Embiid destroza a los Lakers

A LeBron James le preguntaron en rueda de prensa qu¨¦ cosas deber¨ªan cambiar los Lakers tras la derrota ante los Sixers (138-94) y su respuesta fue rotunda: ¡°Muchas¡±. Y no es para menos: la diferencia de 44 puntos supone la derrota m¨¢s abultada de la carrera del legendario jugador, una leyenda viva que no para de hacer historia en su 21? temporada en la NBA y que ve tambi¨¦n como la apalizan de forma inmisericorde el mismo d¨ªa que se convierte en el baloncestista con m¨¢s minutos de la historia de la competici¨®n norteamericana superando, una vez m¨¢s, a Kareem Abdul-Jabbar. En 2019, LeBron cay¨® de 42 ante Indiana Pacers, siendo esta ahora la segunda diferencia de puntos por la que ha perdido un partido m¨¢s grande de su carrera. Y tambi¨¦n lleg¨® con la camiseta de los Lakers, lo que demuestra que el salto a la ciudad de la luz fue ambivalente para el Rey y que su estancia en Los ?ngeles, llena de irregularidad aunque con un anillo de campe¨®n y momentos inolvidables, contrasta con el resto de una vida deportiva en la que permanentemente ha optado al t¨ªtulo.

Ahora, falta por ver d¨®nde est¨¢n los Lakers en este momento. Y no parece que encontremos una f¨¢cil respuesta para ello: cada vez que parecen sonre¨ªr, se hunden en el fango sin remedio y en la gira en la que est¨¢n inmersos por la Conferencia Este han ganado a los Cavaliers, pero han ca¨ªdo contra unos Sixers que suponen un rival de una entidad neta y completamente superior. Y lo han hecho sin paliativos: 32-19 en el primero cuarto y 40-14 en el ¨²ltimo, en el que sufrieron un aut¨¦ntico suplicio que solo deseaban que se terminara lo antes posible. Los Lakers lanzaron con un 25% en triples (7 de 28, con 1 de 10 en el periodo final), perdieron la pelea por el rebote (32 a 48), repartieron menos asistencias (23 por 33) y perdieron hasta 17 balones, una cifra ignominiosa que no compartieron sus rivales (apenas 5) y que les acab¨®, junto con muchas otras cosas, sentenciando. Toda la plantilla acab¨® en negativo, no hubo respuesta y el r¨¦cord actual, de 10-8, les deja en medio de la marejada del Oeste y con mucho que pensar para duelos venideros, ante Pistons (en Detroit) y Thunder (en Oklahoma).

Los Sixers (12-5) se consolidan en la persecuci¨®n de los Celtics, los sorprendentes Magic y los Bucks. Y se gustan al ritmo de Joel Embiid, que logr¨® un espectacular triple-doble (el sexto de su carrera) de 32 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias, muchas de ellas motivadas por la decisi¨®n de Darvin Ham de no poner a Anthony Davis sobre su par y defenderle con dobles ayudas que permitieron que doblara el bal¨®n y los locales anotaran triples liberados, lo que les permiti¨® volar desde el exterior (22 de 46, rozando el 48%). El entrenador angelino sigue siendo un tipo de dif¨ªcil an¨¢lisis, que toma decisiones que a veces parecen brillantes y las encadena con otras que se asemejan al m¨¢s absoluto desastre. En los ¨²ltimos playoffs supo ajustar, pero necesita que su equipo sea m¨¢s regular hasta abril para conseguir un mejor resultado y un mejor r¨¦cord que entonces. Los 31 puntos y 8 asistencias de Tyrese Maxey completaron la actuaci¨®n del d¨²o de los Sixers, y ambos destacaron dentro de una coralidad maravillosa.

En el bando angelino, LeBron sum¨® 18 puntos y 5 asistencias sin conseguir ning¨²n rebote, algo que no le ocurr¨ªa desde el 2 de noviembre de 2010 y que es casi in¨¦dito, ya que pasa solo por cuarta vez en su carrera. Intent¨® apenas 2 tiros libres (con 1 acierto) y algunas voces como Robert Horry reclamaron que se le se?alaran m¨¢s faltas, como era el caso de Embiid, que fue en 12 ocasiones a la personal. De una forma u otra, no estuvo ah¨ª el problema de los Lakers. Davis, fuera de su zona de influencia, se qued¨® en 17 y 11 rebotes; Taurean Prince logr¨® 11 y D¡¯Angelo Russell y Austin Reaves llegaron a 10 cada uno. Los Lakers siguen esperando a Jarred Vanderbilt, Cam Reddish, Rui Hachimura o, en menor medida, Gabe Vincent, siendo los tres primeros muy importantes en la rotaci¨®n y claves para que LeBron no se cargue de minutos y responsabilidades. Cuando est¨¦n todos, veremos. Pero, de momento, derrotas as¨ª pueden ser juzgadas igualmente como inadmisibles.

Ahora, los Lakers tienen un par de d¨ªas de descanso con un viaje a Detroit para finalizar una mini gira de tres partidos por la Costa Este, olvidar esta derrota y recuperar la sonrisa ante uno de los equipos m¨¢s d¨¦biles de la competici¨®n actual. Esencial ser¨¢ el tiempo de descanso de LeBron y Davis, que sumaron 29 y 32 minutos respectivamente por la ausencia de necesidad, pero cuyos f¨ªsicos tienen que ser muy mimados, el del primero por tener 39 a?os y llevar toda una vida en la NBA y el del segundo por su eterna fama de hombre de cristal. La situaci¨®n no es preocupante y las lesiones existen, pero Ham tiene que dejar a un lado sus experimentos: al fin y al cabo, muchas veces es mejor ir a lo f¨¢cil y explotar a Davis contra uno de esos rivales ante los que tiene que destacar. Entre otras cosas del extra?o entrenador, claro. Los Sixers, por su parte, sonr¨ªen tras una victoria pl¨¢cida ante una franquicia que, como la suya, es una de esas hist¨®ricas, que destacan desde los albores de la NBA. Embiid se exhibe y apaliza a los Lakers. Muchas veces y ante la rivalidad que se guarda hist¨®ricamente con los angelinos (de forma general), esa es la mejor medicina. Por lo que sea.

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