Brunson, la sombra de Doncic y el desastre de los Knicks
Jalen Brunson disfruta en Nueva York, pero perdi車 el duelo contra Doncic y lidera a unos Knicks que son una m芍quina de perder partidos. Su pasado glorioso est芍 cada vez m芍s lejos.
Parece que los playoffs de 2021 no fueron m芍s que un accidente para los Knicks. El equipo neoyorquino, con una historia llena de luces casi cegadoras y explosiones en forma de noches de bohemia y momentos para el recuerdo, se hunde fruto de la concatenaci車n de sus propios errores y la p谷rdida de una esencia que queda ya muy lejana. El fichaje de Jalen Brunson ha beneficiado al jugador, pero el sistema brilla por su ausencia, Tom Thibodeau tiene una plantilla en la que no cree e intenta, adem芍s, instaurar un estilo en el que no cree la plantilla. Sin pr芍cticamente especialistas defensivos, noches de cantidades ingentes de puntos y poco brillo, el Madison se conforma con las actuaciones individuales de un Brunson que ha hecho bueno su fichaje y los millones que cobra con una demostraci車n constante de talento que contrasta con la deriva de un equipo con margen de mejora si hace alg迆n movimiento con sentido, pero perdido en un firmamento en el que, hace ya muchos a?os, eran la estrella que m芍s brillaba.
Los Knicks no dan con la tecla, ni siquiera saben qu谷 tecla hay que pulsar. La existencia del play-in y el nivel tan mediocre en el que est芍 sumida la mayor parte de la Liga (solo se salvan Celtics y Bucks), provocan que los playoffs no sean imposibles, pero ser competitivo en los mismos es, ahora mismo, impensable. Reciben m芍s de 117 puntos por partido y son la peor defensa de la Conferencia Este, tienen el peor porcentaje de la NBA en triples y el quinto peor en tiros de campo y son totalmente disfuncionales. An芍rquicos, desordenados, sin capacidad para mantener la compostura en un espacio de tiempo concreto, los Knicks se dedican a lanzar much赤simos tiros (m芍s de 92, los quintos que m芍s intentan) y a recibir much赤simos puntos.
La situaci車n es desoladora: en la 2021-21, los Knicks fueron la mejor defensa de la NBA, Tom Thibodeau Entrenador del A?o y Julius Randle All Star. Cuatos de la Conferencia Este (41-31), se estrellaron en primera ronda contra los Hawks e intentaron resolver las cosas comprando talento. Sali車 mal: la intenci車n era dar un paso adelante en playoffs, pero la fase final ni siquiera lleg車 y se perdi車 la esencia defensiva. Thibodeau fue incapaz de manejar a Evan Fournier o Kemba Walker, perfiles que distan mucho de los que est芍 acostumbrado a tener bajo sus 車rdenes. Y todo cambi車: jugar al ataque nunca ha sido lo suyo, Randle se ha confirmado como un agujero en defensa que solo sabe jugar de una manera en ataque, RJ Barret es un perfil sobre todo ofensivo, Immanuel Quickley no ha terminado de explotar y Cam Reddish se ha quedado en un jugador de planta espectacular, pero que no consigui車 arrancar ni en Duke, ni en los Hawks, ni ahora en el Madison.
Brunson es la luz
A todo esto, Brunson est芍 contento. Perdi車 el duelo individual contra Doncic, pero es el l赤der que no pod赤a ser en Dallas, donde tuvo que escapar de la sombra de Luka Doncic para emerger como el jugador franquicia en el que quer赤a convertirse. Los Mavericks notan mucho su ausencia y el base, tocado por una varita, despeja las dudas que hab赤a sobre la posible sobredimensi車n de su nuevo contrato (104 millones en 4 a?os), que los Mavs no se pod赤an permitir, y tiene un nivel que seguramente le haga debutar en el pr車ximo All Star. Se mueve en torno a los 21 puntos y las 6 asistencias por noche, tiene el bal車n en las manos durante mucho tiempo, y roza el 49% en tiros de campo, aunque desde el exterior se mueve de forma muy similar al resto del equipo (solo Derrick Rose y Obi Toppin superan el 35% en este apartado). M芍s all芍 de eso, Brunson desatasca al grupo, saca puntos de la nada, es un talento 迆nico y adem芍s encuentra a sus compa?eros. Da seguridad, firmeza y justifica lo que gana. Y demuestra eso que se le negaba en Dallas al lado de Doncic: que es toda una estrella.
Brunson va in crescendo: promedi車 m芍s de 30 puntos en los 4 partidos que disput車 del 20 al 29 de noviembre, ha superado la veintena en 13 ocasiones, ha repartido en dos m芍s de 10 asistencias y se ha ido por encima del 50% en tiros de campo en 13 de los 23 choques disputados. Pasa bien, es de los pocos motivos para levantar el Madison, consigue producir en penetraciones asombrosas y sigue con filigranas imposibles en el aire. Lo que da a los Knicks es lo que han perdido y tan desesperadamente buscan los Mavericks: un generador m芍s all芍 de Doncic que no tienen, un ayudante m芍s que le libere del esfuerzo defensivo y un anotador ausente en Dallas y que obliga a explotar al esloveno, que siempre tiene el bal車n en las manos y sufre mucho desgaste. La cr赤tica situaci車n ha obligado incluso a fichar a Kemba Walker, que cierra un rocambolesco c赤rculo que empez車 con su fichaje, precisamente, con los Knicks; y que hoy es un jugador denostado cuya llegada a los Mavericks obliga a la salida de Facundo Campazzo y demuestra que el equipo de Jason Kidd ve mal las cosas. Muy mal. Sin Brunson, todo ha cambiado... y a peor, claro. Por mucho que el ahora jugador de los Knicks se quedara en 13 insuficientes puntos en el duelo ante su exequipo.
Thibodeau y la esencia de los Knicks
Tal y como explic車 Haley O*Shaughnessy en un espectacular art赤culo en The Ringer, Thibodeau est芍 llegando a esa 迆ltima fase a la que ha llegado en todos sus equipos: un inicio esperanzador, minutajes extremos a sus estrellas, poca rotaci車n, entrenamientos dur赤simos, reuniones a puerta cerrada, complicaciones y, en 迆ltima instancia, el inevitable final. El que fuera un pionero defensivo (ya no lo es) en los Celtics del anillo de 2008, con ese maridaje lleno de ayudas constantes a Kobe Bryant, hizo un buen papel al principio en los Bulls y llev車 a los Wolves a playoffs por primera vez desde 2004. Tambi谷n meti車 a los Knicks en la fase final por primera vez en ocho a?os. Pero siempre le pasa lo mismo: 4-1 ante los Rockets en 2017, cuando estaba al mando de los Wolves; 4-1 contra los Hawks hace dos temporadas a pesar de contar con ventaja de campo. Los jugadores llegan exhaustos al final de la temporada y Thibodeau se queda sin ideas cuando la cosa se complica. El mismo sistema no vale siempre, un 迆nico plan casi siempre es insuficiente y la falta de recursos penaliza mucho en el momento de la verdad.
Thibodeau pod赤a ser, en teor赤a, el entrenador ideal para recuperar la esencia de los Knicks, que tuvo sus 迆ltimos vestigios en los 90 con Pat Riley y con un siempre pol谷mico y odiado Jeff Van Gundy que ha demostrado una capacidad mucho mayor como analista de la TNT (junto a Mark Jackson y el narrador Mike Breen) que como entrenador: garra, defensa y rebote. Pero todo se ha dilu赤do de una forma fulminante: Thibs cae presa de sus propios errores y repite los par芍metros que le han hecho caer en el pasado. No cambia. Apadrina a Derrick Rose (12 puntos por partido el curso pasado, menos de 7 en el actual) y se lo lleva all芍 donde va tras conseguir que su pupilo fuera MVP en 2011, con los Bulls y antes de entrar en su particular vor芍gine de lesiones. Pone muchos minutos en pista a sus estrellas. Y, al final, se encuentra con una plantilla que no es apta para hacer lo que 谷l quiere... y, al final, lo 迆nico que sabe hacer. Una pena para un buen t赤o que siempre est芍 muy bien valorado en los despachos, es muy cercano a Leon Rose (Presidente de los Knicks), pero puede estar en la recta final de su estancia en el Madison. Esa es la trayectoria de un hombre que rompi車 un compromiso porque estar casado era incompatible con ser entrenador de baloncesto.
Los Knicks est芍n muy lejos de sus a?os gloriosos, de los dos anillos de los 70 o de ese equipo pionero al ser el primero de la historia que ten赤a a una plantilla de jugadores negros en su totalidad. Las malas decisiones del due?o, James Dolan, llevan ya dos d谷cadas haciendo mucho da?o y han provocado incluso que se nos olvide que por ahi pasaron Willis Reed, Walt Frazier o el t谷cnico Red Holzman y su colaborativo estilo. Tambi谷n que son uno de las fundadores, en 1946, de la BAA, cuya uni車n con la NBL origin車 la NBA en 1949. Y una de las dos 迆nicas franquicias de la liga, junto a los Celtics, que sigue en la misma ciudad en la que naci車. Tampoco el fichaje del espectacular Brunson ha arreglado la situaci車n: el base lidera un equipo que est芍 por debajo del 50% (10-13) y ha escapado de la imponente figura de Doncic, que lidera otro que ha estado, inc車modas casualidades, tambi谷n por debajo del 50% (ahora, 11-11). En fin: as赤 est芍n las cosas.