Gordon desmiembra a unos rendidos Lakers

Se est¨¢n repitiendo guiones que Hollywood no puede afrontar. Por eso se necesita un giro dr¨¢stico de los acontecimientos o los Lakers se ir¨¢n de vacaciones con otro rosco por obra y gracia de los Nuggets. El punto determinante pudo llegar en el segundo encuentro, que los angelinos tuvieron absolutamente en la mano, y lo que viene despu¨¦s es una catarata de correcciones sobre la marcha que har¨¢n que el libreto sea de todo menos Shakespeare. Una historia conocida. Una historia copiada. Donde muchas veces est¨¢ el ¨¦xito sin que haya que justificarse por ello.

Los Nuggets llegaron con convicci¨®n al Crypto Arena y, tras aguantar una primera parte en la que de nuevo se vieron sorprendidos, sacaron toda su calidad de la maleta y pegaron con ella, cachetazo tras cachetazo, a su oponente hasta que ¨¦ste se rindi¨®.

Este game 3 de la primera ronda del Oeste se resolvi¨® con un 105-112 que debi¨® ser m¨¢s abultado. En los ¨²ltimos minutos se ajust¨® el marcador por la relajaci¨®n del propio partido y aciertos varios de Austin Reaves (22).

Los Lakers se encomendaron a la pasi¨®n de Los ?ngeles para hacerse los gallardos e intentar cambiar la tendencia que se hab¨ªa instalado en la eliminatoria tres d¨ªas atr¨¢s. Nada m¨¢s lejos de la realidad, que vuelve a ser cruda: los de enfrente son mejores.

De lo visto en este tercer enfrentamiento se pueden sacar las mismas conclusiones que en esta misma eliminatoria de hace un a?o: a los de Malone les queda un triunfo por conseguir y deber¨ªa llegar cuanto antes. Las fuerzas de los Lakers no parecen parejas a las de los campeones, que echaron del camino a los sitos en California y piensan hacer lo mismo. Por repetici¨®n, como dec¨ªamos, se han conseguido grandes haza?as. Los Nuggets volvieron a comenzar despistados, hasta doce abajo en el marcador, y remontaron, lo cual habla de vastos recursos.

En la apertura del abanico de estos Nuggets est¨¢n las victorias que, durante el camino, acaban dando campeonatos. Ir descubriendo a jugadores secundarios que pasan al primer plano es realmente grato para los Jokic o Murray, para que no tengan que resolver siempre ellos. Este jueves por la noche Aaron Gordon, ese forzudo alero al que muchos conocer¨¢n por el Concurso de Mates (dos participaciones, dos pol¨¦micas), vivi¨® su actuaci¨®n m¨¢s imponente en la NBA. Sin miedo a la exageraci¨®n el calificarla as¨ª. De ser la pieza que le faltaba a esa trabajada plantilla, que en a?os no hab¨ªa logrado dar el salto al nivel de lucha por el t¨ªtulo, a confirmarlo hay varios pasos; qu¨¦ mejor que dar todos ellos en la cara de LeBron James, uno de los mejores que jam¨¢s haya pisado una cancha de baloncesto. Sus 29 puntos y 15 rechaces son la consecuencia de una constante brega en la zona de los Lakers, cortando para anotar y reboteando para multiplicar. Desmembr¨® al conjunto rival en tantas partes que ahora, si quieren pelear la serie un poco m¨¢s, tendr¨¢n que encontrarlas.

Si ahora mismo se sostiene bajo m¨ªnimos la esperanza de que los Lakers rasquen una victoria y regresen la acci¨®n a Denver es ¨²nica y exclusivamente por la calidad de James y Davis, que de nuevo anotaron m¨¢s de la mitad de los tantos de su casillero colectivo. Fuera de esas dos isletas todo es agua. En el cierre de este partido, adem¨¢s, se empezaron a ver muestras de agotamiento en el lado local, dado que la presi¨®n que soportan se va por alg¨²n sitio cuando se ven tan inferiores. En la noche del s¨¢bado al domingo podr¨ªa haber una resoluci¨®n definitiva.

Los Lakers empezaron descerrajando, con ocho puntos seguidos y unas vibraciones que hac¨ªan olvidar las ¨²ltimas vividas por la afici¨®n. El tiro de Murray en Denver se contrarrestaba con el Crypto rendido a un buen comienzo. Jokic cometi¨® dos faltas en cuatro minutos. Todo se empezaba a poner de cara. Y ah¨ª fue valiente Malone: dej¨® al serbio en pista pese a que era posible que fuera penalizado en defensa por el aspecto de las personales. Nikola fue captando el aire al encuentro y a un nuevo duelo con Davis, que fue de m¨¢s a menos de la misma manera que en el anterior. Todo lo que horada.

James y Davis se hac¨ªan con el control. Reaves era el tercer hombre. Como en otras l¨²cidas noches de la temporada. Diez de ventaja al t¨¦rmino del primer parcial. Y ese 37-25 que convirti¨® en nada al acabar. Fueron asom¨¢ndose a la ventana Gordon, a¨²n t¨ªmido, Jamal, Braun o Caldwell-Pope. Se le fue el temple de nervios a los locales y entraron en un peque?o bucle de errores no forzados y otros producto de un incremento de la velocidad. Se acerc¨® Denver. A cuatro en dos tramos finales del segundo acto.

Los Nuggets dieron una lecci¨®n nada m¨¢s salir de vestuarios. C¨®mo te vas a relajar un poco estando enfrente un campe¨®n. Con sigilo y los tiros de locura controlada con los que a veces nos deleita Michael Porter se hab¨ªan puesto por encima en el marcador. Dos minutos que hicieron mucho da?o a los locales. El truco de magia del que se sabe en control de la situaci¨®n. Lo que hab¨ªa trabajado Davis unos minutos antes, sacando puntos f¨¢ciles en las posiciones interiores, se empezaba a disipar entre tanta celebraci¨®n de los de Colorado. Y para rematar la fiesta iba a aparecer el m¨¢s rompedor.

Aaron Gordon, de 28 a?os, es ese alero alto que puede jugar de 3-4 e incluso suplir a un p¨ªvot en situaciones de small-ball. Se top¨® con James, Davis y su pareja, Rui Hachimura, y se col¨® entre todos ellos una vez s¨ª y otra tambi¨¦n. O cortaba y recib¨ªa para finalizar o se met¨ªa en una pelea por el rebote y aseguraba la posesi¨®n. Sin necesidad de amenazar desde el triple, que no es su estilo. B¨²squeda constante de la ventaja f¨ªsica sobre los peque?os, si estaban cerca. En el 2-13 con el que se march¨® su equipo ¨¦l aport¨® ocho tantos. El total de esa tercera manga fue 22-34, insostenible guarismo para unos Lakers muy blandos ante esa ofensiva. Prince tuvo una peque?a franja de go-to guy, lo que dice muy poco de las ideas de Ham y su cuadro t¨¦cnico. Denver les hab¨ªa hecho el l¨ªo. Y contaban los Jokic y Murray, relajados, con tener a un compa?ero tan metido en el partido para poder campar ellos a sus anchas. Sinergia.

Los Nuggets hallaron ese puntito de pases en cabecera, movimientos sin bal¨®n y posiciones solitarias en las que fueron sumando f¨¢cil. Jokic imparti¨® c¨¢tedra a un Davis ya castigado por el esfuerzo. Porter gener¨® buenos n¨²meros. Y a vivir. Sin llegar a sacar suplentes se lleg¨® a un punto en el que los Lakers no quisieron dar m¨¢s, lo que en verdad no ten¨ªan, y Reaves fue rebajando la ventaja sin casi oposici¨®n. La ¨²nica mala noticia para los visitantes fue la lesi¨®n de Reggie Jackson, que se torci¨® un tobillo y se har¨¢ pruebas para descartar un mal diagn¨®stico. S¨®lo ese lunar. Son un equipazo.

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