco victorias seguidas, mucho m¨¦rito por mucho que est¨¦n haciendo menos ruido que las derrotas...