El plan de la NBA en Europa pasa por Par¨ªs, M¨¢nchester y la inc¨®gnita del Real Madrid
Se van filtrando los planes que hace la NBA para crear una nueva liga en Europa. El Real Madrid es una de las grandes inc¨®gnitas. Horizonte: 2026.
La NBA ha comenzado a perge?ar el asalto al terreno europeo a trav¨¦s de una liga de nueva creaci¨®n. Adam Silver es, como su antecesor David Stern en el cargo de comisionado, un firme defensor de la expansi¨®n internacional de la competici¨®n americana. El tiempo ha dado la raz¨®n a esa idea: crecimiento de audiencia, m¨¢s flujo de jugadores internacionales que dan brillo al torneo, marca expandida y mayores contratos. Ahora la diana es Europa y buscan dar en el centro.
El plan se est¨¢ cociendo a fuego lento. Primero consultaron a la Euroliga, el torneo m¨¢s importante del continente. Despu¨¦s dieron un giro de 180 grados y comenzaron a trazar l¨ªneas maestras con la FIBA, ente internacional que mantiene una tensi¨®n extendida en el tiempo con la competici¨®n predominante. Salvo otro bandazo, ser¨¢ con ellos con quienes se lleve a cabo. Mark Tatum, adjunto a Silver y miembro del board de la Federaci¨®n Internacional, es otra de las figuras clave en este avance. Se dan peque?os pasos. Y, claro, la Euroliga, que ha cerrado el acuerdo comercial con IMG para la pr¨®xima d¨¦cada, tambi¨¦n toma posici¨®n para conservar su estatus como n¨²mero uno del panorama: como ha confirmado AS estos d¨ªas, se han acelerado las negociaciones para renovar licencias de cara a ese periodo y, como incentivo, se busca ampliar de 18 a 20 el n¨²mero de participantes para hacer crecer la liga.
La NBA est¨¢ en la suya, viendo el movimiento del que se presupone que ser¨¢ su contrincante y haciendo camino propio. Esto no ser¨¢ una conferencia europea, con partidos entre europeos y americanos, algo que Adam Silver ha desmentido en repetidas ocasiones poniendo la log¨ªstica de los viajes como principal impedimento. Tampoco se enmarca en la expansi¨®n que la Liga prepara para los pr¨®ximos a?os, con Seattle y Las Vegas como candidatas con m¨¢s probabilidades.
M¨¢s informaci¨®n
En la idea de la NBA est¨¢ ahora aliarse con la FIBA para esta nueva competici¨®n.
Brian Windhorst, presente en Par¨ªs durante el doblete internacional entre Spurs y Pacers de este pasado enero, ha aportado luz sobre el plan. Empezando por los tiempos: nunca antes de la temporada 2026/27. Uno de los melones a abrir es qu¨¦ espacio real hay para ganar dinero con ello, la verdadera raz¨®n por la que la NBA quiere dar este salto. Y la asociaci¨®n podr¨ªa incluir a los pa¨ªses ¨¢rabes, con quienes ya hacen negocio, para aumentar la rentabilidad a cambio de introducirse con clubes (hola, Emiratos: Dub¨¢i lo busca con la Euroliga, que disputar¨¢ su pr¨®xima Final Four en Abu Dabi). El periodista cita una palabras de Adam Silver que son esclarecedoras: ¡°La oportunidad comercial no ha seguido el ritmo de crecimiento que ha tenido el juego¡±. La traducci¨®n de ello se encuentra, en buena medida, en los derechos televisivos, ya que la NBA considera que su capacidad operativa para gestionar esta materia es otra raz¨®n de peso que puede elevar el nivel del baloncesto en el Viejo Continente. Ser o no deficitario, ¨¦sa es la cuesti¨®n. Nombres propios sobre la mesa: Par¨ªs, eje central no s¨®lo por efecto de Wembanyama a nivel mundial sino por lo bien que est¨¢ saliendo el proyecto deportivo con el que cuentan en la Euroliga; Alemania, gen¨¦ricamente, al ver c¨®mo crece el deporte all¨ª y que en la actualidad son los campeones mundiales; y, detalle importante al que siempre acude la NBA, aliarse con estructuras apoyadas por el f¨²tbol, con menci¨®n a Madrid y Bar?a pero poniendo el foco de la novedad en M¨¢nchester, donde en City y United hay jugosas inversiones extranjeras, para plantarse en Reino Unido fuera de su capital.
Donatas Urbonas, uno de los informadores que mejor se est¨¢ manejando a nivel continental, ampl¨ªa parte de esa informaci¨®n y a?ade otras. La intenci¨®n es empezar con una decena de equipos, no m¨¢s. Se debe vigilar la introducci¨®n de otro actor, Maverick Carter, con una inversi¨®n de 6.000 millones para crear otro torneo a nivel internacional, un viaje en el que el ¨ªntimo de LeBron James se encuentra buscando tal financiaci¨®n. El mercado al que quiere acceder la NBA tambi¨¦n tiene foco en la capital de Francia, donde especialmente se quiere explorar la v¨ªa del Paris Saint-Germain (su secci¨®n de balonmano es puntera desde hace trece a?os, con el baloncesto coquetearon en los a?os noventa), incluye a Mil¨¢n en Italia y deja sin opciones de incorporaci¨®n a Grecia, Turqu¨ªa y Serbia, tiene al Real Madrid como piedra angular y conf¨ªa en el jugador ahora mandatario Tony Parker como figura representativa que ayude a convencer a los clubes. Si profundizamos en el caso espa?ol, el s¨ª del Madrid arrastrar¨ªa el s¨ª del Bar?a, con el Baskonia en un limbo, y desviando la atenci¨®n al Unicaja de M¨¢laga, a gusto en la Champions League que organiza la FIBA, y el Valencia Basket, con un proyecto ambicioso y un Juan Roig que tira de retranca: ¡°Yo siempre soy optimista. Nosotros lo que queremos es jugar la NBA¡±. Otra vez conviene recalcar la inversi¨®n que aportar¨ªan los pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo y apuntar que el presidente de la FIBA, con quien se quiere hacer migas, es el catar¨ª Sheikh Saud Ali Al Thani. Se atacan todos los flancos para irrumpir en un contexto tan tradicional como el europeo con ideas tan disruptivas como las que tienen los americanos.
El conflicto derivado de los modelos y formatos y, sobre todo, de quién controla las competiciones y cómo, va ya por el cuarto de siglo. Una situación incómoda heredada de la quiebra que se produjo en 2000 con la vieja Copa de Europa: la FIBA convirtió la competición en la Suproliga para firmar un contrato televisivo con la empresa suiza ISL (en su momento muy vinculada a la Federación Internacional). Y los grandes clubes del continente, que sintieron que no se había contado con su opinión, decidieron crear su competición al margen de la FIBA. Entonces todavía bajo el paraguas de la ULEB (Unión de Ligas Europeas) nació la Euroliga.
Se abrió un periodo de negociaciones que, la constante durante años, no fructificaron y durante un año se jugaron ambas competiciones en paralelo: Suproliga y Euroliga, que ya quedó sola a partir de 2001 como torneo de los principales clubes del continente. Desde entonces FIBA y ECA han sido incapaces de ponerse de acuerdo para compartir y facilitar un marco mejor estructurado del baloncesto europeo. Durante años, la concordia no parecía ni una opción remota. Con Jordi Bertomeu como director ejecutivo de la Euroliga (2000-2022) y el fallecido Patrick Baumann en el puesto de secretario general de la FIBA, la tensión llegó a sus máximos y terminó adquiriendo una profundidad que llegaba a lo personal.
Así que ambas partes empezaron a moverse por su cuenta. La Euroliga creció, fue evolucionando en su formato y ampliando su calendario y radio de acción. La FIBA introdujo la Champions, un órdago que no acabó siendo a grande (aunque tanteó a clubes socios de la Euroliga) pero que sí ha generado una competición ya consolidada, y transformó también el calendario de los partidos de selecciones con la creación de las ventanas de citas internacionales durante las temporadas, un agrio punto de conflicto que acabó en una situación nada deseable para selecciones, equipos y aficionados: partidos solapados (el Real Madrid llegó a jugar en Euroliga mientras lo hacía en paralelo España en partidos oficiales de clasificación) y convocatorias internacionales sin los jugadores de los equipos de Euroliga.
Para la Euroliga esto ¡°no tiene sentido¡±
En respuesta a la ofensiva que lanza la NBA se sit¨²a la Euroliga, sobre todo por su posici¨®n predominante en el contexto continental. A la idea de la liga norteamericana se ha referido Paulius Motiejunas, consejero delegado de EuroLeague Basketball, en una entrevista con SportsPro: ¡°Leer todo esto sobre otra liga en Europa, para m¨ª, no tiene sentido alguno. Ya tenemos cuatro diferentes. Nosotros, como Euroliga, tenemos el mejor producto posible. Creo que es algo que deber¨ªa ser valorado, entendido y apreciado, porque es genial lo que los clubes y la Liga ha logrado en 25 a?os. Yo entiendo el intento de la NBA, y s¨¦ lo grandes que son, pero no me gusta ese pensamiento: ¡®Oh, iremos y les ense?aremos c¨®mo se hace¡¯. Obviamente se va a escuchar a la NBA, todos quieren saber su oferta, pero con cinco competiciones nos olvidamos de los aficionados, pones la televisi¨®n y no sabes qu¨¦ equipo est¨¢ jugando qu¨¦ torneo. Tampoco tiene sentido por la ganancia econ¨®mica: vamos a ir a los anunciantes y les vamos a proponer la misma inversi¨®n. Es dif¨ªcil de entender. Necesitamos proteger el baloncesto, competir contra otros deportes y no entre nosotros, ¨¦sa deber¨ªa ser la motivaci¨®n de todos¡±.
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