La agente de Caitlin Clark cree que la WNBA jam¨¢s podr¨¢ devolverle el dinero que les da
Erin Kane, representante de la megaestrella Caitlin Clark, se queja de lo poco que cobra la jugadora en base a lo que aporta a la WNBA.
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Caitlin Clark se enfrenta a rivales sobre la cancha y a las consecuencias de su fama fuera de ella. Recientemente no ha estado muy en boga en los c¨ªrculos del baloncesto por su negativa al reto que se le propuso, junto a la tambi¨¦n sensaci¨®n femenina Sabrina Ionescu, de enfrentarse a Stephen Curry y Klay Thompson a puro triple en San Francisco. Es s¨®lo una de las quejas a las que se enfrenta en esta vida.
Esta ¨²ltima pol¨¦mica sigue coleando. Dej¨® sin espect¨¢culo al All-Star de la NBA porque, seg¨²n ella, si quiere aparecer por primera vez en alguno desea que sea en el de la WNBA, liga a la que ella pertenece. Dos palabras, altivez y enemistad, se esconden bajo esa excusa. Clark, de 23 a?os, ha tenido que medir sus nervios contra el racismo (su archirrival desde los tiempos de la universidad, Angel Reese, tambi¨¦n es controvertida) que, siendo blanca, se vuelve contra ella. La n¨²mero uno del Draft de 2024, que en su primera temporada como profesional clasific¨® a sus Fever para playoffs con medias de 19,2 puntos y 8,4 asistencias, se ve de nuevo en el ojo del hurac¨¢n aunque no sea su culpa.
Erin Kane es la representante de Clark al igual que otras jugadoras del torneo femenino de referencia en Estados Unidos. Napheesa Collier, por ejemplo, la mejor defensora del a?o pasado y una de las creadoras de la liga Unrivaled. Kane ha valorado recientemente el impacto de Caitlin para el progreso de su g¨¦nero en el baloncesto, c¨®mo lucha en esa posici¨®n y el poco dinero que por ello cobra.
Dice la agente a ESPN: ¡°?Ser¨¢ pagada Caitlin Clark alguna vez el dinero que realmente vale para esa liga? No creo que sea posible. Ella forma parte de algo m¨¢s grande. Todas necesitan que se les pague m¨¢s. Ella deber¨ªa ser reconocida por lo que ha hecho y lo que ha aportado a la competici¨®n desde un punto de vista econ¨®mico. Es tan simple como eso¡±. Debate interesante. Reese, antes mencionada, se quej¨® hace no mucho de que no pod¨ªa pagar el alquiler de su casa con lo que ganaba en la WNBA. Clark fue n¨²mero uno de su draft y por ello se embolsar¨¢ 338.000 d¨®lares por cuatro a?os, el primero en 76.535, y compar¨¢ndolo con los hombres de la NBA sale a colaci¨®n Zaccharie Risacher, n¨²mero uno de la ¨²ltima promoci¨®n, cuya media de ingresos nada m¨¢s llegar al profesionalismo est¨¢ en 14,2 millones. No est¨¢n bajo los mismos est¨¢ndares. La liga de mujeres se nutre de presupuestos, en su mayor¨ªa, de las franquicias masculinas que en las mismas ciudades diversifican el negocio en pos de la paridad. Si bien la reivindicaci¨®n se entiende, algo habitual en el deporte femenino en base a lo que se genere, Clark no gana s¨®lo eso; de hecho es un 1% de lo que se llev¨® al banco en 2024, como Sportico apunta, dado que Gatorade, State Farm, Wilson, Hy-Vee, Xfinity, Gainbridge, Panini y Lilly, adem¨¢s del contratazo de la marca de ropa Nike (el que m¨¢s le genera), tienen firmados acuerdos de patrocinio con ella. Una reflexi¨®n a hacer para mejorar.
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