Locura en Dallas: sin Doncic, con Kyrie, festival de triples y remontada de los Mavs

La NBA tiene estas cosas. Un calendario extra?o que te obliga, en ocasiones, a disputar dos partidos consecutivos contra el mismo rival; y un poder para pensar que la magia existe que no tiene casi ninguna otra competici¨®n deportiva del planeta. Con Luka Doncic fuera de circulaci¨®n por tercer partido consecutivo (la decisi¨®n se tom¨® unas horas antes de la cita), fue Kyrie Irving el que se ech¨® el equipo a las espaldas de nuevo. Y con la segunda victoria en tres partidos sin el esloveno, algo neta y completamente positivo para una franquicia que necesita sumar sin su estrella y, sobre todo, demostrar que puede hacerlo. Y fue en la locura: en un d¨ªa, el de Martin Luther King, en el que hubo varios enfrentamientos en horario europeo (hasta cinco), los texanos empezaron ganando f¨¢cil, se diluyeron, mostraron sus mayores defectos despu¨¦s de hacer lo mismo con las virtudes, y transformaron el hundimiento en una demostraci¨®n de orgullo, coraje y pundonor fant¨¢sticos. Algo que necesita como el comer para hincharse de orgullo y poner tierra de por medio para evitar el play in, precisamente ante un rival directo como los Pelicans.

El inicio del duelo, 33-17 tras los primeros 12 minutos, contrast¨® en demas¨ªa con lo que vino despu¨¦s. Los Mavericks bajaron el nivel hasta encajar 42 bochornosos puntos en el segundo periodo y 40 en el tercero, 82 en total. Todo esto cambi¨® despu¨¦s gracias a Kyrie, Tim Hardaway y el poder de los otros, esa intendencia liderada por Dereck Lively, un jugador con el que el equipo de Jason Kidd tiene un 20-10 de r¨¦cord, 4-7 cuando no est¨¢. El p¨ªvot empez¨® fuerte (3 rebotes ofensivos nada m¨¢s empezar), tuvo problemas de faltas despu¨¦s y emergi¨® posteriormente para amarrar poder debajo del aro, dar segundas oportunidades a los suyos y aprovechar el nivel del capit¨¢n Irving, l¨ªder absoluto en ausencia de Doncic. Del 104-111 a 7 minutos del final se pas¨® al 112-111 en una serie en la que primero anot¨® Maxi Klebber de dos, y luego Hardaway descerraj¨® sendos triples. Los Mavs ya no perdieron la ventaja. Y se llevaron la victoria. Una bals¨¢mica.

Y eso que hubo pelea hasta el final: con 121-119, los Mavs agotaron la posesi¨®n, que fue a parar a los Pelicans. Willie Green pidi¨® tiempo muerto y Jason Kidd tom¨® una decisi¨®n comprometida, pero a la postre acertada: le hicieron falta a Zion Williamson, que llevaba un 5 de 9 desde la personal, 6 de 11 al final tras errar el primero de los intentos. Todo con Lively en el banquillo en la falta y dentro de la pista para asegurar el rebote, para protegerle de cara a una hipot¨¦tica pr¨®rroga (llevaba 4 infracciones) y que no tonteara con la eliminaci¨®n. Irving acert¨® dos tiros libres y los texanos se aseguraban la pr¨®rroga. No hubo: sin tiempo muertos pero con tiempo (y de nuevo con Lively en el banquillo), los Pelicans atacaron y Brandon Ingram intent¨® el triple que hubiera dado el empate pero no existi¨®. Kleber, con dos tiros libres, solucion¨® los problemas y la grada rugi¨®. Doncic, vestido de calle en el banquillo, tambi¨¦n sonre¨ªa. No era para menos.

Kyrie mantuvo su gran momento de forma (ven¨ªa de promediar 36,3 puntos en los ¨²ltimos cuatro partidos) y se fue a 42 puntos (13 de 28 en tiros), 7 rebotes y 7 asistencias. Tim Hardaway se fue a 41, con 9 de 15 en triples, saliendo cara el cuestionamiento de lo que es como jugador, uno capaz de compensar lo bueno que hace con muchas cosas malas, pero que puede llegar a ser decisivo cuando est¨¢ enchufado y lo que se necesita son lanzamientos exteriores y muchos puntos. Entre ambos, 83 d¨ªgitos de anotaci¨®n, tremendo. Y 13 puntos de Josh Green, 7 (y un triple clave), con 7 asistencias de Grant Williams y 6, con 12 rebotes (7 ofensivos, tiene un im¨¢n) de Lively, ese rookie que se ha convertido en esencial en el sistema de Jason Kidd, dando la pieza que le faltaba a Luka Doncic y ejerciendo un poder¨ªo f¨ªsico en los dos lados de la zona envidiable, con poder de intimidaci¨®n, un gran salto vertical y una capacidad para dar segundas oportunidades a sus compa?eros que es su logotipo y su mejor baza para triunfar en una NBA que no espera a nadie, pero casi siempre da alguna opci¨®n de tener ¨¦xito. Y ese es el resquicio que hay que aprovechar.

A los Pelicans no les bast¨® el buen partido que hicieron casi todo el rato. Uno tedioso en fases, con muchos tiros libres (76 de forma combinada entre ambos equipos) y en el que salieron derrotados. Zion Williamson se fue a 30 puntos, pero fall¨® demasiado desde la personal (incluido al final) y s¨®lo atrap¨® un rebote. Brandon Ingram fue inoperante (12+5+5, pero 3 de 14 en tiros de campo y 0 de 4 en triples), Jonas Valanciunas estuvo desdibujado en la zona (6+6), Trey Murphy convirti¨® 14 tantos lanzando 12 veces desde la personal y Larry Nance tuvo buenos minutos y sum¨® otros 14, con 8 rebotes, 2 asistencias y 3 robos, aportando mucha energ¨ªa, ganas y f¨ªsico en la pintura. No fue suficiente: los de Willie Green se ponen 24-17 y se alejan de la estela de los Clippers, mientras que los Mavericks igualan dicho r¨¦cord y siguen luchando por salir de un play in que no quieren jugar. El objetivo, seguir sumando, con o sin Doncic. Mientras tanto, a seguir deleit¨¢ndonos con remontadas estupendas y el nivel celestial de un Kyrie que parece encontrarse en su mejor momento desde que sali¨® de los Cavaliers, all¨¢ por 2017. A veces se nos olvida lo bueno que es. Quiz¨¢ ¨¦l haya participado en ello. Pero el talento sigue ah¨ª, sin duda. Y es una delicia verlo. Siempre.

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