Darvin Ham, ?¨¢ngel o demonio?
Lleg¨® a los Lakers como un desconocido y su forma de entrenar siempre ha generado controversia, pero se reivindica con la Copa y su buen hacer en los pasados ¡®playoffs¡¯.
El papel de un entrenador siempre es complicado. Las victorias suelen ser para los jugadores, mientras que en las derrotas los se?alados son los que forman parte del cuerpo t¨¦cnico. Tiene cierta l¨®gica: al fin y al cabo, Phil Jackson, Pat Riley o Gregg Popovich son personajes muy concretos, ¨²nicos e in¨¦ditos. Parte intr¨ªnseca de la historia de una NBA que pertenece a las estrellas en la pista. Por eso Darvin Ham siempre ha tenido una labor compleja, especialmente desde que abandon¨® el cobijo de los Bucks, donde ejerc¨ªa de asistente de Mike Budenholzer, para enrolarse a los Lakers, dirigir a LeBron James y ser responsable de la franquicia m¨¢s grande de la historia. Un mercado inmenso y 17 anillos son los que est¨¢n a las espaldas de la entidad angelina, que siempre va a copar titulares. Cuando las cosas van bien y, sobre todo, cuando no van tan bien.
Ham iba a estar en el ojo del hurac¨¢n desde el primero minuto. Sometido al escrutinio constante, al an¨¢lisis, al c¨ªrculo medi¨¢tico que envuelve siempre a unos Lakers muy c¨®modos en ¨¦l. Ven¨ªa para sustituir a un entrenador que hab¨ªa sido despedido (Frank Vogel), que a su vez hab¨ªa llegado por el mismo motivo (la salida de Luke Walton) y al que no le vali¨® el t¨ªtulo de 2020 en la burbuja de Orlando. A una idiosincrasia muy concreta, muy perteneciente al aura y al benepl¨¢cito de un jugador empoderado, l¨ªder de una era como LeBron. Pero tambi¨¦n a una estructura complicada desde que Jeannie Buss gan¨® su particular juego de tronos a sus hermanos y se hizo con el equipo que su padre llev¨® a la cima para ejercer un mandato que desde fuera parece influenciable. Phil Jackson, su expareja, parece tener opini¨®n para todo a pesar de estar retirado de los banquillos y de la vida p¨²blica. Y Kurt y Linda Rambis aparecen siempre que las cosas van mal. Por lo que sea.
El primer m¨¦rito de Ham es haber escapado de las garras de dichas personas. Y no haber recibido malas opiniones de ese sector que nunca las tiene buenas. Eso s¨ª, su camino nunca ha sido f¨¢cil: empez¨® 2-10 en su primera temporada y las cosas no funcionaron hasta que Russell Westbrook, un error garrafal de la directiva que cont¨® con el benepl¨¢cito de LeBron y Anthony Davis, sali¨®. Antes, le convenci¨® para salir desde el banquillo, algo que era impensable para el base en su momento. Ham, muy cuestionado por el sentido de sus rotaciones, muchas veces incomprensibles, se salv¨®. Tras el All-Star, los Lakers lograron un r¨¦cord de 16-7, consiguieron la mitad de esas victorias con LeBron lesionado, se fueron a un 43-39 y alcanzaron el s¨¦ptimo puesto de la Conferencia Oeste, logrando adem¨¢s vencer en el play-in a los Timberwolves de milagro y llegar a una forma f¨ªsica espectacular a playoffs.
Ah¨ª se empezaron a ver algunas virtudes de Ham: f¨ªsico, garra, rebote, buenos planteamientos defensivos y simplicidad, pero efectividad en ataque. Se atrincher¨® en casa, donde los Lakers no perdieron en las dos primeras rondas, atac¨® a Stephen Curry hasta la saciedad para aprovechar los problemas en ese lado de la pista que suele tener la estrella y desgastarle de cara al ataque. Introdujo a Lonnie Walker en la rotaci¨®n cuando tuvo que hacerlo, sac¨® de la titularidad a Jarred Vanderbilt, cambi¨® la defensa sobre Ja Morant primero y Curry despu¨¦s; se hizo fuerte en las virtudes y minimiz¨® los defectos, quitando de la pista a D¡¯Angelo Russell en momentos concretos, cuando m¨¢s quemado estaba y no le entraban los tiros, algo muy com¨²n en un jugador donde confluyen a la vez lo mejor y lo peor. Y se aprovech¨® de la sabidur¨ªa de LeBron, que jug¨® con el pie lesionado, para ganar la partida a uno de los m¨¢s grandes, un Steve Kerr que se qued¨® sin ideas ante un equipo que, simplemente, fue mejor. Fue el fin de una era y el Rey sali¨® ganador.
La temporada acab¨® con un sabor agridulce, un 4-0 ante los Nuggets, luego campeones, que supo a poco tras la revoluci¨®n conseguida. Y, al inicio de este curso, las cr¨ªticas han vuelto para Ham: l¨ªo con las rotaciones, las manos permanentemente en los bolsillos, mala gesti¨®n de los minutos de LeBron (en su 21? temporada y con casi 39 a?os), derrotas inexplicables y demasiado tiempo de juego para Russell. Pero el entrenador ha hecho caso omiso a Twitter (bueno, X) y a la opini¨®n p¨²blica, no se ha dejado amedrentar y se ha mantenido firme. La realidad es que la plantilla ha tenido muchas lesiones y el calendario ha sido complejo, por rivales y kil¨®metros recorridos. La Copa NBA era un empecinamiento del Rey y se ha conquistado. Por el camino, Ham recuper¨® efectivos y ajust¨® metiendo a Austin Reaves (que empez¨® fatal la temporada) en el banquillo. Un acierto m¨¢s.
La final del In-Season Tournament (que los Lakers han acabado 7-0) ha ejemplificado la buena cabeza de Ham. A los Pacers no les iba a ganar a base de triples y s¨ª castigando la zona, y los angelinos apenas han intentado 13 tiros desde el exterior. Ajustando seg¨²n el rival, han abastecido a Anthony Davis de balones y han ajustado atr¨¢s, defendiendo bien los intentos de tres del rival (10 de 41) y asumiendo que no iban a poder parar lo que genera Tyrese Haliburton, al que hab¨ªa que dejar en pocos puntos (20 al final) a base de aislarle. Algo totalmente distinto al planteamiento que se utiliz¨® ante los Pelicans, donde el poder¨ªo f¨ªsico desgast¨® a Zion Williamson. Todo eso es m¨¦rito en parte de Ham, siempre bien asesorado por Phil Handy y su actividad en el banquillo, en contraste con la tranquilidad que transmite el primer entrenador. Eso lo han hecho siempre los m¨¢s grandes. Lo de las manos en los bolsillos ya es otro tema.
Ham va a seguir estando controvertido a pesar de que los Lakers no hagan m¨¢s que ganar. Van quintos de la Conferencia Oeste (14-9), empatados con los Nuggets (cuartos) y los Mavericks (terceros). Y a s¨®lo una victoria de los Thunder. M¨¢s lejos est¨¢n los Timberwolves (17-4), intratables. La victoria en la Copa NBA, en su primera edici¨®n, ha demostrado que tiene soluciones para los grandes momentos y que sus planteamientos pueden llegar a ser muy buenos, especialmente en la defensa. Eso s¨ª, ser¨¢ el receptor de las cr¨ªticas de forma sostenida y permanente y su futuro, igual que el de los Lakers, depender¨¢ del f¨ªsico de LeBron James. Por el resto, parece un entrenador de playoffs m¨¢s que de regular season, algo mejor que serlo en el sentido contrario (como Mike Brown, Mike D¡¯Antoni, Mike Budenholzer...). Un personaje con un papel dif¨ªcil, pero que se ha ganado el respeto del Rey y el derecho a vivir antes que a sobrevivir. ??ngel o demonio? Quiz¨¢ no sea ninguna de las dos cosas. O ambas al mismo tiempo. Qu¨¦ m¨¢s da.
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