James Worthy ten¨ªa que ser trampa
Solo ha habido una vez en la historia en la que el campe¨®n de la NBA ha elegido, adem¨¢s, al n¨²mero 1 del siguiente ¡®draft¡¯: los Lakers en 1982.
Don Ford era un especialista defensivo, californiano de Santa Clara, que fue elegido por los Lakers con el pick 92 del draft de 1975. En la temporada 1979-80, la primera de Magic Johnson y, en esencia, la del advenimiento del Showtime, apenas jugaba (poco m¨¢s de 11 minutos por partido) en una rotaci¨®n de forwards en la que ten¨ªa por delante a, nada menos, Jamaal Wilkes, Jim Chones y Spencer Haywood. As¨ª que en plena temporada, el 15 de febrero de 1980, los Lakers lo enviaron junto a su primera ronda del siguiente draft (vali¨® la elecci¨®n de Chad Kinch, que solo jug¨® 41 partidos en la NBA) a Cleveland Cavaliers a cambio de Butch Lee, un base puertorrique?o cuyo paso por L.A. fue totalmente ef¨ªmero¡ y de la primera ronda de los de Ohio en 1982.
Meses despu¨¦s del traspaso, los Lakers fueron campeones gracias a aquella inolvidable noche de un Magic Johnson rookie (y MVP de las Finales) en el sexto partido, en Philadelphia. El 8 junio de 1982 los Lakers ganaron, otra vez con los Sixers como v¨ªctima, se segundo t¨ªtulo en tres a?os, este ya con Pat Riley como entrenador principal. Y 21 d¨ªas despu¨¦s eligieron con el n¨²mero 1 del draft a James Worthy, un hist¨®rico que fue importante en tres t¨ªtulos m¨¢s de esa d¨¦cada prodigiosa de los angelinos: 1985, 1987 y 1988, a?o en el que fue MVP de las Finales.
Nunca antes un campe¨®n hab¨ªa elegido, con el t¨ªtulo reci¨¦n amarrado, al n¨²mero 1 del siguiente draft. Y nunca m¨¢s ha vuelto a pasar. Pero ese fue el premio que se hab¨ªan llevado los Lakers en aquel traspaso, aparentemente menor, de 1980. Los Cavaliers, claro, no pensaban que iban a ser tan rematadamente malos un par de a?os despu¨¦s. Pero lo fueron, y esa operaci¨®n que les dej¨® sin Worthy, estrella en la North Carolina en la que aprend¨ªa el oficio un imberbe Michael Jordan, qued¨® como un desastre hist¨®rico, uno de esos que barren el presente y el futuro a medio plazo de las franquicias.
Los Lakers y las monedas al aire
Eran a?os de draft sin loter¨ªa, un proceso que lleg¨® en 1985 con pol¨¦mica porque se rumoreaba (las conspiraciones de entonces) que era la forma que hab¨ªa encontrado David Stern para poner a Patrick Ewing, aclamado n¨²mero 1 de aquel a?o, en los ultra medi¨¢ticos Knicks. Hasta entonces, la primera selecci¨®n era una cuesti¨®n de moneda al aire entre el peor equipo de cada Conferencia, en este caso los Clippers (el peor del Oeste) y los Lakers, que ten¨ªan el derecho a elegir en lugar del peor del Este, los Cavs.
Como en todo lo que tocaba a las dos franquicias que todav¨ªa no eran vecinas, pero casi (los Clippers estaban en San Diego) la suerte sonri¨® a los Lakers, y que se hicieron con James Worthy y pusieron una promesa de estrella generacional en el campe¨®n de la NBA. Los Clippers, con el 2, eligieron al excelente Terry Cummings, que de hecho fue Rookie del A?o pero que en dos a?os ya hab¨ªa sido traspasado a Milwaukee, donde adquiri¨® rango de all star. Una de esas cosas malas que les pasaban sin parar a los Clippers, que adem¨¢s dejaron caer al 3 a Dominique Wilkins.
Los Cavaliers, en una ¨¦poca en la que todav¨ªa no se pod¨ªan poner protecciones a las rondas de draft que se traspasaban para evitar descalabros como este (el riesgo era m¨¢ximo siempre), eran en el inicio de los ochenta una franquicia disfuncional, que intentaba arreglar todo a base de golpes de efecto y cada uno sal¨ªa peor que el anterior. Al frente estaba el empresario Ted Stepien, uno de los peores propietarios de la historia y el que dio nombre despu¨¦s, muy a su pesar, a la Stepien Rule, la norma por la que no se pueden traspasar primeras rondas de a?os sucesivos. Una manera de intentar evitar que mandamases como ¨¦l dejaran el futuro arrasado para los que, inevitablemente, les acabaran sustituyendo.
En los tres a?os en los que Stepien dirigi¨® a los Cavaliers el equipo gan¨® 28,15 y 23 partidos. Cuando comenz¨® su etapa en los despachos, en abril de 1980, la primera ronda de 1982 ya era de los Lakers. Pero ¨¦l la envi¨®, con su desastrosa gesti¨®n, directa a ese 1 n¨²mero del draft envuelta ese 15-67, el peor balance hist¨®rico de los Cavs. Su popularidad en Ohio lleg¨® a unos m¨ªnimos peligrosos mientras el equipo era rebautizado como Cleveland Cadavers. Esa temporada 1981-82, Stepien lleg¨® a poner a cuatro entrenadores distintos al frente del equipo; Y su locura por solucionar algo como fuera hizo que los Cavs llegaran a tener cinco primeras rondas de draft seguidas traspasadas: de ah¨ª la Stepien Rule, poco despu¨¦s.
Los errores de uno, los aciertos de otro
As¨ª, un equipo absolutamente disfuncional puso, con una operaci¨®n menor, a James Worthy en manos del campe¨®n de la NBA. Un jugador que ven¨ªa de ser campe¨®n y MOP (Most Outstanding Player) con los Tar Heels de North Carolina unos meses antes, en esa final hist¨®rica contra Gorgetown (63-62) en la que ¨¦l se las ve¨ªa con Sleepy Floyd y Michael Jordan con Patrick Ewing en el duelo, los dos ten¨ªan 19 a?os, de sensaciones emergentes. Jordan anot¨® la primera canasta de su vida, la suspensi¨®n del triunfo a falta de 17 segundos. Dean Smith, su entrenador, le pidi¨® que lanzara sin miedo porque sab¨ªa que su hom¨®nimo, John Thompson (duelo de hist¨®ricos tambi¨¦n en los banquillos) har¨ªa lo que fuera para evitar que pudieran tirar Worthy y la otra estrella del equipo, Sam Perkins. Worthy acab¨® con 28 puntos y un 13/17 en tiros, haciendo ya honor al apodo por el que ser¨ªa conocido despu¨¦s: Big Game James. Un tipo de grandes ocasiones, jugador de partidos importantes.
Worthy y Jordan solo jugaron juntos en aquella temporada 1981-82 de los Tar Heels, un equipo inolvidable que se proclam¨® campe¨®n y en el que el primero, a punto de saltar a la NBA, promedi¨® 15,6 puntos y el segundo, 13,5. Ahora, Worthy recuerda as¨ª aquella uni¨®n con un jovenc¨ªsimo Jordan: ¡°Me acuerdo de ¨¦l cuando era novato y yo estaba en mi a?o junior. En realidad, solo estuvimos juntos cuatro o cinco meses. Pero, y la historia te dice lo que pas¨® con Jordan despu¨¦s, yo fui mejor que ¨¦l durante unas tres semanas. Y las disfrut¨¦ mucho, porque ve¨ªa algo en ese chico que todav¨ªa no ten¨ªa. Estaba aprendiendo, nadie le hab¨ªa ense?ado algunas cosas. No s¨¦ qui¨¦n hab¨ªa sido su entrenador de instituto, pero jugaba mejor al beisbol. Pero buscaba al mejor en todo -ajedrez, backgammon- y si perd¨ªa se enfadaba como si fuera un s¨¦ptimo partido en los playoffs. As¨ª que entren¨¢bamos dos horas y media, corr¨ªamos y acab¨¢bamos agotados pero siempre quer¨ªa m¨¢s. Cuando yo me intengaba marchar, me dec¨ªa que d¨®nde iba. Siempre quer¨ªa jugar uno contra uno, al menos un rato. Era un chico malo¡±. Jordan jug¨® dos a?os m¨¢s en College antes de dar el salto a la NBA. Promedi¨® en ellos casi 20 puntos por partido y meti¨® a los Tar Heels en dos torneos universitarios en los que no lleg¨® ning¨²n t¨ªtulo m¨¢s.
Worthy acab¨® siendo, claro, uno de los mejores jugadores que los Lakers han drafteado en toda su historia. Una franquicia m¨¢s habituada a dar grandes golpes de efecto en el mercado de agentes libres o a trav¨¦s de traspasos, s¨ª sum¨® v¨ªa draft a inolvidables como el backcourt campe¨®n en 1972 (Jerry West y Gail Goodrich), Michael Cooper (el stopper defensivo del Showtime), Elgin Baylor (una megaestrella antes de la era de la megaestrellas), Worthy o Magic Johnson, otro golpe de efecto gracias a una operaci¨®n anterior.
Dos anillos... y dos n¨²meros 1 de draft
Porque, s¨ª: los Lakers entre 1979 y 1982 ganaron dos anillos¡ y tuvieron dos n¨²meros 1 de draft. Tres a?os antes del caso Worthy, hab¨ªan podido elegir a Magic Johnson gracias a una operaci¨®n pasada y un golpe de suerte con la moneda al aire. Magic, de este modo, lleg¨® a la NBA directamente a un equipo que hab¨ªa ganado 47 partidos y hab¨ªa llegado a semifinales del Oeste con Kareem Abdul-Jabbar, Norm Nixon, Jamaal Wilkes, Adrian Dantley¡ y Don Ford, el jugador que luego posibilit¨® el movimiento que acab¨® con Worty en unos Lakers que (1981-82) hab¨ªan ganado 57 partidos, m¨¢s que nadie en el Oeste, y el anillo de campeones.
El caso de Magic tambi¨¦n fue curioso, y tambi¨¦n lleg¨® (1979) despu¨¦s de una hist¨®rica final universitaria, quiz¨¢ la m¨¢s grande de siempre: el triunfo de los Spartans de Michigan State (y Magic Johnson) contra los Sycamores de Indiana State (y Larry Bird) en Salt Lake City. Uno de los primeros partidos cuya retrasmisi¨®n televisiva paraliz¨® Am¨¦rica.
Magic lleg¨® a los Lakers despu¨¦s de negociar un gran contrato profesional (no exist¨ªa la escala rookie actual para los elegidos en primera ronda) y con mucho cuidado de d¨®nde pisaba, porque corr¨ªa el riesgo de acabar en Chicago Bulls, por entonces (y hasta la llegada de Jordan) una franquicia decr¨¦pita. Magic, que no ten¨ªa ning¨²n problema en regresar un a?o m¨¢s a Michigan State, jug¨® sus bazas, pero depend¨ªa, como tres a?os despu¨¦s con Worthy, de una moneda al aire que, el 19 de abril de 1979, decidi¨® que el n¨²mero 1 del draft ser¨ªa para los Lakers y el 2 para los Bulls. Un resultado que marc¨® la historia del baloncesto.
Los Bulls (entonces en el Oeste) hab¨ªan firmado un triste 31-51. Los Jazz, entonces en el Este, hab¨ªan terminado 26-56. Pero su elecci¨®n era de los Lakers, otra vez demasiado buenos para estar metidos en eso pero que se colaron gracias a un muy mal c¨¢lculo de otra franquicia, en este caso una en plena mudanza de Nueva Orleans (cuna del Jazz) a Salt Lake City (estado morm¨®n).
En 1976 los Jazz se hab¨ªan empe?ado en firmar a Gail Goodrich, el excelente guard de los Lakers que hab¨ªa hecho pareja exterior con Jerry West en el equipo campe¨®n de 1972. Pero Goodrich, con 33 a?os, hab¨ªa jugado ya sus mejores partidos. Y aunque hab¨ªa terminado contrato, por entonces las normas obligaban a compensar al equipo con el que terminaba contrato el jugador para poder oficializar su cambio de aires. Los Jazz, demasiado alegremente, dieron sus primeras rondas de 1977 y 1979 y una segunda de 1980. No imaginaban (otra vez: como los Cavs despu¨¦s) que ser¨ªan tan malos en 1979. Y que, adem¨¢s, en ese draft, precisamente, estar¨ªa a tiro Magic, un jugador que iba a transformar la historia del baloncesto.
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