El gran salto de Malonga

Todo el mundo sab¨ªa que Paige Bueckers, otra s¨²per estrella del deporte estadounidense que acaba de coronarse en el torneo universitario con UConn, iba a ser elegida con el n¨²mero 1 del draft 2025 de la WNBA. Como Caitlin Clark hace un a?o, una elecci¨®n cantada y un hurac¨¢n terremoto y medi¨¢tico (no tanto como Clark, pero mucho) para una WNBA que est¨¢ en pleno cambio de guardia con la llegada de una generaci¨®n de j¨®venes talentos que tienen que disparar definitivamente a la competici¨®n profesional. Es casi un ahora o nunca, con un nuevo convenio colectivo en el horno y discrepancias que tendr¨¢n que ir lim¨¢ndose: un d¨ªa antes de ser elegida por Dallas Wings, Bueckers se comprometi¨® con la competici¨®n Unrivaled, de 3x3. En la primera temporada, se llevar¨¢ unos 350.000 d¨®lares cuando su contrato como 1 del draft con las Wings, una de esas cosas que requieren actualizaci¨®n, se quedar¨¢ junto por debajo de esa cifra (unos 348.000) por cuatro temporadas. En la primera, 78,831 d¨®lares.

?Y despu¨¦s de Bueckers? Seattle Storm ten¨ªa el pick 2, que originalmente era de Los Angeles Sparks pero que cambi¨® de manos en un traspaso en el que el equipo angelino se llev¨® a Kelsey Plum (de Las Vegas Aces), una estrella con la que quitarse el disgusto de haberse quedado a las puertas del 1 de Bueckers (como hace un a?o con Clark) y el pick 9 de las Storm (eligieron a Sarah Ashlee Barker, que ha depuntado en el torneo nacional con Alabama). El plan de las Storm parec¨ªa claro: draftear con el 2 a Olivia Miles, guard de Notre Dame. Pero Miles (22 a?os). Pero todo cambi¨® despu¨¦s de la derrota de las Fightin Irish en el Sweet 16, contra la TCU de Hailey Van Lith (elegida con el 11 por Chicago Sky): Miles decidi¨® retrasar su salto a la WNBA. Tampoco volver¨¢ a Notre Dame porque su opci¨®n, algo que ya es absolutamente habitual y que est¨¢ transformando totalmente el mapa del baloncesto de formaci¨®n a nivel mundial, es pasar por el transfer portal y jugar para otra universidad con un movimiento que le permita exprimir sus derecho NIL.

?Y entonces, el 3? Las Storm han optado por la v¨ªa del futuro y se han llevado a Dominique Malonga, una p¨ªvot camerunesa de nacionalidad francesa, solo 19 a?os y casi dos metros. Un movimiento que, un poco de rebote, puede ser de esos que se recuerden siempre: Malonga tiene trazos que jugadora trascendental, de las que pueden ayudar a cambiar el baloncesto. En su caso, y a diferencia de Clark o Buecker, en las zonas.

Hace mates desde los 15 a?os, jug¨® con Francia los pasados Juegos Ol¨ªmpicos con solo 18 a?os (medalla de plata con un equipo que se lo puso dificil¨ªsimo a la normalmente intocable Estados Unidos), y forma parte del ASVEL Lyon femenino porque su presidente, Tony Parker, convirti¨® su fichaje (cuando solo ten¨ªa 15 a?os) en una cuesti¨®n personal. El legendario exjugador fue el primero que empez¨® a hablar de Malonga como ¡°la Wembanyama del baloncesto femenino¡±. Lo cont¨® ella misma: ¡°Se empe?¨® en ficharme, iba a por ah¨ª diciendo ¡¯es la Wemby femenina¡®. Nadie lo hab¨ªa dicho pero todo el mundo se subi¨® a ese carro a partir de ah¨ª. Nos alquil¨® un avi¨®n privado para ir a Par¨ªs, se me iluminaron los ojos. Otro avi¨®n a Lyon, una gran cena de un gran chef y todo para decirme solo que ve¨ªa mi potencial, que me estaba convirtiendo en una gran jugadora y que ten¨ªa que ir a su equipo. As¨ª que no pod¨ªa desaprovechar una oportunidad as¨ª¡±.

Esta temporada, ha promediado ya (19 a?os¡­) m¨¢s de 15 puntos, 10 rebotes y 1 tap¨®n por partido. En Eurocup, 18+11 y casi 23 de valoraci¨®n. Y su salto a la WNBA podr¨ªa llegar ya porque cumple 20 a?os en noviembre. Las jugadoras de fuera de Estados Unidos tienen como requisito haber cumplido 20 antes del cierre de a?o natural. Para las universitarias, tienen que tener 22 a?os y haberse graduado con un margen de tres meses con respecto al draft.

Malonga es un unicornio, uno de esos talentos especiales que combinan un f¨ªsico privilegiado con la t¨¦cnica de una jugadora total. No solo apunta a s¨²per estrella en el poste, donde puede alcanzar un nivel hist¨®rico. Tambi¨¦n maneja la bola, sabe moverse lejos del aro y tiene mano para el tiro exterior. En las Storm, podr¨ªa aprender el oficio del juego de frontcourt en la WNBA con veteranas como Nneka Ogwumike y Alysha Clark mientras trabaja para pulir lo que puede ser uno de los techos m¨¢s altos de toda la historia del baloncesto femenino.

?Tus opiniones importan! Comenta en los art¨ªculos y suscr¨ªbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ?Buscas licenciar contenido? Haz clic aqu¨ª