El campe¨®n marca territorio

Era 19 de enero¡­ pero no lo parec¨ªa. Es un momento en el que la temporada NBA remolonea y parece estirarse como un chicle, con el In-Season Tournament ya lejos por detr¨¢s y los playoffs todav¨ªa a muchas paradas por delante; Las miradas se vuelven hacia el cierre de mercado (8 de febrero) y el par¨®n del All Star apenas asoma todav¨ªa como ¨²ltima gran curva hacia la primavera y el precipicio que una vez m¨¢s resolver¨¢ la temporada, un collage de esprints que componen el gran final del marat¨®n. Ah¨ª, en alg¨²n lugar de ese paisaje inabarcable (y a veces yermo) que es la NBA de enero, Boston Celtics y Denver Nuggets (ganaron los de las Rocosas, 100-102) dejaron uno de los partidos de a?o. Por baloncesto, por tensi¨®n¡­ y por qui¨¦n jugaba y c¨®mo.

Qui¨¦n jugaba: los Celtics son el mejor equipo de la fase regular y un proyecto en permanente persecuci¨®n de ese anillo (el 18? de la franquicia) que se escapa cada a?o. Siempre con muchos boletos en la rifa, parece que alg¨²n a?o deber¨ªa tocar. Pero tambi¨¦n que, ahora con Kristaps Porzingis y Jrue Holiday a bordo, si no es este se empezar¨¢ a cuestionar de verdad si alguna vez ser¨¢. En deporte, muchas veces, se usan tiempos presentes cuando ya se est¨¢ hablando de pasado. Los Nuggets, por su parte, son el actual campe¨®n, un equipo con aroma a dinast¨ªa que transita por la regular season en marchas medias; que saca con cuentagotas el martillo (el de los ¨²ltimos playoffs) mientras observa con inter¨¦s c¨®mo se reordena a su alrededor un Oeste nuevo, con invitados j¨®venes (Wolves, Thunder¡­) o llenos de cicatrices (Clippers).

C¨®mo: los Celtics no hab¨ªan perdido todav¨ªa en casa (20-0 hasta esta noche, 27 triunfos seguidos en regular season si se saltaba a la pasada) y los Nuggets ven¨ªan de dejarse el duelo con los Sixers (el Embiid-Jokic) en un mal ¨²ltimo cuarto. Para los dos, la victoria era importante, el choque ten¨ªa galones y la noche, electricidad. Y se not¨®. Fue un excelente partido que ganaron los Nuggets (ahora 29-14) porque decidieron que era el d¨ªa de recordar a todos que marche como marche ahora la carrera, ellos saldr¨¢n desde la pole position en el arranque de los playoffs. Michael Malone ajust¨® la rotaci¨®n al formato eliminatoria, la defensa se hizo de cemento cuando hizo falta y Nikola Jokic y Jamal Murray demostraron que, cuando toca ganar en un d¨ªa marcado con una X, son la mejor pareja del mundo. Los Celtics (32-10, 20-1 ahora en casa) evidenciaron que nadie es perfecto. Y que todav¨ªa tendr¨¢n que estudiar para superar sus eternas asignaturas pendientes: los finales igualados, los tramos en los que el partido no se juega en su estilo, la qu¨ªmica de sus estrellas en momentos calientes. Lo que hemos visto otras veces y el ¨²nico asterisco a un favorito, por lo dem¨¢s, de consenso.

Esta es una de las Finales m¨¢s posibles, aunque todav¨ªa queda mucho (entre otras cosas un reencuentro en marzo, en la altitud de Denver). Si acaba siendo as¨ª y si se usa este partido como proyecci¨®n, podemos frotarnos las manos. Los Nuggets dejaron claro que est¨¢n ya en estatus de campe¨®n y que no hay que medirlos por lo que ense?an noche tras noche, en el tramo de los meritorios; Que cuando haya que estar, estar¨¢n. Los Celtics fueron mejores en su juego, cuando pudieron serlo. Pero acabaron atenazados: dos puntos en los ¨²ltimos 4 minutos y 50 segundos. Y en las dos ¨²ltimas posesiones, dos fallos de Jayson Tatum, una bandeja con 100-101 y un intento para empatar despu¨¦s de un tiro libre de Aaron Gordon.

Como el partido era grande, hay que mirar a los jugadores grandes. Tatum (22 puntos, 9/24 en tiros) estuvo inc¨®modo y Jaylen Brown (13 con un 6/19), err¨¢tico. Entre los dos, 2/17 en triples. Los que se saben los ¨¦xitos y ca¨ªdas de estos Celtics en playoffs, entienden que eso es m¨¢s que un dato. En el otro lado, Jokic produjo 34 puntos (con 12 rebotes y 9 asistencias) con un 14/22 en tiros y Jamal Murray, 35 con un 15/21. Cada pareja lanz¨® exactamente 43 tiros. La de los Celtics acab¨® con 35 puntos y la de los Nuggets, con 69. Hay una forma de ganar a los Celtics, y es esa: que tus estrellas sean mejores, que las suyas se enreden con sus fantasmas y que el partido vaya al filo del clutch time, al juego en 4x4 y marchas bruscas y no en circuitos de alta velocidad. Los Celtics anotaron 61 puntos en el primer tiempo (61-55) y solo 39 en el segundo con, respectivamente, 42 y 43 posesiones. Su rating ofensivo fue 145,2 antes del descanso y 90,7 despu¨¦s. Esa es la f¨®rmula e, incluso as¨ª, todo dependi¨® de dos tiros en los ¨²ltimos 17 segundos de Tatum. Fall¨® los dos.

Kristaps Porzingis (anot¨® los once primeros puntos de su equipo) acab¨® con 21 y 8 rebotes. Intent¨® hacer sufrir a Jokic ya que sab¨ªa que el serbio iba a producir a destajo contra un rival con menos m¨²sculo en la zona y que lanz¨® contra ¨¦l al let¨®n, a Horford, marcajes dobles con ayudas de Holiday¡­ todo el armamento defensivo posible. Eso, ya se sabe, no suele significar nada para un Jokic que dej¨® claro de inicio (primer cuarto: 15+4+3, 7/9 en tiros) que esta era no era una noche cualquiera y dio despu¨¦s el relevo a un Murray que anot¨® un reguero de canastas de tirador caliente en momentos calientes. La marca de la casa. El excepcional Derrick White (24 puntos) cubri¨® unas cuantas lagunas de los Jays y, con m¨¢s profundidad en sus maneras de anotar, los Celtics acabaron pendientes de que sus estrellas remataran: no lo hicieron. Las de los Nuggets, s¨ª, apoyadas en apariciones defensivas de m¨¢ximo impacto de especialistas como Kentavious Caldwell-Pope y Aaron Gordon. El sello del campe¨®n.

Tuvieron que pasar veinte partidos para que los Celtics perdieran en el Garden. En realidad, tuvo que llegar de visitar Denver Nuggets con esa noche bien marcada en su calendario. Muchas veces solo hace falta eso, dos equipos gigantes y toda la atenci¨®n sobre ellos. Y, tal vez, ganas de dejar alg¨²n recado... por lo que pueda venir en junio.

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