NBA | WIZARDS 119 - LAKERS 130
Legendario: Davis, con 55 puntos, llama a las puertas del Olimpo
Octava victoria en 10 partidos para unos Lakers al alza y exhibici¨®n generacional de un Davis enorm¨¦rrimo. Su incre¨ªble partido, para la historia.
El idilio sigue y los Lakers son sus protagonistas. La historia de Hollywood es posible, tangible, real. El desarrollo de la misma, un hecho actual que siempre puede cambiar pero que sit¨²a a los angelinos en un lugar en el que nadie esperaba. Un equipo serio, competitivo, trabajado, que ha dejado atr¨¢s ese inicio que ahora parece incre¨ªble (0-5), suma 8 victorias en los ¨²ltimos 10 partidos y est¨¢ una victoria del play-in, a dos de ese octavo puesto que anta?o (parece que han pasado mil a?os) daba acceso directo a los playoffs... y a 5,5 victorias del liderato de la Conferencia Oeste. Es solo un dato, algo que hat que dejar ah¨ª, una estad¨ªstica que no tiene por qu¨¦ significar nada pero, tambi¨¦n, un n¨²mero que no parece tan grande si tenemos en cuenta que estamos hablando de un equipo que hace dos d¨ªas estaba denostado, casado con el fracaso, hecho trizas. Con una plantilla de la que era imposible sacar nada. Y ahora mira. Cosas de la NBA.
Parece un tema manido y, de hecho, se escapa de los an¨¢lisis profundos, pero cualquier franquicia que tenga a LeBron James y Anthony Davis puede confiar en hacer algo grande. Las molestias f¨ªsicas de las dos ¨²ltimas temporadas han brillado por su ausencia hasta ahora y el papel del ala-p¨ªvot, jugando de cinco sin disimulo, est¨¢ siendo sencillamente espectacular. Tras un enfrentamiento tit¨¢nico ante los Bucks en el que ha sido para muchos el mejor partido de lo que llevamos de temporada, Davis cuaj¨® en la capital de Estados Unidos una de las actuaciones de su vida: 55 puntos, 17 rebotes, 3 tapones, +17 con ¨¦l en pista, 22 de 30 en tiros de campo (un 73%), 2 de 3 en triples y 9 de 9 en tiros libres. La estrella consigui¨® 10, 14, 17 y 14 puntos en cada uno de los cuartos, fue intratable para unos Wizards que solo pudieron contemplar semejante demostraci¨®n de talento; defendi¨®, rebote¨®. Domin¨®. Incre¨ªble.
Cualquiera se atreve en estos momentos a especular sobre d¨®nde acabar¨¢n unos Lakers que parecen verdaderamente un buen equipo de baloncesto en muchos ratos de sus partidos. Ante los Wizards, un equipo con un techo muy claro con una estrella como Bradley Beal que se dedica a ver la vida pasar (y que se retir¨® lesionado tras 3 minutos de encuentro), los Lakers ya mandaban 81-105 al final del tercer periodo, ganaron la lucha por el rebote (51-44), repartieron 34 asistencias (15 de Russell Westbrook en otra extra?amente buena actuaci¨®n), lanzaron por encima del 54% en tiros de campo, se fueron a un 38,5% en triples, se gustaron, mandaron, se complementaron y consiguieron dar una sensaci¨®n de fiabilidad extraordinaria motivada por esa victoria ante los Bucks que puede marcar, ya veremos, un verdadero punto de inflexi¨®n tanto en la temporada angelina como en la de toda la NBA.
Davis, que ya hizo un partido similar en 2016, es el ¨²nico jugador en conseguir n¨²meros as¨ª desde Karl Malone en 1990 y promedia m¨¢s de 35 puntos y casi 16 rebotes en los ¨²ltimos 10 partidos (insistimos, 8-2 para los Lakers). Un ya claro candidato para un MVP que, si todo sigue igual, es muy posible que se quede en Boston (la temporada de Jayson Tatum est¨¢ siendo incre¨ªble). Pero qu¨¦ m¨¢s da: lo mejor es ver a este jugador volver a ser el que era, el heredero natural a LeBron, el l¨ªder del proyecto, el dominador, la estrella que se iba a comer el mundo en los Pelicans y que cuaj¨® unos playoffs hist¨®ricamente buenos en la burbuja de Orlando. Un hombre que entr¨® en el top 75 de la historia de la NBA de forma pol¨¦mica y que est¨¢ justificando cada noche que puede ser lo que ¨¦l quiera y que no hay nada ni nadie que pueda toserle en una pista de baloncesto cuando est¨¢ f¨ªsicamente bien. Y as¨ª est¨¢ Anthony Davis: bien. Muy bien.
Los Lakers sonr¨ªen: van 2-0 en su particular gira por el Este, el susto de LeBron en el tobillo ante los Bucks se ha quedado en nada (5 p¨¦rdidas, pero 29+8+6, otro grand¨ªsimo partido), la conexi¨®n entre sus jugadores es fant¨¢stica, se produce en defensa y en ataque, hay una buena selecci¨®n de tiro y Lonnie Walker es un sustento maravilloso (20 puntos con 4 de 4 en triples en Washington). Ahora, visita a Ohio para jugar ante los Cavaliers, con regreso a casa de un LeBron que est¨¢ encantado con Davis de l¨ªder (¡±tenemos que darle muchos balones¡±), en un partido que hace solo unos d¨ªas parec¨ªa tener un ¨²nico y claro favorito pero sobre el que ahora nadie se atreve a especular. Davis consigue dos partidos por encima de los 40 puntos (primera vez que ocurre algo as¨ª en los Lakers desde Kobe Bryant en 2013), est¨¢ en el mejor momento de su carrera, sus rivales parecen hormigas a su alrededor y, encima, parece disfrutar jugando al baloncesto. La temporada de los Lakers era un galimat¨ªas, una ecuaci¨®n en la que era imposible despejar la x. Y ah¨ª est¨¢n. Extraordinario.