El Madison desmonta a los Cavs

Gan¨® el Madison. El viejo cubil de los Knicks, creado para noches as¨ª aunque estas no hayan abundado precisamente en los ¨²ltimos a?os. Las cosas de los Knicks, ya se sabe. De hecho, y como en 2021 los pabellones no estaban a plena capacidad por las normas de pandemia, este era el primer llenazo en Manhattan para playoffs desde el quinto partido de la segunda ronda de 2013. Ha llovido. Y el Madison respondi¨®, claro. Y los Knicks aplastaron (99-79) a unos Knicks min¨²sculos. No jugaron bien, porque nadie jug¨® realmente bien m¨¢s all¨¢ de Jalen Brunson. Pero ganaron con mucha autoridad. Baloncesto de playoffs, si se quiere. Y es un 1-2 para ellos, salvado por ahora el factor cancha que robaron de Cleveland.

Los Cavs tienen que despertar. Su eliminatoria, con la balsa de aceite del segundo partido incluida, es demasiado pobre. Ma?ana, sin mucho tiempo para recuperar (19:00, hora espa?ola) se juega un cuarto partido del que no les conviene salir con un 1-3 en contra. Con tan poco tiempo para descansar, habr¨¢ que estar atentos a Darius Garland, que se hizo da?o en un tobillo. No les faltaba m¨¢s a estos Cavs tan lejos ahora mismo de la imagen con la que deber¨ªan haber llegado a estos playoffs: aspirantes o como m¨ªnimo outsiders, aspirantes a ser aspirantes en el Este. No est¨¢n en eso. No lo han parecido durante muchos momentos de la temporada, pese al buen ritmo de victorias y la llegada de Donovan Mitchell (ambas cosas est¨¢n relacionadas).

Los Cavs son el primer equipo de toda la temporada NBA que se queda por debajo de 80 puntos. No hab¨ªan perdido por 20 o m¨¢s en todo el curso y, otro dato espantoso, se quedaron en 32 en la primera parte, lo que igual¨® un m¨ªnimo hist¨®rico en playoffs que se dio tambi¨¦n en 1996, tambi¨¦n en primera ronda¡­. Y tambi¨¦n contra los Knicks. Los de JB Bickerstaff no necesitan ajustes sesudos ni grandes cambios. Necesitan jugar mejor, que mira que parece f¨¢cil porque peor que en este tercer partido es imposible. No va a aparecer por arte de magia el nivel que los m¨¢s optimistas esperaban de ellos en verano y que apenas hemos visto, sobre todo porque el encaje real de Garland y Mitchell est¨¢ todav¨ªa por ver, m¨¢s all¨¢ de que es mejor tener jugadores muy buenos que jugadores regulares. Pero una cosa es jugar a la vez y otra jugar juntos. Hay una diferencia.

En esa primera parte bochornosa (45-32) los Cavs se quedaron en un 37% en tiros totales y un 16% en triples despu¨¦s de un 3/23 combinado entre los dos equipos en un terrible primer cuarto (17-17). Derrotados en el rebote y con 21 p¨¦rdidas por 16 asistencias (13 canastas por 12 p¨¦rdidas en el primer tiempo, de hecho), los Cavaliers naufragaron a todos los niveles y enterraron las sensaciones recuperadas en el segundo partido. Jugaron horriblemente mal. Y perdieron por 20 con una desventaja que lleg¨® a 27 en el ¨²ltimo contra un rival que se qued¨® por debajo de 100 puntos. Imposible de digerir.

Los Knicks tampoco hicieron un partido de museo pero al Madison no le import¨®. Ganaron, defendieron, pelearon. RJ Barrett, tras su espantoso paso por Cleveland, sali¨® de su hibernaci¨®n particular y anot¨® 10 puntos (con dos triples, aleluya) en el primer cuarto y 19 en total. A partir del segundo parcial entr¨® en juego Brunson, que dirigi¨® todo lo mejor que pas¨® en el partido y acab¨® con 21 puntos y 6 asistencias. En el otro lado, Garland se qued¨® en un 4/21 en tiros (10 puntos, 3 asistencias por 3 p¨¦rdidas) y Mitchell gast¨® 19 tiros para sumar 22 puntos muy cerca del lugar en el que naci¨® y en el pabell¨®n en el que parec¨ªa destinado a jugar esta temporada, hasta que irrumpieron en el mercado los Cavs. Generalmente muy bien recibido, fue convenientemente abucheado esta vez: estamos en playoffs. Las ovaciones quedan para los Knicks¡­ con toque para Derrick Rose, cuya entrada al final, con el partido resuelt¨ªsimo, hizo feliz a los aficionados.

Sin la presencia interior que se les presupone, sin tiro y con un banquillo an¨¦mico, los Cavs entraron de cabeza en la trampa de unos Knicks que mandan en la serie (1-2) sin haber jugado todav¨ªa a su mejor nivel. Eso, supongo, es una buena noticia para ellos. Y que tienen ma?ana una oportunidad de oro para poner un pie en segunda ronda en un Madison que, seguro, estar¨¢ a la altura de la ocasi¨®n. Los Cavs tienen menos de 48 hora para despertar. Lo bueno, si acaso, es que peor no pueden jugar. A ver qu¨¦ hacen.