Doncic es la pesadilla de Morant

Ja Morant y Luka Doncic se miran de reojo (como m¨ªnimo). Compa?eros de Divisi¨®n en la Southwest, dos de las grandes estrellas j¨®venes (se puede quitar ya el adjetivo: estrellas a secas) del Oeste y de la NBA. El primero 23 a?os, n¨²mero 2 del draft de 2019, ya all star, Rookie del A?o y Jugador M¨¢s Mejorado. El segundo tambi¨¦n 23, n¨²mero 3 en 2018, tambi¨¦n all star y Rookie del A?o. Los dos aspirantes al MVP, al frente de equipos que quieren dar la ¨²ltima zancada competitiva, la de ir a por el anillo. El a?o pasado, dos sensaciones en regular season y dos v¨ªctimas de los Warriors en playoffs. En segunda ronda los Grizzlies, en la final de Conferencia los Mavs.

Doncic y Ja se miran porque son formas opuestas de jugar, de maravillar¡­ y de ganar. Ja es combusti¨®n: la explosi¨®n permanente, los muelles, el motor que no cesa, el juego por encima del aro y una coordinaci¨®n dif¨ªcil de explicar. Doncic es el cerebro, la manipulaci¨®n del tiempo y el espacio, una manera de producir que es casi m¨¢s cosa de magia que de f¨ªsica. Mundos opuestos que, cuando colisionan, suelen dejar en pie al esloveno. La pasada temporada, en fase regular, 3-1 para los Mavericks, que ganaron los tres partidos en los que jug¨® Doncic. La historia se repiti¨®, con estruendo, en el primer duelo de este nuevo curso: 137-96, una paliza infame de los Mavs¡­ con coartada para los Grizzlies. Conced¨¢mosles eso: despu¨¦s de dos victorias para arrancar, y de los 49 puntos de Ja Morant 24 horas antes, los de Tennessee jugaban en back to back y su tercer partido en cuatro noches. Para los Mavericks era solo el segundo, y con dos d¨ªas de descanso. Como era previsible, los Grizzlies parecieron agotados muy pronto, descentrados y derrotados despu¨¦s, rendidos a la l¨®gica. Hay noches as¨ª. Con la vista en el partido de ma?ana, que es otra noche para lucirse: llegan de visita a Memphis los Nets de Durant y Kyrie.

Como contra los Suns el mi¨¦rcoles, los Mavericks empezaron con una imagen maravillosa. Pero, esta vez, no se difuminaron, no desaparecieron: del 39-17 del primer cuarto a una percusi¨®n constante que no dio ni media opci¨®n de recuperaci¨®n a un rival que no ten¨ªa la noche para milagros, adem¨¢s. En ese primer cuarto, Luka Doncic anot¨® 21 puntos con un 8/10 en tiros totales (3/4 en triples) y reparti¨® 3 asistencias. Una de esas exhibiciones asombrosas que ¨¦l ejecuta como quien baja a comprar el pan. Con todo el ¨²ltimo cuarto de descanso, acab¨® con 32 puntos, 7 rebotes, 10 asistencias, un 12/23 en tiros y un 4/9 en triples. Ja Morant pas¨® de sus 49 puntos contra los Rockets a 20, con 4 asistencias por 3 p¨¦rdidas, solo un rebote y apenas 12 tiros (6/12). Anot¨® las tres primeras canastas de su equipo, pero nadie le acompa?¨® en ocho minutos y pico, y la primera de un compa?ero lleg¨® cuando el marcado estaba ya en 22-6. Al descanso, 64-36 con un 32% en tiros y 10 p¨¦rdidas de los de Taylor Jenkins. No, no era el d¨ªa de los osos.

Los Grizzlies (que tampoco tienen a Jaren Jackson Jr) no contaron con Dillon Brooks, por f¨ªsico y tenacidad el defensor habitual de Luka Doncic. As¨ª que hasta en eso estaban vendidos. Santi Aldama volvi¨® a ser titular, tres de tres, y sum¨® 8 puntos y 6 rebotes en 21 minutos. Los Mavericks apilaron cuerpos en la zona para evitar que Morant circulara por sus v¨ªas favoritas, que percutiera. El base tampoco ten¨ªa las piernas para secuencias al estilo Marvel, y los Grizzlies estaban demasiado cansados como para jugar de la forma que imprime su versi¨®n m¨¢s peligrosa: transiciones, r¨¢pidas, batalla constante por el rebote de ataque¡­

Christian Wood, la gran esperanza de crecimiento de los Mavs, estuvo brillante: 25 puntos, 12 rebotes, 3 asistencias y ni rastro (12/14) de los problemas desde la l¨ªnea de personal que le martirizaron en la frustrante derrota contra los Suns. Tim Hardaway Jr meti¨® 16 puntitos, Dinwiddie 15 y los texanos estrenaron casillero de victorias (1-1) con una paliza en toda regla, constante y coreografiada por esa sinfon¨ªa en el pick and roll de Doncic en el primer cuarto, esa manipulaci¨®n de los espacios y los tiempos que es m¨¢s cosa de magia que de f¨ªsica. Que le pregunta a Ja Morant, para el que jugar contra el esloveno empieza a ser una de las pocas chinas verdaderamente molestas en lo que por lo dem¨¢s es, por sus m¨¦ritos, una autopista recta hacia el mega estrellato. Como la de Doncic. Caminos distintos, mismo destino.