Cuando Rodman dej¨® los Bulls para luchar junto a Hulk Hogan
En el ¨²ltimo t¨ªtulo de los Bulls de Michael Jordan, en plenas Finales, el pol¨¦mico Dennis Rodman atrajo todos los focos y no por el baloncesto.
Las capacidades de Dennis Rodman siempre fueron a la par que sus excentricidades. Uno de los jugadores no interiores si no el que m¨¢s, ya que era clasificado como alero salvo en ocasiones puntuales, con un valor incalculable para pelear el rebote, un luchador en ambos lados de la cancha y con una calidad que estaba pero iba enmascarada por esa p¨¢tina de brega y elementos decorativos que a veces le jug¨® tan malas pasadas. Fue campe¨®n cinco veces seguidas, primer en el equipo que le hizo la vida imposible al primer Michael Jordan y luego junto a la estrella neoyorquina: dos con los Bad Boys de los Pistons y tres en el segundo de los tripletes noventeros de los Bulls. Ah¨ª, en esa segunda etapa, ya estaba quemado por lo que hac¨ªa fuera la cancha m¨¢s que por lo que le ocurr¨ªa dentro de ella, y descentrado segu¨ªa siendo una m¨¢quina. Una de sus distracciones m¨¢s recordadas fue la de irse a la lucha libre, a la WCW en su caso, cuando todav¨ªa ten¨ªa manten¨ªa el v¨ªnculo con la NBA, y no le import¨® elegirla a ella en vez de asegurar el camino hacia otro anillo de campe¨®n para completar con cinco una de sus manos.
Hay que viajar al centro de sus dos etapas m¨¢s exitosas, a cuando vest¨ªa la camiseta de los Spurs en 1995, para conocer el origen de esta bomba que terminar¨ªa de explotar del todo en la cara del todopoderoso Phil Jackson unos a?os despu¨¦s. En el especial de la WCW titulado Bash At The Beach apareci¨® Rodman acompa?ado de una silla para propinar golpetazos en el evento principal de la noche, un combate entre Hulk Hogan y Vader en una jaula de acero. Su v¨ªnculo con Hogan ser¨ªa la constante en sus apariciones, que se extendieron hasta el a?o 2000. Rodman aprovechaba los veranos, los momentos en los que no ten¨ªa partidos aunque s¨ª estuviera bajo contrato, para centrarse en esta otra pasi¨®n. A aquella primera funci¨®n lleg¨® despu¨¦s de una temporada en la que se hab¨ªa lesionado yendo en moto, se hab¨ªa peleado con la gente de las oficinas de San Antonio y abri¨® paso a los Rockets de Hakeem Olajuwon para que repitieran victoria aquel a?o, pero no tendr¨ªa comparaci¨®n con lo que habr¨ªa tres a?os despu¨¦s.
Es importante en este punto explicar el contexto de lo que supon¨ªan estas apariciones de gente megafamosa en los programas de lucha libre. No es balad¨ª. En la segunda parte de los 90 se libr¨® una batalla sin cuartel en esta industria entre la World Wresting Federation (antes, WWF; ahora, WWE) de Vince McMahon y la World Championship Wrestling (WCW), que le empez¨® a comer terreno hasta poner en peligro su liderazgo. Sus programas semanales principales, Raw y Nitro, ten¨ªan una pelea paralela, la de las audiencias, en lo que se conoci¨® como la guerra de los lunes por la noche. Raw es el programa epis¨®dico semanal m¨¢s longevo que hay en estos momentos en la televisi¨®n de Estados Unidos, pero tuvo que ganar aquellas batallas. La inclusi¨®n de personajes de repercusi¨®n mundial que no estuvieran relacionados con la lucha libre era importante y el caso de Dennis Rodman ayud¨® al impulso de la WCW. Eric Bischoff, que fue presidente de la WCW, lo explica as¨ª: ¡°En t¨¦rminos del mercado publicitario y los principales medios de comunicaci¨®n, el tipo de cobertura que obtuvimos fue espectacular. Sab¨ªa que al traer a Dennis, especialmente durante el apogeo de los ¡®playoffs¡¯, tendr¨ªamos muchos medios cubri¨¦ndonos. Todas las ma?anas, en cada espacio deportivo, de esto es de lo ¨²nico que hablaban. Ah¨ª es donde vino el beneficio real. Obviamente, gener¨® muchos ingresos para el PPV, que fue un r¨¦cord, pero el gran beneficio fue la oportunidad de marca que esto cre¨®, que fue mucho m¨¢s que el dinero que gener¨® el evento¡±. Bischoff, uno de los que llev¨® al l¨ªmite a McMahon y su compa?¨ªa con una estrategia renovadora aunque finalmente fallida, tambi¨¦n hace hincapi¨¦ en que Rodman fue Rodman en todo momento: ¡°El verdadero desaf¨ªo fue llevarlo al ring para trabajar. La mayor¨ªa del entrenamiento se llev¨® a cabo en el Condado de Orange, en California. Fuimos Hulk Hogan, yo mismo y un par m¨¢s de personas m¨¢s. Llegaba casi siempre una hora tarde y con resaca, pero cuando aparec¨ªa y, sobre todo, cuando entraba al ring, se convert¨ªa en un ser humano completamente diferente. No solo es un jugador inteligente, es un hombre muy inteligente¡±. La WCW se hab¨ªa llevado a grandes estrellas del negocio que hab¨ªan pasado por la WWF antes, como Ric Flair, ¡®Macho Man¡¯ Randy Savage, Hulk Hogan o, sobre todos ellos, Bret Hart. Con ellos coincidi¨® Dennis Rodman aquellos a?os.
El punto de fricci¨®n m¨¢s importante tuvo lugar en 1998. Los Bulls hab¨ªan ganado dos campeonatos seguidos e iban a por el triplete, el segundo para Chicago en s¨®lo ocho a?os. Gesta memorable. A Rodman no le debi¨® parecer tal cosa a tenor de los que pas¨®. Cierto es que los contratos de las estrellas expiraban ese verano y el runr¨²n de la ruptura de la plantilla en mil pedazos no ayudaba a la cohesi¨®n, pero deb¨ªan cerrar a lo grande una etapa m¨¢gica para la NBA. Antes de que cumpliera con su palabra con la WCW, meti¨¦ndose en el cuadril¨¢tero y con actividad y no como mera comparsa, ocurri¨® lo inexplicable. En el episodio del 8 de junio de su programa semanal Rodman apareci¨® para pegarle un silletazo en la espalda a Diamond Dallas Page. Era una previa para preparar el combate de dos contra dos que tendr¨ªan bien entrado el verano y que le llevar¨ªa a verse con Karl Malone, su rival ese a?o en las Finales de la NBA. Pero en aquel momento concreto, en junio, aquellas finales se estaban disputando. Rodman cogi¨® un avi¨®n privado despu¨¦s del tercer partido contra los Jazz para plantarse en Detroit, ciudad que conoc¨ªa bien, y participar en el programa. Se salt¨® un entrenamiento y el fuego trep¨® alto.
Hulk Hogan rememora en un documental producido por WWE, que con el cambio de siglo aprovech¨® para comprar una WCW y ECW para hacerse con casi el monopolio de la escena, lo que ocurri¨® cuando Rodman apareci¨® en televisi¨®n con ellos en plena disputa del t¨ªtulo de la NBA: ¡°Ten¨ªa a Phil Jackson en la oreja dici¨¦ndome: ¡®?D¨®nde est¨¢ mi chico, d¨®nde est¨¢ mi chico?¡¯. Voy a Rodman. ¡®Phil Jackson me est¨¢ machacando el tel¨¦fono, vas a tener que volver¡¯. Y me dijo que no quer¨ªa volver¡±.
Malone tambi¨¦n se vio involucrado, claro, pero no chocando con sus actividades baloncest¨ªsticas. Lo curioso, lo que hac¨ªa Rodman a Rodman, es que el cuarto partido, el posterior a su aparici¨®n en WCW, fue el mejor para ¨¦l en aquella eliminatoria que los Bulls ganaron en seis. Captur¨® 14 rebotes en el United Center para ganar 86-82 y poner el 3-1. Alguien de la empresa les dijo sibilinamente que interactuaran para ganar m¨¢s expectaci¨®n de cara a su combate y Rodman lo hizo nada m¨¢s ganar el t¨ªtulo, sent¨¢ndose en el Delta Center con Carmen Electra (su mujer), enfundado en una camiseta de la NWO (grupo liderado por Hulk Hogan en el terreno esc¨¦nico) y agarrando el trofeo de campe¨®n.
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Rodman fue una celebridad m¨¢s all¨¢ del baloncesto, donde fue un tit¨¢n en una era en la que se repart¨ªan golpes de todos los colores. Sus excesos le valieron m¨¢s fama de la que ten¨ªa por ser jugador de la NBA en equipos como los Mavs o los Lakers adem¨¢s de Detroit y Chicago, apunt¨¢ndose tambi¨¦n a una guerra en la que los casta?azos eran preparados pero muy dolorosos.