El adi¨®s de Cauley-Stein a la NBA por culpa del fentanilo: ¡°Podr¨ªa haber muerto¡±

La carrera deportiva de uno de los p¨ªvots de futuro en el circuito universitario durante la pasada d¨¦cada qued¨® en entredicho hace ahora casi tres a?os. De los problemas personales, que influyeron en los profesionales, se pas¨® a un punto de inflexi¨®n que tuvo el consumo de drogas como detonante de un cambio del que habla pasado un tiempo prudencial. En estos momentos Willie Cauley-Stein se encuentra fuera de la rueda, buscando nuevas oportunidades, y ha decidido contar p¨²blicamente su experiencia para que se reconozca su voluntad de cambio.

En una confesi¨®n con Kyle Tucker en The Athletic este interior de siete pies, n¨²mero 6 del Draft 2015 tras su paso por la prestigiosa Kentucky, se abre en canal. Willie Durmond Cauley, ya que se cambi¨® el nombre para honrar el cuidado de sus abuelos maternos en una infancia sin padre presente, confiesa que a finales de 2021 acudi¨® a un centro de rehabilitaci¨®n contra la drogadicci¨®n en el que termin¨® por permanecer 65 d¨ªas. ?se fue su -hasta ahora- final en la NBA, una liga en la que hab¨ªa permanecido siete temporadas. ¡°F¨¢cilmente podr¨ªa haber muerto¡±, ha declarado.

La vida de este p¨ªvot nacido en Spearville, localidad del estado de Kansas, ha dado un vuelco en los ¨²ltimos tiempos. De ese paso por el taller, el que pasa a hacer de dominio p¨²blico, a una estancia de un a?o en el equipo afiliado de los Rockets en la liga de desarrollo y a una etapa corta en el Varese italiano, club que anda lejos de sus mejores tiempos, adem¨¢s de probar con Indios de Mayag¨¹ez en Puerto Rico. Ha entrado en la treintena y, ya limpio, Willie Cauley-Stein pretende tener la opci¨®n de dar lo mejor de s¨ª en la liga que casi todos quieren jugar.

Por establecer el orden cronol¨®gico, ¨¦l mismo admite que desde su entrada en la NBA hasta 2019, en esos cuatro a?os, ¡°todo era amor¡±, ¡°la vida era buena¡±. Ven¨ªa de ser escogido en 2015, el a?o en el que el p¨ªvot que le hac¨ªa competencia en Kentucky fue el n¨²mero uno (Karl-Anthony Towns) y otros dos compa?eros de universidad, Trey Lyles y Devin Booker, completaron los puestos de lottery pick. ?l estaba entre los grandes incluso con competencia. El legendario John Calipari, descubridor e impulsor en los Wildcats, le lleg¨® a comparar con Dennis Rodman. Casi nada. En los Kings se encontr¨® con ¡°el mejor p¨ªvot de la liga¡±, como Willie catalog¨®, DeMarcus Cousins. Cuatro a?os dura el contrato escalado de novato y en ellos se vio su progresi¨®n, sobre todo tras el traspaso de su titular a los Pelicans. Durante su tercera y cuarta temporada se instal¨® en los dobles d¨ªgitos. Aqu¨ª lleg¨® el primer golpe. Tras promediar 11,9 puntos y 8,4 rebotes, entre otros atributos, estuvo entre los votados para el premio de Jugador M¨¢s Mejorado, justo en el momento en el que tocaba renovar, pero Sacramento le dio de lado y se centr¨® en otros objetivos justo cuando su progreso era palpable. Pas¨® de lo que pudo haber sido un gran contrato a fichar por los Warriors con un m¨ªnimo salarial que, en esos momentos, no le hac¨ªa justicia. Ese verano tirotearon a tres de sus amigos, uno muri¨®, y poco despu¨¦s diagnosticaron a su abuela con c¨¢ncer. Su mujer estaba embarazada. La situaci¨®n le pudo y empez¨® a abusar de los calmantes. Y de ah¨ª, de cabeza al infierno.

La confesi¨®n de Willie Cauley-Stein

¡°Todo empez¨® a ser una espiral de salud mental. Estaba tratando de lidiar con el baloncesto y todo lo que me pasaba, como estar en un nuevo equipo con un mal contrato. Muchas cosas raras, grandes cambios. Y empec¨¦ con las pastillas para el dolor intentando escapar de la realidad¡±

¡°Tomaba demasiadas pastillas. Estaba despierto todo el rato; y, cuando no lo estaba, realmente no era persona. No lo llev¨¦ de la manera correcta¡±

¡°Ech¨¦ en falta poder decir adi¨®s a mi abuela. Pod¨ªa haber estado m¨¢s con ella, haber hecho videollamadas, m¨¢s cosas para estar con ella en su final, pero hice todo lo contrario. Fui un cobarde. Cada vez que hablaba con ella la ve¨ªa peor y me di cuenta de que no quer¨ªa pasar por todo eso¡±

Decidi¨® entrar en el centro de rehabilitaci¨®n seis d¨ªas despu¨¦s de que su abuela Norma Jean muriera. La franquicia para la que jugaba, Dallas Mavericks, trat¨® de proteger su privacidad asegurando que su ausencia se deb¨ªa a ¡°motivos personales¡± en vez de dar a conocer que se internar¨ªa en un complejo especializado contra las drogas. Fue cortado un poco despu¨¦s, en enero de 2022.

¡°El equipo se dio cuenta de que no ten¨ªa energ¨ªa, ni amor, ni personalidad, ni nada. Las drogas me quitaron todo. Cre¨ªa que estaba jugando duro, haciendo lo que ten¨ªa que hacer, y luego escuchaba: ¡®No parece que le guste el baloncesto¡¯. No se me ocurri¨® hasta que me empec¨¦ a curar y me di cuenta de que eso era lo que la gente ve¨ªa de m¨ª. No ten¨ªa la chispa que tengo cuando hablo. No pod¨ªa mirar a la gente a los ojos porque sent¨ªa que pod¨ªan ver mi alma y adivinar que no era el mismo tipo¡±

¡°Pod¨ªa ver hacia d¨®nde me dirig¨ªa. Era como si tuviera mil libras en la espalda. No me gustaba qui¨¦n ve¨ªa en el espejo y saber que tendr¨ªa que seguir consumiendo drogas para jugar. Le dije a mi agente: ¡®Necesito ayuda¡¯. Tan pronto como llam¨¦ y me inscrib¨ª en el programa de drogas de la Liga y les cont¨¦ todo sent¨ª un alivio instant¨¢neo. Me invadi¨® una sensaci¨®n como si mi abuela estuviera d¨¢ndome el abrazo m¨¢s grande posible: he hecho muchas cosas en la vida, pero nunca me hab¨ªa sentido tan bien¡±

El riesgo de muerte fue real. ?Qu¨¦ ocurri¨® en realidad? Hab¨ªa estado comprando pastillas de contrabando. Percocet. Una combinaci¨®n de oxicodona y paracetamol. O eso cre¨ªa ¨¦l. Hasta que mand¨® analizar una de ellas para cerciorarse de qu¨¦ problema ten¨ªa y contra qu¨¦ luchaba. Result¨® que no, que las pastillas eran falsas, estaban mezcladas con fentanilo. Para aquellos que no est¨¦n familiarizados con ello, el fentanilo es un analg¨¦sico 100 veces m¨¢s potente que la morfina o 50 veces m¨¢s potente que la hero¨ªna que desde hace unos a?os tambi¨¦n se emplea como droga recreacional y que ha mantenido en vilo, entre otros pa¨ªses, a Estados Unidos por su alto porcentaje de penetraci¨®n.

¡°No lo sab¨ªa hasta que me delat¨¦. Mir¨¦ a mi esposa y dije: ¡®Dios m¨ªo¡¯. Porque todo el tiempo escucho historias sobre chicos que van a una fiesta sin haber consumido drogas antes, deciden tomar un Percocet como ¨¦sos que termina siendo fentanilo, y mueren. Por una pastilla. Amigos, yo estuve tomando cientos de ellas durante meses y a?os. F¨¢cilmente podr¨ªa haber sido yo el que muriera¡±

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