Davis y LeBron lideran una victoria bals¨¢mica de los Lakers

La calma que precede a la tempestad, o la m¨¢s cruenta tormenta antes de que salga el arco¨ªris. Los Lakers 2022-23 son las dos cosas o no son ninguna, son luz y oscuridad, fuego con el que pueden quemarse y agua con la que pueden ahogarse; capaces de lo mejor y de lo peor en una temporada larga, eterna, los angelinos han conseguido sobrevivir a todo sin llegar a ser nunca brillantes, ser buenos pero no explotar. Y siempre, siempre, siempre, aferrarse a la pelea: en el barro, en las trincheras, en el convencimiento absoluto de que pueden meterse en la fase final y que a alg¨²n lado pueden llegar si Anthony Davis y LeBron James se mantienen sanos. Un condicionante que ha dejado de serlo pero que tiene a ambas estrellas bastante bien f¨ªsicamente a 30 de marzo. La regular season finaliza el 9 de abril y seguramente, los de p¨²rpura y oro deber¨¢n disputar el play in. Todo ese desgaste conlleva un precio. De momento, los dos est¨¢n en pista. Y eso se ha notado ante los Bulls en Chicago: con, claro, una victoria.

Tampoco es que haya que darlo por sentado: hace solo unos d¨ªas que eran precisamente los angelinos los que ca¨ªan ante unos Bulls que luchan por su particular play in en la Conferencia Este. En el retorno de LeBron, en el Crypto Arena, ante su p¨²blico y en una derrota de estas incomprensibles a las que de alguna manera, y por desgracia, nos tienen acostumbrados. Recordemos que los Lakers empezaron, eso s¨ª, 0-5 la temporada: 38-33 desde entonces. Y tambi¨¦n 2-10: 36-28. Han sido un equipo moderadamente luego tras un inicio catastr¨®fico, pero nunca tanto como para optar a algo m¨¢s, ni siquiera tras ese mercado de febrero en el que sali¨®, por fin, Russell Westbrook, ese sainete que ha torturado a los angelinos en demas¨ªa, aunque por error propio, hasta su deseada salida. Por fin, que dir¨ªamos.

La victoria en Chicago merecida; carente de ¨¦pica pero justa. Fue un 20-31 en el primer cuarto y luego una buena capacidad para mantener las ventajas siempre en torno a la decena de puntos y ahuyentar nervios al final. Los Lakers llegaron a ganar de 18, siempre estuvieron a la altura y se quedan 38-38, en el octavo puesto de la Conferencia Oeste a medio partido del s¨¦ptimo puesto de los Wolves, pero a 1,5 del sexto de los Warriors, una losa demasiado grande con solo 5 asaltos para el final. Precisamente en los Warriors, dijo Draymond Green que los Lakers ten¨ªan que centrarse en entrar y que si lo hac¨ªan iban a ser una ¡°amenaza real¡± en el Oeste. No sorprenden las declaraciones del ala-p¨ªvot, que comparte agente y agencia (Rich Paul, de Clutch Sports) con LeBron James. Pero, ?realmente los Lakers pueden ser una amenaza en el Oeste? Lo cierto es que el nivel es el que es. Pero pasar por el play in puede ser una losa muy grande en el castigado f¨ªsico de LeBron y Davis, especialmente si la temporada se alarga de forma posterior. Veremos.

Los Bulls esta vez no tuvieron argumentos: no consiguieron esa ventaja inicial que s¨ª lograron en Los ?ngeles se pudieron aprovechar de un juego del rival que roz¨® lo bochornoso en el ¨²ltimo asalto. Fueron 22 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias para DeMar DeRozan, 29, con 12 rebotes y 9 asistencias para Nikola Vucevic (que, a pesar de ello, perdi¨® el duelo individual con un Davis al que le concedi¨® mucho en defensa), 16, en solo 14 tiros intentados, de un Zach LaVine que adem¨¢s sum¨® 5 p¨¦rdidas; un buen Coby White desde el banquillo (17, con 9 asistencias) y 12 tantos con 5 de 9 en tiros de campo de Ayo Dosunmu. Los Bulls (36-40 ahora, d¨¦cimos de la Conferencia Este) lanzaron de forma muy pobre desde el exterior (9 de 33 en triples) y aunque movieron bien el bal¨®n (31 asistencias) fueron apabullados en la lucha por el rebote (32 a 45). As¨ª, imposible.

?Y los Lakers? Otra exhibici¨®n de Davis, que vuelve a ser diferencial y ense?a ese talento generacional que posee y del que no hace gala con asiduidad por culpa de las lesiones: 38 puntos (14 en el ¨²ltimo cuarto con 5 de 5 en tiros de campo para sentenciar), 10 rebotes, 4 asistencias, 2 robos, 2 tapones, 0 p¨¦rdidas para un +16 con ¨¦l en pista. Estuvo acompa?ado de LeBron y su 25+7+4 (con 4 p¨¦rdidas), pero tambi¨¦n de Austin Reaves (19, con 7 asistencias y 7 de 8 en tiros de campo, con un +28 en pista), o de D¡¯Angelo Russell (17+4+4). Jared Vanderbilt hizo su trabajo sucio habitual (8+7+2) y los Lakers compensaron sus 15 p¨¦rdidas y su pocos intentos de tres (cosa inteligente, 20 para 3 intentos), con un dominio brutal del rebote y mucho apoyo de Davis, esencial. Los Lakers tienen ahora una visita clave a Minnesota y luego juegan contra Rockets, Jazz (ya fuera de la pelea) y Clippers, antes de recibir a Suns y, de nuevo, jugar contra los Jazz. Es lo que queda. Cada partido es una final. Y tienen que estar a la altura.