NBA | SIXERS 116 - MAVERICKS 108
Doncic, al borde del abismo
Derrota, otra m¨¢s, de los Mavs, esta vez en Philadelphia y ante los Sixers. Con 5 partidos por delante, Doncic est¨¢ a una victoria del ¡®play-in¡¯. La situaci¨®n, absolutamente cr¨ªtica.
Se acab¨® lo que se daba. O no. Pero, ahora mismo, la sensaci¨®n es que la situaci¨®n es irrecuperable. Los Mavericks caen ante los Sixers en Philadelphia (116-108) en un partido absolutamente vital para sus aspiraciones y se quedan al borde de la eliminaci¨®n. Est¨¢n, todav¨ªa, a una victoria del d¨¦cimo puesto que da acceso al play in (es un 37-40 de r¨¦cord, por el 38-39 de los Thunder), pero esa distancia ahora mismo, por juego y sensaciones, parece un mundo. El equipo que estaba cuarto de la Conferencia Oeste cuando fich¨® a Kyrie Irving y 28-26 es ahora una m¨¢quina andante del fracaso, de sumar derrota tras derrota, de no defender, rozar el rid¨ªculo y pr¨¢cticamente dar la sensaci¨®n, totalmente leg¨ªtima, de querer que se acabe cuanto antes la temporada para evitar estar delante de una c¨¢mara y que los espectadores le pongan cara a uno de los mayores rid¨ªculos de los ¨²ltimos tiempos. De las finales de Conferencia a... ?el adi¨®s incluso al play in? A eso parece que va abocada la situaci¨®n, sin duda.
Los Mavs lanzaron por encima del 50% en tiros de campo en el primer cuarto, repartieron 9 asistencias (6 de Doncic), rozaron el 43% en triples, atraparon 12 rebotes y convirtieron 37 puntos. Y ah¨ª se quedaron: se desinflaron como el que empieza algo con ganas pero sin convicci¨®n, con continente pero sin contenido; con deseo pero sin fe. Kyrie Irvin, que anot¨® 11 tantos en esos 12 minutos, solo concret¨® 12 m¨¢s en el resto del choque. Doncic, que llevaba 6 asistencias, solo reparti¨® 2 m¨¢s. Y el equipo se empez¨® a quedar sin fuerzas hasta sumar 14 p¨¦rdidas y, ya en el cuarto final, un 3 de 12 en triples, en el que se constat¨® que est¨¢ a a?os luz de cualquier plantilla medianamente seria que pueda aguantar el tir¨®n con cierta entereza, pero sin la necesidad de ejercer una determinada brillantez. En realidad, vale con estar ah¨ª, esperando a que tu rival caiga. Y sabes que va a caer: estos Mavericks siempre caen. Lo dif¨ªcil es pensar lo contrario.
Ya de nada valen las exhibiciones de Luka Doncic, pero es que ya tampoco lo son: 24 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias (4 p¨¦rdidas) con 23, 6 y 5 de Kyrie. Ya que era imposible que nos prometieran algo parecido a una defensa, era una petici¨®n casi oficial en Dallas que al menos estos dos talentos generacionales dieran, al menos, algo m¨¢s en ataque. Pero ni cuando lo han dado ni cuando no han podido los Mavs hacerse con la victoria: solo una en los ¨²ltimo seis partidos, solo un respiro que ha servido para constatar que esta franquicia ni est¨¢ ni se la espera. Y que est¨¢ dando un paso gigante hacia detr¨¢s despu¨¦s de hacer algo parecido a un sistema fiable y una revoluci¨®n inequ¨ªvoca hace unos meses. Al fin y al cabo, qu¨¦ m¨¢s da: ya nadie se acuerda de ello. Lo que pase en verano ser¨¢ esencial, pero mientras tanto hay que pasar el mal trago. Aguantar los golpes. Que duros est¨¢n siendo... y van a ser, claro.
Jason Kidd sigue en su incansable labor de hacerse la v¨ªctima y est¨¢ dando una aut¨¦ntica masterclass de lo que no hay que hacer en una pista de baloncesto. Saldr¨¢, salvo sorpresa (ya empieza a ser un tema insostenible), en verano y es cada vez m¨¢s obvio que, si bien dej¨® algunas cosas buenas el a?o pasado, sigue sin ser un buen entrenador, algo que ya demostr¨® en el pasado en Nets o Bucks. La buena relaci¨®n con los jugadores es una pobre excusa que sirvi¨® para apaciguar las aguas tras la pol¨¦mica salida de Rick Carlisle, pero ya est¨¢. En su eterna pugna con cualquier cosa que funciona m¨ªnimamente, aunque sea a media, no ha cambiado su parecer en muchas cosas y se ha abandonado al inmovilismo. Muestra de ello, el tema Christian Wood, una constante durante toda la temporada que ha tenido un nuevo cap¨ªtulo ante los Sixers: poco m¨¢s de 13 minutos para el interior, para 9 puntos y 4 rebotes, 3 de 3 en tiros de campo, 1 de 1 en triples y 2 de 3 en tiros libres. Mucha producci¨®n en pocos minutos: pero da igual. Kidd no lo quiere. Y es su en¨¦sima demostraci¨®n de ello.
Los Sixers, por su parte, siguen a lo suyo. Han recuperado a Joel Embiid, que se perdi¨® el ¨²ltimo asalto ante los Nuggets de Nikola Jokic. El camerun¨¦s lo ha hecho bien en lo que ha sido un trabajo colectivo: 25 puntos y 9 rebotes en 33 minutos, 15+4+12 para un James Harden que est¨¢ en su mejor momento de forma desde, probablemente, su estapa en los Rockets, 22+4+4 de Tyrese Maxey, 17 de De¡¯Anthony Melton, 14 de Georges Niang... Los Sixers se pusieron por primera vez por delante con 7 minutos para finalizar el tercer cuarto (74-71), volvieron a colocarse por detr¨¢sa y a remar hasta finalizar dicho parcial solo 2 por detr¨¢s (89-91) y, simplemente, ganaron al final. Porque son mejores que los Mavs: un equipo sin alma, que va por ah¨ª sin pena ni gloria, que le gustar¨ªa estar en muchos sitios menos jugando al baloncesto. Un proyecto que se quedar¨¢ al borde del colapso. Luka Doncic, al borde del abismo. Y cuidado con la ca¨ªda: puede ser larga... y dolorosa.