Los Cavs salvan una trampa

La trampa perfecta. Kenny Atkinson, el entrenador de Cleveland Cavaliers, sab¨ªa desde luego lo que dec¨ªa. Que sus jugadores, a los que no hab¨ªa hecho falta motivar un d¨ªa antes para el partido del a?o contra Oklahoma City Thunder, iban a tener problemas para mantener el foco, la concentraci¨®n, menos de 24 horas despu¨¦s de un triunfo medi¨¢tico, muy importante. Y que el calendario de la regular season esconde unos cuantos d¨ªas as¨ª, de esos que hasta los mejores equipos dejan escapar, con la cabeza en otro sitio. Y por eso todos, hasta los mejores (esos, muy pocas) acaban apilando su pu?ado de derrotas.

Fue exactamente como hab¨ªa previsto Atkinson, pero al final sus Cavs salvaron la noche (123-126) gracias a que tienen uno de los mejores ataques de la historia, por ahora, y eso les permiti¨® hacer menos de lo justo en defensa. Y a que jugaron los minutos igualados mucho mejor, eso s¨ª que no es una sorpresa, que unos Raptors en tierra de nadie, en medio de una reconstrucci¨®n lenta, que est¨¢n ahora 8-30, con catorce derrotas en quince partidos y solo una victoria (1-17) fuera de Canad¨¢. Pero era su bala de plata, el c¨®ctel perfecto para que pudieran ganar un partido que en condiciones normales jam¨¢s tendr¨ªan a mano. Al final, tampoco.

Donovan Mitchell, despu¨¦s de su sufrida noche contra la defensa de alambradas (y la pared de m¨²sculos de Lu Dort) de los Thunder, descans¨®. Y sus compa?eros se tomaron las cosas con mucha calma: perd¨ªan por once en el segundo cuarto pero lo arreglaron (61-61 al descanso); Y perd¨ªan por doce (81-93) superado el ecuador del tercer cuarto. Lo arreglaron, tambi¨¦n. Con 126-124, Scottie Barnes no pudo empatar y Darius Garland anot¨® el triple definitivo (129-124) a 39 segundos del final. El base, sin Mitchell, concentr¨® todo el flujo de juego y, un d¨ªa despu¨¦s de ser fundamental en la gran batalla contra los Thunder, sac¨® a su equipo de la zanja de barro en la que lo estaban metiendo los Raptors: disparado hacia su segundo all star (lo fue en 2022), acab¨® con 40 puntos, 9 asistencias y un 14/22 en tiros. Est¨¢, en la temporada, por encima del ic¨®nico 50-40-90 (50% en tiros de dos 43,3% en triples, 91,5% en tiros libres).

El resto, las matem¨¢ticas del triple: otra vez, m¨¢s de 40 lanzados (18/45) por encima del 40% en acierto (el mejor equipo de la liga tambi¨¦n en eso). Y 132 puntos, sin Mitchell y despu¨¦s de muchos minutos de siesta. Max Strus sigue calentando la mu?eca despu¨¦s de incorporarse tarde a la temporada por lesi¨®n (esta vez, 4/5 en triples y 12 puntos; contra los Thunder, 5/6 y 17) y las torres gemelas facturaron 39 puntos y 26 rebotes con un 15/20 en tiros. Evan Mobley acab¨® con 21+11 y 6 asistencias; Jarrett Allen con 18, 15 (6 en ataque) y un 8/9 en lanzamientos. Los dos van tambi¨¦n lanzados hacia el All Star. Y Mobley (23 a?os) tambi¨¦n, de paso, hacia el megaestrellato.

As¨ª que los Cavs ganaron. En una de esas noches que no ser¨¢n de las que se recuerden de esta temporada, por ahora primorosa, pero ganaron. Hicieron lo justo, finalmente, contra Scottie Barnes (24+10+8), RJ Barrett (20+5+5) y una racha de muchos puntos de Chris Boucher (23+12) y el rookie Jamal Shead (15). La faena de ali?o, sin muchos de los focos grandilocuentes que iluminaron el triunfo del d¨ªa anterior contra OKC, s¨ª tiene mensaje: es ya 33-4 y seis partidos de ventaja, en el Este, sobre Boston Celtics, que llevaban casi tres a?os sin estar tan lejos de la cabeza de la Conferencia. Es un 20-1 en casa y un porcentaje total de victorias (89,2%) que se sit¨²a por encima del que sellaron a final de temporada los Warriors 2015-16 (73-9, 89%) y los Bulls 1995-96 (72-10, 87,8). Es decir, los Cavs est¨¢n en ritmo, ahora mismo, de igualar esos 73 triunfos de ciencia-ficci¨®n de los Warriors 2016. Es algo de una dimensi¨®n extraordinaria.

Y son, as¨ª que esto es algo que realmente es dif¨ªcil de ver, uno de los ¨²nicos cinco equipos que ha conseguido llegar a 37 partidos, casi en el ecuador del curso, con 33 victorias. Y el segundo (junto a los Mavs 2006-07) con dos rachas de doce victorias seguidas (ahora tienen la segunda abierta) en ese tramo. Por delante, pura historia, los dos equipos citados (Warriors y Bulls), los Sixers 1966-67 y los Lakers 1971-72. Todos fueron campeones menos los Warriors que, ya se sabe, fueron casi campeones (los Cavs, precisamente, les remontaron un 3-1 en las Finales con el tap¨®n de LeBron James a Andre Iguodala y todo lo dem¨¢s). Se manejan, adem¨¢s, en m¨¢s de 11 puntos de diferencia media, el quinto mejor dato de siempre.

Quedan cuatro partidos para el ecuador exacto de la temporada. A ese punto llegaron con tres derrotas los Lakers de 1972 y los Bulls de 1996 (38-3). No ha habido nada mejor. Los Warriors de hace nueve a?os estaban 37-4, con dos patinazos (era un incre¨ªble 35-2 en 37 partidos) en este mini tramo que afrontan ahora los Cavs, que van a jugar dos veces contra los Pacers y despu¨¦s en OKC (la gran revancha) y Minnesota. Ese, nada f¨¢cil, es su calendario a partir del domingo. Porque ya se han ganado el derecho a que miremos cu¨¢l es el siguiente partido, qu¨¦ rival toca despu¨¦s, en qu¨¦ balance pueden llegar a este o aquel punto. Eso es s¨ªntoma, una se?al obvia, de que estamos asistiendo a algo importante, dif¨ªcil de ver, digno de seguir con lupa. Simple y llanamente, ahora mismo, una de las mejores temporadas de toda la historia de la NBA.

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