Las horas perdidas de los Lakers

LeBron James y Anthony Davis se dieron un ba?o de oro con el nuevo Dream Team en Par¨ªs. Camino de los 40 a?os que cumplir¨¢ en diciembre, LeBron fue MVP de una cita ol¨ªmpica en la que promedi¨®, doce a?os despu¨¦s de su segundo oro (Londres 2012), 14,2 puntos, 6,8 rebotes, 8,5 asistencias y 14,2 de valoraci¨®n en solo 24,5 minutos de media. Esos n¨²meros incluyen, por ejemplo, un triple-doble (14+12+10) en la remontada de la semifinal contra Serbia que salv¨® la honra del Team USA y dej¨® la ic¨®nica actuaci¨®n de tres gigantes hist¨®ricos (LeBron, Stephen Curry y Kevin Durant) trabajando juntos y a pleno rendimiento en una cancha de baloncesto. Davis fue un ¨®ptimo escudero defensivo (16,8 de valoraci¨®n media en solo 16,6 minutos por partido).

Un cierre perfecto para las dos estrellas de los Lakers a lo que hab¨ªa sido una brillante temporada 2023-24¡­ solo en lo individual. Davis (camino de los 32 a?os) jug¨® 76 partidos, su m¨¢ximo desde 2018, y promedi¨® 24,7 puntos, 12,6 rebotes, 3,5 asistencias y 2,3 tapones. Fue all star y entr¨® en el Mejor Quinteto Defensivo. LeBron volvi¨® a derrotar al padre tiempo: 25,7 puntos, 7,3 rebotes, 8,3 asistencias, all star y All NBA. Pero los Lakers no progresaron lo suficiente. Ganaron el In-Season Tournament, pero su temporada fue mediocre: solo cuatro victorias m¨¢s que la temporada anterior, de 43 a 47) y otro batacazo contra los Nuggets, esta vez en primera ronda (no en final de Conferencia) y a pesar de que el equipo de las Rocosas mostr¨® una debilidad que no ten¨ªa el a?o anterior, cuando fue campe¨®n. Los Lakers no pudieron aprovecharla, pero los Nuggets no llegaron m¨¢s all¨¢ y fueron eliminados por los Timberwolves en semifinales.

As¨ª que el verano lleg¨® con la necesidad, otra vez, de hacer un equipo que est¨¦ a la altura de dos estrellas que demostraron que todav¨ªa pueden estar por encima de los temores que las rodean (la edad de LeBron, la fragilidad de Davis), de aprovechar esa ventana de competici¨®n o de demostrar, algo que todav¨ªa no han podido hacer, que esta no se cerr¨® cuando se hizo el traspaso por Russell Westbrook, una decisi¨®n calamitosa que dej¨® a los Lakers inseguros, con un tiento que en otros tramos de su historia no hab¨ªan demostrado y obligados a ser pacientes para ir recuperando assets con los que moverse en el mercado: contratos traspasables, rondas de draft¡­

Hab¨ªa varios caminos: estrellas (no de primer¨ªsima magnitud) con las que intentan ensamblar otro big three, precisamente la f¨®rmula que no sali¨® bien con Westbrook y que parec¨ªa un riesgo enorme a la vista del nuevo panorama salarial y de los nombres que se manejaban (al estilo Trae Young) y las condiciones que acompa?an (edad¡­) en 2024 a LeBron y Davis; Secundarios que ocupen roles (defensa, tiro exterior¡­) de acompa?amiento para permitir que brillen y dirijan los dos principales, como en el anillo de 2020, piezas de profundidad de rotaci¨®n y m¨¢s piernas¡­ Pero, finalmente, los Lakers no han hecho nada. Nada de nada. Sus ¨²nicas caras nuevos han sido los rookies, el prometedor Dalton Knetch (pick 17) y, claro, un Bronny James que ha protagonizado horas y horas de debate pese a ser un pick 55. Eso, claro, y la llegada de JJ Redick, otro cacareado asunto y la apuesta (arriesgada) por un entrenador sin experiencia para, como m¨ªnimo, dinamizar a un equipo que acab¨® la temporada sin conexi¨®n con Darvin Ham, ca¨ªdo en desgracia no sin cierta cuota de culpa, y sin salud: LeBron y Davis jugaron muchos partidos, pero la rotaci¨®n no estuvo nunca en condiciones. Si los Lakers han acertado con Redick, que est¨¢ por ver, y si tienen menos lesiones ser¨¢n un equipo mejor que el de la pasada temporada. Parece obvio. Tambi¨¦n que no ser¨¢n uno de los aspirantes con galones de verdad al anillo.

Por qu¨¦ los Lakers no han hecho nada es un asunto de an¨¢lisis profundo, pero el periodista Anthony Irwin se?ala, citando a ejecutivos de otras franquicias, el problema obvio que supone que los dem¨¢s crean que es una franquicia ¡°inepta¡± y ¡°desesperada¡± e intenten sacar provecho de ello. Los Lakers han tocado muchas cuerdas, han hecho muchas llamadas, pero finalmente no han dado con la tecla en ning¨²n caso: Jerami Grant, Kyle Kuzma, Bruce Brown, Cam Johnson, Dorian Finney-Smith, Wendell Carter Jr¡­ El caso de Grant explica bien esa percepci¨®n que los otros pueden tener de un equipo que tiene que hacer algo: las peticiones de los Blazers eran tan exageradas que la operaci¨®n pasaba a ser t¨®xica. As¨ª, en el microan¨¢lisis de cada movimiento, los Lakers pueden haber acertado. Es mejor no hacer nada que seguir cometiendo errores. Pero el hecho es que no han hecho nada, y eso a veces tambi¨¦n es hacer algo, cometer un error. Uno, tal vez, capital.

Irwin tambi¨¦n apunta a la forma en la que lleg¨® Redick, despu¨¦s de demasiadas semanas de rumores desde que se termin¨® la relaci¨®n con Ham y tras aquel sainete con el no fichaje de Dan Hurley que volvi¨® a magullar la imagen p¨²blica de los Lakers. Si realmente era la opci¨®n elegida, por qu¨¦ la oferta econ¨®mica no fue acorde; Si el favorito fue siempre Redick, por qu¨¦ esa oferta a Hurley¡­ Rob Pelinka, el mandam¨¢s en los despachos, no hizo nada en febrero porque prefiri¨® poner todos los huevos en la cesta de este verano; Ahora, habla del siguiente febrero¡­ y los ejecutivos que cita Irwin creen que se trata de un tipo listo, superviviente: es m¨¢s dif¨ªcil que pagues el pato si no haces nada y dejas que los jefes se impliquen en las decisiones. Jeanie Buss ha intervenido en qu¨¦ se ha hecho y c¨®mo, y parece que ha tenido otra vez mucha voz el matrimonio Rambis, el exjugador Kurt y su mujer, e ¨ªntima amiga de Jeanie, Linda. Un n¨²cleo duro que lleva a?os siendo cuestionado en una franquicia donde hay exceso de endogamia y donde, se dice desde dentro, falta inversi¨®n para poner los despachos a la altura de lo que requiere una estructura moderna de equipo. Falta dinero.

El caso es que los Lakers no han hecho nada y parecen paralizados. Como si no creyeran de verdad que con LeBron y Davis se pueda seguir teniendo (en 2024) un equipo campe¨®n, o al menos como si las opciones fueran tan escasas que arriesgar para intentarlo les parezca f¨²til aunque, precisamente porque son los Lakers, tampoco puedan elegir una estrategia que pase por desmontar este proyecto con estos referentes. No han encontrado en el mercado la estrella que les haga creer que todo merecer¨¢ la pena, y los secundarios que tanteas est¨¢n (para ellos, especialmente) a precio de casi estrella. En ese c¨ªrculo vicioso, el tiempo pasa y Pelinka empieza a parecer un ejecutivo que, como m¨ªnimo, no es capaz de hacer que pasen cosas. Insisto, por mucho que dilapidar a la ligera contratos y los picks de primera ronda que se van acumulando (a partir del draft 2024 ten¨ªan tres para negociar) solo por no quedarse parado tambi¨¦n habr¨ªa sido una opci¨®n nefasta. Pero nada peor, seguramente, que intentar ganar ahora sin dejar de pensar en ganar despu¨¦s, cuando inevitablemente pasen LeBron y Davis. As¨ª, normalmente, no se gana nunca. Ni ahora¡­ ni despu¨¦s.

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