Cr¨®nica de una muerte anunciada

Como fruta madura. As¨ª acabaron cayendo estos New York Knicks, uno de los equipos m¨¢s emocionantes de la temporada, uno de los que m¨¢s transmit¨ªan por su juego, pero sobre todo por su dedicaci¨®n y sus ganas. Sin duda el segundo mejor equipo del Este en un Este nada boyante, todo hay que decirlo. Puede que el ¨²nico rival que habr¨ªa sido capaz de poner en problemas reales a los Boston Celtics. Pero eso nunca lo sabremos porque los Knicks, lesi¨®n tras lesi¨®n tras lesi¨®n, han acabado eliminados en el s¨¦ptimo partido de semifinales. En su casa, en un Madison Square Garden engalanado para ver a los suyos clasificarse para una final de conferencia por primera vez en 24 a?os. Tendr¨¢n que seguir esperando. Los Indiana Pacers han ido sacando los partidos en casa y han esperado al ¨²ltimo d¨ªa, cuando el rival ya no ten¨ªa fuerzas ni para creer, para dar el estacazo final: 109-130.

Habr¨¢ tiempo para analizar si la archiconocida estrategia de Tom Thibodeau de dar el m¨ªnimo descanso posible a sus titulares ha sido la correcta para un equipo que quer¨ªa comprar el billete de larga distancia para estos playoffs. La imagen de OG Anunoby fue el primer boquete en la autoestima del equipo y se lo infligieron ellos mismos. El alero, que llevaba diez d¨ªas sin jugar y que era duda, sali¨® de titular. Y, a pesar de meter dos buenas canastas, s¨®lo estuvo 5 minutos en pista porque, cada vez que ten¨ªa que hacer un m¨ªnimo intento de correr, la manera en que lo hac¨ªa era deprimente. El hombre no estaba para esos trotes ni para ninguno. Hubo que sacarle de la pista para no volver y eso, de alguna manera, tuvo que influir en el ¨¢nimo de sus compa?eros. Lo que pod¨ªa haber sido un revulsivo se convirti¨® en otro clavo de un ata¨²d que se hab¨ªa ido montando hace tiempo. Con las lesiones de Julius Randle, Bojan Bogdanovic, Mitchell Robinson... Tambi¨¦n la de un Josh Hart que hoy s¨ª jug¨® y lo dio todo, como siempre, pero todo en su caso no significaba tanto como otras veces. Y, para colmo, en una jugada de mala suerte, esta vez s¨ª, Jalen Brunson acab¨® con una fractura en la mano al intentar evitar una canasta de Tyrese Haliburton en un contraataque. Trat¨® de dar al bal¨®n, pero acab¨® impactando en la rodilla del base rival. Era el tercer cuarto, los minutos en los que parec¨ªa que otro milagro era posible. Del -15 en el descanso a un -6 con el Madison en pie. Pero este a?o, tampoco este, era el de los Knicks.

A los Pacers se les vio tranquilos desde el salto inicial. Muy tranquilos. El supuesto infierno del Madison que amenazaba con com¨¦rselos les import¨® bien poco. Ellos salieron a jugar a lo suyo, que es a atacar r¨¢pido y meter muchos puntos. No en vano han sido el equipo m¨¢s anotador de la temporada regular. Primero fue Siakam el que cogi¨® la bandera ofensiva. Despu¨¦s le dio el relevo Haliburton, picado con unos aficionados de primera fila a los que les iba dedicando cada canasta que met¨ªa. Y fueron unas cuantas: 6/8, 4/5 en triples, 16 puntos para el mejor jugador de la primera mitad, que acab¨® con 70 puntos en el casillero visitante. Y eso que hab¨ªan perdido bastantes m¨¢s balones que su rival, varios por pasos. Si no el resultado podr¨ªa haber sido escandaloso. Enfrente los Knicks, con 55 puntos, sobreviv¨ªan gracias a Burks, un defenestrado para Thibodeau durante gran parte del curso, incluidos estos playoffs, y que esta vez manten¨ªa a su equipo a flote con 14 puntos en 12 minutos. Tambi¨¦n los triples de DiVincenzo (3/6), sobre todo al principio, daban alguna bocanada de aire al equipo de Nueva York, que buscaba y no encontraba a esas alturas a su m¨¢xima estrella, un Brunson igual de apagado que en la primera parte del sexto partido, e incluso menos incisivo que entonces.

El inicio del segundo tiempo fue el ¨²nico momento en el que se crey¨® de verdad en el Madison. Sus chicos apretaron en defensa, mordieron en ataque y rebajaron la diferencia a 6 puntos. Pero ah¨ª los Pacers se mostraron sorprendentemente firmes. TJ McConnell empez¨® e meter las narices donde no le esperaban y los Knicks comenzaron a perder balones de forma rid¨ªcula, en saques de fondo, como si inconscientemente ya supieran que estaba todo el pescado vendido. Para colmo lleg¨® la lesi¨®n de Brunson y el cuento se acab¨®. Ni el d¨ªa hist¨®rico de DiVicenzo (9 triples, m¨¢s que nadie en un Game 7) sirvi¨® siquiera para hacerle cosquillas a los de Indiana. Un equipo que ha llegado mucho m¨¢s lejos de lo que nadie pod¨ªa esperar. La final del Este, donde le esperan los Boston Celtics m¨¢s temibles de los ¨²ltimos a?os. Con un lesionado, claro, para no estropear la estad¨ªstica de Indiana (a las bajas de los Knicks hay que sumar las de Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard en primera ronda). Ahora es Kristaps Porzingis quien se perder¨¢, al menos, los dos pr¨®ximos encuentros. Pero eso, hasta ahora, no ha evitado que los Celtics avancen con paso firme. ?Sabr¨¢n los Pacers aprovecharlo mejor? Lo sabremos a partir de ma?ana, cuando empieza la eliminatoria. La primera final del Este con Indiana desde 2014.

¡¤

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando.