James Wiseman no se libra de su tremenda desdicha

En pleno estallido de la pandemia de coronavirus una nueva generaci¨®n de jugadores sondeaba la posibilidad de llegar a la mejor liga del mundo. Entre ellos est¨¢ James Wiseman, sobre el que pesa una sospecha de sus tiempos como universitario. Tampoco se pudo probar mucho all¨ª. Son s¨®lo tres encuentros, pero en ellos promedia casi veinte puntos y remata con diez rebotes. Numerazos un tanto enga?osos. Meses despu¨¦s ¨²nicamente es Anthony Edwards, el primero de la tanda y elegido por unos Timberwolves donde sigue triunfando, el ¨²nico que le supera. Hasta que la sombra se alarg¨® y alarg¨® y se hizo insondable.

Wiseman, aquel chico de 2,12 metros que enamor¨® en la NCAA con Memphis en esas meras tres pinceladas, se ha roto. Otra vez. Se ha incontable. El p¨ªvot era ahora parte de la plantilla de Indiana Pacers. En el primer encuentro de la temporada 2024/25 sus futuras actuaciones se han ido al traste. Se evaluaron las opciones, y se alcanz¨® la conclusi¨®n de que ten¨ªa que ser operado del desgarro de su tend¨®n de Aquiles de la pierna izquierda. Un mal gesto, en solitario y aparentemente poco exagerado, se lo ha llevado por delante. Tiene s¨®lo 23 a?os y parece imposible que alcance una m¨ªnima regularidad para demostrar qui¨¦n es en la NBA, la que le marc¨® como n?2 de su generaci¨®n en 2020. No escapa a la desdicha.

Para ¨¦l el camino profesional comienza con los Warriors, que son los que le eligen. En la ¨²ltima transici¨®n de Golden State hacia el t¨ªtulo tras profundos cambios, llegando Porter, Wiggins, Poole o Kuminga, estaba ¨¦l. De hecho se proclam¨® campeona la franquicia y ese hecho no est¨¢ en su palmar¨¦s porque no pudo disputar ning¨²n encuentro de aquella campa?a. Se hab¨ªa desgarrado el menisco de la rodilla derecha un a?o antes. Despu¨¦s de volver del verano y de m¨¢s cambios en el conjunto que entrena Steve Kerr el p¨ªvot termina a Detroit Pistons v¨ªa traspaso. All¨ª, en catorce meses, pudo sobrepasar la marca de las ochenta citas.

Las condiciones baloncest¨ªsticas de James Wiseman eran y son a¨²n valid¨ªsimas. Es un p¨ªvot zurdo, con aceptable tiro de media distancia, buena capacidad para salir de bloqueo y continuar hacia la canasta, posee intimidaci¨®n defensiva y la juventud le acompa?a. Lo que no va de la mano es el f¨ªsico que necesita para mantener la exigencia de la NBA. En sus a?os de formaci¨®n estuvo en Tennessee, el estado en el que naci¨®, y all¨ª surgi¨® su nombre acompa?ado, por una parte, del asombro por su juego y, por otra, del asombro por lo que no lo era. Cuando estuvo en la high school de Memphis East su entrenador era ¡®Penny¡¯ Hardaway, reconocido jugador de los 90 y comienzos de siglo con cuatro participaciones en el All-Star y una etapa inolvidable en los Magic junto a Shaq. En el siguiente paso Hardaway se quiso llevar a Wiseman a los Tigers y para ello, seg¨²n una investigaci¨®n de la propia NCAA, el ah¨ª t¨¦cnico habr¨ªa ayudado econ¨®micamente a la familia del jugador con 11.500 d¨®lares a instalarse en Memphis, la ciudad en la que est¨¢ la sede del equipo, sin que ¨¦l lo supiera y eso, por legislaci¨®n, no est¨¢ permitido. En aquellos a?os era intimidante, como otros secretos del draft de la talla de Oden o Ayton que no alcanzaron todas sus expectativas. Por eso le escogieron los Warriors, que buscaban un interior m¨¢s cl¨¢sico que pudiera complementar a Draymond Green al haber olvidado los tiempos de Bogut y no haberse establecido todav¨ªa Looney. En la primera temporada despu¨¦s del college no lleg¨® ni a 40 encuentros. El f¨ªsico de cristal le traicion¨® y contin¨²a en esa desdicha.

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