Doncic da esperanza a los Mavericks

Los Mavericks necesitaban un cambio severo respecto a lo visto el primer d¨ªa, donde los Thunder les mojaron la oreja aprovechando marcajes bien ideados contra Doncic y el acierto desde el triple con Shai como director de orquesta. Ay, amigos, c¨®mo puede dar un giro tan perfecto de 180 grados en ¨²nicamente dos d¨ªas de diferencia. La vuelta al globo ha hecho que los texanos empaten la eliminatoria despu¨¦s de un segundo encuentro en el que s¨ª aplicaron positivamente el examen de conciencia.

Se repitieron patrones similares pero al rev¨¦s. ?El resultado? Un 110-119 en el marcador del PayCom Center que a los aficionados mavs les har¨¢ sonre¨ªr. Como hac¨ªa Luka Doncic al acabar. El esloveno no se vio tan privado de libertad como en la cita pasada, pudo dominar con el bal¨®n y mandar a sus compa?eros servicios en buen estado para que estos acabaran jugada. Los porcentajes en el tiro de tres marcaron la diferencia el martes y tambi¨¦n lo han hecho el jueves, pero con la diferencia de qui¨¦n es el beneficiado. Dallas se apoy¨® en 18 aciertos por 19 errores, un dato genial sabiendo de d¨®nde ven¨ªan, y Oklahoma se qued¨® en un 33%, que en semejante tiroteo acaba contigo.

Los Mavericks aplicaron algunas de las ense?anzas que su renovado t¨¦cnico Jason Kidd les ha pedido poner en juego. Las piernas, por juventud, que tienen los Thunder llevan a mejores tiros, por frescura; por eso hay que actuar para que se sientan sin ritmo en los pases y las posiciones de lanzamiento sean complicadas. Lo hicieron sus pupilos. Tambi¨¦n actuaron bien dentro, cediendo 54 tantos en la pintura y cerrando paso a Chet Holmgren y Jaylin Williams y obligando a otros a asumir penetraciones.

Doncic lider¨® con el ejemplo. Fue ¨¦l el que abri¨® hostilidades con un enorme primer cuarto y despu¨¦s fue buscando que m¨¢s compa?eros anotaran. En una noche en la que Irving dio un paso al lado Luka dio lo que se le ped¨ªa: una marcha m¨¢s. Acab¨® con 29 puntos, 10 rebotes, 7 asistencias, 3 robos en 41 minutos con eso, ejemplo. 11/21 en tiros, por encima del 50% de acierto. Si eso era lo que se iba a exigir al completo, en la parcela individual ¨¦l cre¨ªa que deb¨ªa marcar el tono. Sin estridencias, sabiendo hacer da?o a una defensa local que por momentos no pareci¨® la del l¨ªder majestuoso del Oeste que realmente fue en la regular season. No est¨¢n hechos todav¨ªa a pelear a estas alturas de curso, con sus 25 a?itos de media, y aqu¨ª se vio esa experiencia que puede decantar la eliminatoria a favor de los Mavericks. Y el acierto, claro, en varios hombres que portaban la zamarra blanca y que son determinantes: Washington (29), para abrir campo y amenazar desde fuera; Hardaway (17), dando un puntaje necesario en la segunda unidad creando tiros de la nada; Green (11), con los triples en las esquinas. Con la concentraci¨®n necesaria se ve que no van tan cortos de recursos, aunque s¨ª de talento, en comparaci¨®n con los de enfrente.

Los Thunder agarraron mal de la empu?adura este partido y vieron como propios errores que dos d¨ªas antes hab¨ªan provocado al contrincante. El efecto de defensa de Dort sobre Doncic no fue letal, ni remotamente, y otros actores como Wallace o Joe no aparecieron en el plano secundario. Wiggins debi¨® salir antes, porque mostr¨® buenas maneras. El fino Holmgren no se hizo grande en la pintura ante p¨ªvots m¨¢s cl¨¢sicos como Gafford o Lively. Mal Giddey, sobre el que Daigneault deber¨¢ actuar para otorgarle otro rol en la funci¨®n. Y Shai anot¨® 33 y estuvo a dos del triple-doble, pero no fue suficiente. Las fuerzas se igualan cuando a todos les aprieta el hambre.

Doncic comenz¨® golpe¨¢ndose el rostro contra el parqu¨¦ en una acci¨®n en la que le hicieron perder el control del cuerpo. Mientras se iba tocando la nariz y los dientes para ver que lo ten¨ªa todo en su sitio, punto tras punto. Hasta 16 en el primer cuarto. Los Mavs gozaron de las primeras ventajas punzantes en medio de una balacera entre Jaylin, el interior de los Williams, y Washington, con Doncic meti¨¦ndose en medio si cre¨ªa que su intervenci¨®n era necesaria. El encuentro fue subiendo escalones de calidad de manera asombrosa, con cada canasta m¨¢s bella que la anterior en la que podemos calificar como la serie m¨¢s atractiva a la vista de las cuatro que quedan en liza. Holmgren cerr¨® el primer periodo de la mejor manera: cazando un pase de lado a lado en el per¨ªmetro contrario, con s¨®lo un segundo para hacerlo, gir¨¢ndose y anotando un tiro lejano sobre la bocina. De oro macizo.

Lejos de amedrentarse los Mavs fueron a m¨¢s. Hardaway apareci¨® en escena para probarse, a ver si aparec¨ªa el que en su d¨ªa pudo ser algo cercano a jugador-franquicia. Y, tras un fallo al empezar, meti¨® un tiro y, lo mejor, lanz¨® un pase alto a Lively digno de los mejores bases. Junto a otro par de triples de Washington lleg¨® el primer parcial secante y un rico +14. Lo negativo para ellos es que fue agarrar Gilgeous-Alexander el toro por los cuernos y esfumarse tal margen. Apareci¨® junto a ¨¦l Jalen, el exterior de los Williams, y entre los dos acercaron a los suyos en el marcador. Casi igualaron. Green, con un tiro de tres para cerrar el segundo acto, puso distancia de seis al descanso. Hab¨ªan cometido pocos errores los de Texas y se ve¨ªan con poco premio. Todo era caminar y tener fe en la recompensa. Al final la consiguieron.

Wiggins, que no hab¨ªa aparecido, y Holmgren enlazaron triples nada m¨¢s volver del par¨®n. Se uni¨® Dort y Kidd decidi¨® pararlo para recomponer las piezas del puzle. Precisamente Lu era un hombre a atacar, llevaba tres faltas en 16 minutos y era el hombre al que Doncic pod¨ªa cargar, y a por ello fueron. Si no cortaba con una personal su defensa iba a ser menos efectiva. Luka tardar¨ªa un rato en dar con esa clave, sin embargo, antes le toc¨® uno de los momentos de la noche a Hardaway. Entre tres tiros de una falta al triple, una bandeja y otras dos acciones rompi¨® la baraja con diez puntos seguidos. Era el revulsivo que en ¨¦l buscan. Los Mavericks pasaron de haber cedido el liderato a ponerse con una decena de ventaja. Justo lo consiguieron en un momento en el que Doncic e Irving se sentaron a la vez y Dallas prob¨® a torturar a Oklahoma a defensas asfixiantes. Hab¨ªa m¨¢s opciones.

Segu¨ªan cayendo triples espor¨¢dicos de P.J. y se recobraran los 14 de distancia. Un par de jugadas antes de terminar el 3? dejaron en esa barrera psicol¨®gica de los diez la incertidumbre del cuarto definitivo.

Doncic sac¨® ah¨ª toda la frialdad que cabe en su cuerpo. Los Thunder apretaron con tres canastas para arrancar el parcial y ¨¦l rompi¨® la din¨¢mica con un tiro de tres. Posteriormente, en un segundo acercamiento local, otras dos canastas. Ni Dort ni Wallace le sab¨ªan frenar. El ejercicio volvi¨® a ser defensivo para conservar el trabajo realizado y bien que les sali¨®: 3:38 sin dejar que Oklahoma sumara en su casillero. El remate, y merecido, lo puso Tim Hardaway, tan criticado y con tantas ganas de volver a sentirse importante, con un tiro de tres tras el que Daigneault lo dio por perdido.

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