Los Clippers, bajo sospecha

En 2019, Steve Ballmer (el propietario m¨¢s rico de todo el deporte profesional estadounidense: cofundador y antiguo CEO de Microsfot) concret¨® su plan m¨¢s ambicioso, el hito clave del futuro que hab¨ªa trazado para Los Angeles Clippers cuando aprovech¨®, un lustro antes, la terrible crisis medi¨¢tica generada por un esc¨¢ndalo racista del anterior propietario, el inepto Donald Sterling, para comprar una franquicia que llevaba demasiados a?os siendo el hazmerreir de Am¨¦rica. Un equipo mal gestionado, con unos ejecutivos taca?os y un porvenir inexistente en Los ?ngeles, donde lo sepultaba la alargad¨ªsima sombra de los Lakers.

Ese plan de Ballmer pasaba por fichar s¨²per estrellas, cambiar la narrativa (y la propia organizaci¨®n, de arriba abajo) de la franquicia, acumular ¨¦xito deportivo y preparar lo que acabar¨ªa siendo el traslado a un nuevo pabell¨®n, uno propio. Sin alquileres y sin tener que tapar, en los partidos de los Clippers como equipo local, las banderas de campe¨®n (16 entonces, 17 ahora) de los Lakers.

Los Clippers de Ballmer ficharon a Kawhi Leonard, que acababa de ser campe¨®n y MVP de las Finales con Toronto Ratpors. Una bomba en la agencia libre en la que se adelantaron a los mism¨ªsimos Lakers, un triunfo in¨¦dito en el sur de California, y para la que necesitaron exprimir el deseo de Kawhi de volver a su tierra (naci¨® en Los ?ngeles en 1991) y poner a su lado a Paul George. Para ello, sabiendo que era o los o nada, hicieron de forma precipitada (aunque comprensible, en aquel momento) un traspaso masivo para sacar a George de Oklahoma City Thunder. Una operaci¨®n que ya est¨¢ entre las peores de la historia de la NBA, porque tuvieron que dar a cambio a Shai Gilgeous-Alexander (entre los cinco mejores jugadores del mundo ahora) y un bot¨ªn extraordinario de rondas de draft. Todo para casi, casi nada: esa versi¨®n de los Clippers, en cinco a?os, tuvo como techo una final del Oeste. Y las constantes lesiones, y cuestiones de qu¨ªmica, de Kawhi y George acab¨® en una permanente frustraci¨®n consumada este verano, cuando el segundo decidi¨® irse como agente libre y firmar con los Sixers.

Los Clippers, a punto de estrenar su nuevo pabell¨®n, se quedaron con un palmo de narices. Y m¨¢s despu¨¦s de haber extendido, durante la pasada temporada, el contrato de Kawhi Leonard por tres a?os y 153 millones de d¨®lares m¨¢s. Un movimiento vinculado a ese traslado al nuevo pabell¨®n, el rutilante Intuit Dome de Inglewood, pero aguado totalmente, en lo deportivo y en lo medi¨¢tico, por la renuncia de George, tambi¨¦n californiano, a seguir a bordo. ?D¨®nde van ahora los Clippers? Es una buena pregunta despu¨¦s de que Kawhi se perdiera los pasado playoffs, casi totalmente, por problemas de rodilla misteriosos, como todo lo que sucede con ¨¦l, una red de mentiras y confusi¨®n alimentada por los Clippers, siempre al servicio de una estrella distante y extra?a que tiene 33 a?os, un historial de lesiones terrible, una actitud personal muy complicada y, por encima de todo, una rodilla derecha que no responde. Que le impidi¨® estar en los Juegos de Par¨ªs, aunque viaj¨® a la concentraci¨®n de Estados Unidos, y le ha impedido iniciar esta temporada sin plazos ni noticias claras (solo m¨¢s confusi¨®n y mentiras) por parte de los Clippers.

En esta delicada situaci¨®n, con el equipo fuera (a priori) del rango competitivo que s¨ª ha tenido en temporadas pasadas y una imagen p¨²blica cada vez m¨¢s deteriorada por sus extra?os manejos para contentar a un jugador que parece imposible de contentar, llega un nuevo golpe para los Clippers: un extrabajador de la franquicia, el preparador f¨ªsico Randy Shelton, ha interpuesto una demanda en los juzgados de L.A. por lo que considera un despido improcedente relacionado, c¨®mo no, con la figura de Kawhi Leonard. Busca una suculenta (pero por ahora desconocida) indemnizaci¨®n econ¨®mica por la supuesta ruptura ilegal del contrato y por los da?os emocionales que eso lo ha causado. Y la NBA ha reconocido que investiga, si bien los Clippers han negado las acusaciones y afirman que todo se hizo como se ten¨ªa que hacer y que Shelton solo pretende desprestigiar a la franquicia para la que ya no trabaja.

La complicada gesti¨®n del f¨ªsico de Kawhi

Pero el caso es peliagudo: Shelton fich¨® por los Clippers en 2019, cuando lleg¨® Kawhi. Antes hab¨ªa trabajado con el alero en San Diego State, donde le ayud¨® a preparar su salto a la NBA. Y despu¨¦s hab¨ªa mantenido la relaci¨®n con el y hab¨ªan trabajado juntos durante los veranos, sobre todo para fortalecer el cu¨¢driceps que, en otra lesi¨®n misteriosa y mal gestionada, hab¨ªa puesto en jaque la trayectoria (hasta entonces mete¨®rica) de Kawhi y acab¨® dinamitando su relaci¨®n con los Spurs, que en 2018 lo traspasaron a los Raptors.

Shelton afirma que su fichaje fue simplemente uno de los muchos movimientos que hicieron los Clippers para atraer a Kawhi. Deja claro que se traspasaron todas fronteras legales del tampering (los contactos directos e indirectos, totalmente ilegales seg¨²n el art¨ªculo 35 de la NBA, con un jugador con contrato en vigor) durante al menos dos a?os, hasta acabar fichando a Kawhi, y que despu¨¦s se actu¨® con irresponsabilidad en la gesti¨®n del f¨ªsico y las lesiones de un jugador que necesitaba unos cuidados especiales que los Clippers desoyeron. Si la parte del tampering es m¨¢s o menos conocida, al menos para el que prestara un m¨ªnimo de atenci¨®n en su momento, la otra, la m¨¦dica, es verdaderamente complicada¡­ y puede ser un asunto muy peligroso para los Clippers. Y algunos creen que una nueva bomba de relojer¨ªa para la NBA si cunde el ejemplo y aparecen m¨¢s casos de gesti¨®n irresponsable de lesiones.

La caza de Kawhi fue ¡°mucho m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites que permite la NBA¡±, dice literalmente una documentaci¨®n en la que el denunciante asegura que los Clippers contactaron con ¨¦l por primera vez en 2017, cuando Kawhi sufri¨®, con los Spurs, una grave lesi¨®n de tobillo durante los playoffs, en el primer partido de la final del Oeste contra los Warriors. Ese percance, y sobre todo ese otro citado en el cu¨¢driceps que le hizo perderse los primeros 27 partidos de la siguiente temporada, fue el asunto que destroz¨® su relaci¨®n con esos Spurs a los que hab¨ªa llegado en 2011 y con los que fue campe¨®n y MVP de las Finales en 2014. Shelton asegura que en aquel 2017 los Clippers empezaron a pedirle informaci¨®n privada, y a exigirle discreci¨®n en sus contactos, sobre el estado f¨ªsico de Kawhi. Y habla de al menos 15 conversaciones telef¨®nicas y siete reuniones.

Los Clippers intentaron llevarse en 2018, v¨ªa traspaso, el premio que fue finalmente para los Raptors, que solo tuvieron una temporada a Kawhi Leonard pero la exprimieron al m¨¢ximo: ganaron el ¨²nico anillo en la historia de la franquicia canadiense. Convertido en agente libre en el verano de 2019, Kawhi acab¨® en los Clippers que, entre otras cosas, contrataron al mismo tiempo a un Shelton, hombre entonces de confianza del jugador, que asegura que se le prometi¨® ¡°un futuro brillante¡± en una franquicia que, sin embargo y seg¨²n su versi¨®n, comenz¨® nada m¨¢s tener asegurado a Kawhi a apartarle de las reuniones trascendentales y a ocultarle informaci¨®n, tambi¨¦n la relacionada con el estado f¨ªsico de la nueva (y siempre blindada) s¨²per estrella que ten¨ªa a toda la organizaci¨®n a sus pies.

Seg¨²n la demanda, Lawrence Frank (presidente de operaciones) viaj¨® a San Diego y prometi¨® al fisio un rol muy importante en el equipo solo si Kawhi llegaba como gran fichaje. Y las reuniones se repitieron mientras los Raptors de 2019 jugaban los playoffs en los que acabaron llev¨¢ndose el t¨ªtulo.

El asunto m¨¢s alarmante de todo este nuevo tiene que ver con la lesi¨®n de ligamento cruzado de la rodilla derecha, el principio de la gran pesadilla para todas las partes, que sufri¨® Kawhi durante los playoffs de 2021. La recuperaci¨®n abarc¨® toda la temporada 2021-22, pero Shelton asegura que sus informes recomendaban a los Clippers una ausencia de ¡°730 d¨ªas¡± dado el historial de problemas f¨ªsicos de Kawhi. Los Clippers le respondieron que eso era ¡°inaceptable¡±. La baja dur¨® finalmente 16 meses, y el alero volvi¨® a las pistas en agosto de 2022, en principio con un cuidado plan de descansos y gesti¨®n de sus partidos y minutos.

En los playoffs de 2023, Kawhi sufri¨® una lesi¨®n de menisco tambi¨¦n en esa maldita rodilla derecha, y Shelton asegura que remiti¨® una queja a Frank por c¨®mo se hab¨ªa gestionado la actividad del jugador y como ¨¦l hab¨ªa sido apartado de la toma de decisiones en este crucial asunto. En ese documento habla de una ¡°incomprensible mala gesti¨®n de la lesi¨®n de Kawhi y de los protocolos para su vuelta a las pistas¡±. El fondo del asunto era claro: consideraba que los Clippers hab¨ªan pensado en la productividad en pista de Kawhi, no en su estado f¨ªsico y en lo que pudiera ser mejor para su carrera. Frank le contest¨® que investigar¨ªan lo sucedido, y lo siguiente fue la conclusi¨®n de que no se hab¨ªa hecho nada incorrecto¡­y la finalizaci¨®n abrupta de la relaci¨®n contractual de Shelton con la franquicia.

Su abogado, John David, pone el dedo en esas yagas en un comunicado para ESPN: ¡°Esperamos que esta demanda sirva como toque da atenci¨®n para los Clippers, para que as¨ª dejen de tratar a sus jugadores como cheques de dinero y empiecen a pensar en ellos como jugadores y seres humanos que necesitan ser tratados de forma correcta en unas lesiones que pueden afectar a sus carreras y a sus vidas una vez que se retiren¡±. Es, por lo tanto, un caso de una notable gravedad que habr¨¢ que seguir con atenci¨®n seg¨²n se desarrollan los acontecimientos en la v¨ªa judicial, en la investigaci¨®n particular de la NBA¡­ y en la recuperaci¨®n de esa rodilla derecha de Kawhi Leonard que, por ahora, no da tregua.

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