?El equipo de la temporada? Del ostracismo a la revoluci¨®n
Tras acabar con la estancia de Mitchell y Gobert en Utah, los Jazz sorprenden con un inicio arrollador y sensaciones excelentes.
Los Jazz molan. La victoria ante los Pelicans en la pr¨®rroga y en Nueva Orleans demostr¨®, antes de la primera derrota de la temporada ante los Rockeys, un ejercicio de madurez impropio de un equipo que iba a iniciar una te¨®rica reconstrucci¨®n. Celtics, Bucks y Blazers eran tres de los cuatro que estaban imbatidos entonces (solo Bucks y Blazers mantienen esa etiqueta), en un fren¨¦tico comienzo de temporada. Los otros eran los Jazz, 3-1 ahora, una franquicia que se ha movido en verano m¨¢s que ninguna otra y que ha dado por finiquitada una era en la que han sido muy competitivos en regular season, pero no han conseguido dar un paso adelante en playoffs. Seis temporadas con 44 o m¨¢s victorias y las semifinales del Oeste como tope. Un final m¨¢s que anunciado con dos estrellas cuya relaci¨®n estaba rota. Y adi¨®s a un entrenador que ha hecho un papel correcto y tiene ahora un curr¨ªculum suficiente como para volver a entrenar en la NBA en un futuro cercano.
Eso hicieron los Jazz: traspasar a Rudy Gobert rumbo a los Timberwolves, a Donovan Mitchell a los Cavaliers y finiquitar la estancia de Snyder. Danny Ainge lleg¨® a los despachos de la entidad hace ya m¨¢s de un a?o tras dar por finalizado el compromiso con los Celtics, el equipo de su vida. Con muchas cr¨ªticas por su conservadurismo, pero una inteligencia incuestionable que llevaba alg¨²n tiempo escondida, ha vuelto a hacer gala de su consabido, pero olvidado talento. El bot¨ªn que consiguieron los Jazz en los traspasos, que parec¨ªa menor en un inicio, ha cuadrado muy bien. Y su nuevo entrenador, Will Hardy, no quiere ser alguien de paso que tenga un compromiso ef¨ªmero en un lugar concreto, algo que es un riesgo en un a?o de estreno en un banquillo, con la exigencia inherente a la NBA y todo lo que eso conlleva.
Los Jazz han ganado, en este inicio de temporada, a Nuggets (123-102), Timberwolves (126-132) y Pelicans (121-122), demostrando en esos tres partidos un nivel ofensivo extraordinario. Han conseguido victorias ante rivales te¨®ricamente superiores (aunque han ca¨ªdo ante Houston, supuestamente inferior), incluido el reencuentro en Minnesota (ya veremos c¨®mo es en Salt Lake City) con Rudy Gobert. Buena gesti¨®n en esos finales ajustados, gran compenetraci¨®n y un trabajo excelso de Will Hardy, que aprendi¨® de un Gregg Popovich (2015-21) que tambi¨¦n tiene 3-1 a los Spurs, y estuvo el a?o pasado a las ¨®rdenes del hoy denostado Ime Udoka.u
El espect¨¢culo es constante en los partidos de los Jazz: est¨¢n en 125,7 puntos por partido, han superado los 120 en sus tres encuentros iniciales y son el cuarto mejor ataque de la NBA. Anotan 15 triples por partido (la cuarta mejor cifra de la Liga) y lanzan con un 39,5%, una cifra espectacular para intentar m¨¢s de casi 40 lanzamientos desde el exterior. Y, para redondear y dar muestras de su juego colaborativo, tambi¨¦n son terceros en asistencias: reparten 29,5 por noche. Cifras espectaculares que se sustentan en una plantilla compensada que tiene como gran referencia a Lauri Markkanen, uno de los grandes del ¨²ltimo Eurobasket que lleg¨® a Utah en el traspaso que llev¨® a Donovan Mitchell a los Cavaliers: 21,5 puntos y 8,8 rebotes para un hombre que hace de todo: lanzar de tres, postear, correr, defender, salir al pick and roll y al pick and pop cuando es necesario y mostrar un f¨ªsico imponente con el que lo domina todo.
Los traspasos han cambiado la din¨¢mica de los Jazz: Mike Conley (9,8 tantos y 8,5 asistencias en este inicio) es el perfecto jugador veterano que es la extensi¨®n de Will Hardy en pista y que, de hecho, es mayor que su entrenador (35 a?os por 34). Jordan Clarkson, Mejor Sexto Hombre en 2021, ha ascendido definitivamente a la titularidad por necesidad y por talento: promedia 18,5 puntos por partido por encima del 40% en triples (con, ojo, 5,3 pases a canasta). Kelly Olynyk da versatilidad en el interior y se va a 15,5 tantos; Collin Sexton aporta 12,3 desde un banquillo del que tambi¨¦n sale Malik Beasley, bot¨ªn del traspaso de Gobert a los Wolves. Y Jarred Varderbilt, tambi¨¦n procedente de dicho movimiento, aporta trabajo sucio, esfuerzo en las trincheras, garra y rebote: 9,8 puntos y 10,3 rebotes. Con algo de Walker Kesller y un Rudy Gay entrado en a?os pero con mucha experiencia, los Jazz completan una rotaci¨®n en la que parece no entrar Talen Horton-Tucker. Una pena de promesa venida a menos que est¨¢ en serio riesgo de quedarse en nada en la NBA.
As¨ª est¨¢n los Jazz. Hardy ha comprendido en seguida que con esa plantilla no se puede atrincherar en defensa (por Clarkson, Sexton...) y que en partidos de muchos puntos su equipo puede ser competitivo. Con solo 4 partidos, es (muy) pronto para sacar conclusiones y queda una cantidad ingente de regular season por delante. Pero en una Conferencia Oeste ultracompetitiva, un buen inicio te da margen de cara al final. Y lo que tienen que hacer, por ejemplo, unos desastrosos Lakers para recuperarse de un 0-3, ya no van a tener que hacerlo unos Jazz que no tienen nada que perder, y s¨ª mucho que ganar. En el futuro m¨¢s inmediato, otro partido ante los Rockets, esta vez en Utah, en el que pueden seguir sumando. Son, de momento, el equipo de la temporada. Del ostracismo, a la revoluci¨®n. ?Hasta d¨®nde pueden llegar? Veremos.