Hay una revoluci¨®n en Indiana
Haliburton lidera a los Pacers a su segunda victoria consecutiva, cuarta en cinco partidos. La v¨ªctima, unos Cavs que no pueden con la revoluci¨®n total.


Poco se habla de los Pacers para todo lo que est¨¢n haciendo. Una historia que va de la mano de esa narrativa que tanto gusta en la NBA: un equipo que hace muchos traspasos en verano, que mira al largo plazo y que va abocado a una reconstrucci¨®n... pero, que de repente, se hace fuerte y empieza a ganar partidos. Que los Pacers vayan 19-17 en esta fase de la temporada es una rareza, algo inimaginable a principios de curso. Sextos de la Conferencia Este, en puestos de playoffs sin tener que pasar por el play-in (de momento, claro), llevan dos victorias consecutivas y cuatro en los ¨²ltimos cinco partidos. Similar a sus hom¨®logos en el Oeste, los Jazz (19-18, pero en el noveno puesto por el ritmo fren¨¦tico de dicha Conferencia), Indiana se mantiene en los puestos de honor, sigue sumando victorias y se olvida de su pasado m¨¢s reciente para mirar, no al futuro a largo plazo, sino al m¨¢s inmediato. Al presente.
La victoria ha sido ante los Cavaliers, una de esas franquicias que van por delante de los Pacers y que se han ralentizado en ese ritmo fant¨¢stico de inicio de temporada. Los de Ohio ya no est¨¢n tan bien y, a pesar de su r¨¦cord (22-14) y de que siguen sacando partidos, no dan la sensaci¨®n de poder ganar a Celtics o Bucks, las dos piedras angulares del Este y los dos favoritos para hacerse con el t¨ªtulo de la NBA. Los Pacers, por su parte, siguen siendo constantes: responden a una mala racha con una buena, se apoyan en sus fortalezas, consiguen victorias ante rivales peque?os (algo clave para que la clase media de la Liga siga siendo clase media) y alguna ante otros te¨®ricamente m¨¢s grandes. Est¨¢n dirigidos por un fant¨¢stico entrenador, Rick Carlisle. Y liderados por un jugador que ya es una estrella: Tyrese Haliburton.
El espectacular base, que lleg¨® a Indiana en ese traspaso que llev¨® a Domantas Sabonis a los Kings (un movimiento muy criticado en su inicio, pero celebrado ahora por ambas partes), se ha ido a 29 puntos y 9 asistencias ante los Cavs y promedia 20,5 puntos y 10,2 asistencias (l¨ªder de la competici¨®n) en la temporada. Su titularidad en el All Star es m¨¢s que posible. Y es el representante de una revoluci¨®n fant¨¢stica que ha tenido un nuevo cap¨ªtulo ante Cleveland: 113-117 abajo a menos de 6 minutos; 135-126 al final. Una remontada auspiciada por el trabajo colectivo y la acci¨®n de un ataque cuyo epicentro es un Haliburton creativo y original, que lidera un estilo divertido y carism¨¢tico.
Fue un partido bonito de ver: muchos puntos, innumerables alternativas. Hubo 28 puntos y 6 asistencias de Donovan Mitchell, 19 y 14 rebotes de Jarrett Allen; 7 de los 8 jugadores de los Cavs superaron la decena de puntos. Pero nada de eso sirvi¨® contra los Pacers de un acertad¨ªsimo Buddy Hield (25 tantos, 10 de 14 en tiros de campo y 5 de 6 en triples), de Bennedict Mathurin su madurez para un rookie que parece un veterano (23), Aaron Nesmith (22) o de Myles Turner (14+12). Curiosamente, ya nadie habla de traspasar al p¨ªvot y a Hield, que disfrutan de la diversi¨®n de su equipo y est¨¢n c¨®modos en su ciudad. Pero la gente s¨ª que habla de los Pacers, un equipo fant¨¢stico de baloncesto con el que se empatiza con facilidad y con el que todo el mundo quiere ir cuando ve un partido suyo. La revoluci¨®n tiene su sede en Indiana. Y Haliburton es su gran l¨ªder.