Davis rompe los esquemas de los Warriors con un partido excepcional

Los Lakers lo vuelven a conseguir. Como ya hicieran con los Grizzlies, ajustan la desventaja de empezar jugando a domicilio con un triunfo a las primeras de cambio para llevar ellos la iniciativa. En este caso toc¨® en el hogar de los Warriors, el todav¨ªa campe¨®n de la NBA, y con una suficiencia y poso en la segunda parte que hace pensar en ellos como verdaderos candidatos a todo.

Ya si consigues que una de tus superestrellas se coloque al nivel que evoca la palabra, pues es m¨¢s sencillo. Los angelinos vencieron 112-117 en un duelo en el que el mayor protagonista fue Anthony Davis. En otra noche de etiqueta para ¡®The Unibrow¡¯, al que a veces parece que no les cuestan estos esfuerzos, se fue hasta los 44 minutos de juego, para exprimir lo que se pod¨ªa, para acabar con 30 puntos, 23 rebotes, 5 asistencias, 4 tapones y un estabil¨ªsimo 11/19 en tiros de campo. Y muchas se las gener¨® ¨¦l, no necesit¨® que los Lakers le buscaran constantemente en ataque como primera opci¨®n, lo que da m¨¢s lustre a lo conseguido. El Davis decisivo, el que recuerda a la burbuja de 2020, tiene trazas de otros jugadores de amplio dominio si nos ce?imos a los n¨²meros conseguidos este martes: nadie lograba un 30+20 con la camiseta de los Lakers en un partido de eliminatoria, y han pasado dos d¨¦cadas, desde Shaquille O¡¯Neal.

Los Warriors no estaban a tope. El cambio repentino de serie tras ganar a los Kings en el s¨¦ptimo que jugaron en Sacramento el domingo, junt¨¢ndolo con el punto de frescura que hab¨ªa en los Lakers por tener dos d¨ªas m¨¢s de descanso, y pese a ser como es la NBA, se not¨® en varias franjas del encuentro. S¨®lo la casta y un parcial asustadizo les hizo pelearlo hasta el final.

Golden State llegaba con la exhibici¨®n reboteadora de Kevon Looney -que ni siquiera desenton¨® ante su par, simplemente fue inferior- y con ganas en Draymond Green de reivindicarse ante un equipo con el que se le ha relacionado. Todo ello qued¨® en pa?ales ante la llegada del mejor Anthony Davis. Y el gen competitivo de estos Lakers, como lo era hace tres a?os, empieza en otros pero debe acabar en ¨¦l. No fue el ¨²nico porque no hubiera valido para vencer. Schr?der y Russell anotaron 19 cada uno y Reaves aport¨® 10 puntos muy significativos. LeBron James, la otra vara de medir de los de p¨²rpura y oro, tambi¨¦n lleg¨® al doble-doble con 22 puntos y 11 rebotes aunque con un inferior 9/24 en lanzamientos. Pero todos los mencionados que no se apellidan Davis quedaron por debajo de lo que ofreci¨® el p¨ªvot oriundo de Chicago, un recital oper¨ªstico hecho con traje, corbata y finura que deja con las ganas, tras presenciarlo, de ofrecerle una de esas ovaciones maratonianas m¨¢s propias de La Scala que del Chase Center.

Stephen Curry, que aterrizaba en el planeta despu¨¦s de su viaje intergal¨¢ctico contra los Kings y sus cincuenta puntos, empez¨® menos activo por la defensa que le hab¨ªa preparado Ham: Vanderbilt ser¨ªa su sombra. Y en su lado pensaron: a falta de pan, buenas son tortas. Klay Thompson empez¨® enchufando y dando ventaja a los locales. Davis, con ocho puntos en dos minutos, fue el que ense?¨® la patita de los Lakers. Pero, cuando la defensa se empezaba a centrar en el metedor, aparec¨ªa otro; Curry cerr¨® el cuarto con la mu?eca caliente y los Warriors en dominio del marcador. Schr?der, otro exterior, sali¨® a la palestra para dar las primeras ventajas a los visitantes. Con ello continuaba una igualdad que hac¨ªa interesante, porque no ten¨ªa formulaci¨®n r¨¢cana sino que ambos contendientes estaban dando con todo, el desarrollo del encuentro.

Y Davis dominaba. En la primera parte ya estaba haciendo masa. Los balones que recib¨ªa los met¨ªa, porque s¨®lo err¨® uno de sus tiros, y los puntos eran 23 de los 65 del conjunto. Pero lo que m¨¢s llamaba la atenci¨®n es que se mantuvo enhiesto. La afici¨®n de los Lakers sufre cuando ve a A.D. descascarillado y es una constante. Sin un rasgu?o se adue?¨® del partido ante los m¨¢s viejos del lugar, que vienen de ganar la NBA en 2022 por cuarta vez de las ocho ¨²ltimas.

Jordan Poole, que no s¨®lo ven¨ªa falto de acierto sino que alert¨® en una acci¨®n f¨¢cil de una creciente falta de confianza, se destap¨® antes del descanso con tres triples y un 3+1 que tambi¨¦n le involucraron de irremediable manera en esta maravilla en construcci¨®n. Ten¨ªamos partido.

A falta de dos, buenos son tres. O como se diga. Por lo que D¡¯Angelo Russell se meti¨® en medio de todos con ocho puntos para abrir el tercer periodo. Despu¨¦s, ocho seguidos de Austin Reaves. Y, tras ello, un triple de LeBron que pon¨ªa la decena de ventaja a favor de los Lakers. Y ah¨ª, en ese punto, se not¨® que agarraban el partido por la pechera, lo llevaban por los aires y se lo llevaban a su terreno. El control se hizo patente. Davis era el denominador com¨²n no s¨®lo sumando en ataque, con puntos y rebotes, sino tambi¨¦n impidiendo que en el aro propio hubiera canastas sencillas.

Stephen Curry lo tuvo complicado esta noche, s¨ª, pero siempre intenta encontrar la brecha por la que colarse. Y lo hizo cuando, mediado el ¨²ltimo cuarto, comenz¨® y cerr¨® un 14-0 de parcial que puso a temblar al rival con todos por decidir en un minuto y medio. M¨¢xima tensi¨®n.

El problema que tuvieron los campeones es que no resolvieron como tal. Y esa sensaci¨®n de tranquilidad s¨ª la transmitieron los Lakers. D¡¯Angelo anot¨® una canasta a la pata coja en el poste bajo para el 112-114 y LeBron err¨® uno de sus dos tiros libres para el 112-115. Antes hab¨ªa reaparecido el Davis dominador, apagado durante el parcial en contra, con un tap¨®n sobre Curry en esa faceta de muro de contenci¨®n de la que habl¨¢bamos antes. James quiso sentenciar con un triple, lo fall¨® y una posesi¨®n entera quedaba en manos de Steph. La manej¨® con inteligencia, con un par de pases para no lanzar muy pronto y que hubiera contestaci¨®n de los Lakers, quer¨ªa apurar, pero el bal¨®n par¨® en las manos de Poole, falto de esa inteligencia, a diez segundos del final y ¨¦ste se jug¨® un triple a nueve metros del aro que, claro, no entr¨®. Dennis Schr?der, con dos tiros libres anotados, cerr¨® la pelea en la siguiente oportunidad.