Bronny, una camiseta de r¨¦cord
El escolta solo ha jugado 18 minutos con los Lakers, pero su n¨²mero 9 vende m¨¢s que el 23 de su padre y bate registros de rookie.
Bronny James no es un pick 55 de draft normal, claro. Es el hijo de LeBron James, y eso marca todos sus pasos y tambi¨¦n establece qui¨¦n es dentro de las pistas y, por ahora m¨¢s claramente todav¨ªa, fuera de ellas. S¨ª, Bronny fue seleccionado por los Lakers para, con un pick de draft de muy poco valor deportivo en todo caso (y poco riesgo, por lo tanto), facilitar una imagen hist¨®rica: un padre y un hijo juntos, y con la misma camiseta, en una cancha de la NBA. Algo incre¨ªble, y un hito m¨¢s para LeBron en su carrera prodigiosa. Y, para la franquicia, una buena noticia a nivel de imagen, por la relevancia del hecho y, en intr¨ªngulis de trazo m¨¢s fino, el mensaje que transmite para futuras estrellas cuando estas busquen nuevo destino: los Lakers son el equipo de las estrellas, el que saber cuidarlas de verdad. Es algo que, unido al gigantesco (y soleado) mercado de L.A., siempre ha funcionado. Cuesti¨®n de marca.
Bronny ya ten¨ªa en USC, en su ¨²nico a?o universitario (marcado adem¨¢s por un grave problema cardiaco), un valor de unos 5,9 millones de d¨®lares en contratos de imagen (NIL: name, imagen, likeness). Desde 2022 forma parte del escuadr¨®n Nike y, tambi¨¦n como LeBron, tiene acuerdos con marcas como Beats By Dre. Y con otras como PSD Underwear o Google. A eso hay que sumar, desde esta temporada, su primer contrato profesional como jugador de baloncesto: cuatro a?os y 7,9 millones con los Lakers (1,1 esta temporada) que le garantizaron unos totales superiores a lo que suele ser habitual (aunque tampoco es algo ins¨®lito) con otros jugadores elegidos tan atr¨¢s en el draft. Bronny tiene, adem¨¢s, 8,1 millones de seguidores en Instagram y 5,8 en TikTok.
Se ha hablado mucho de la decisi¨®n de los Lakers de draftear a Bronny, un jugador que todav¨ªa no est¨¢ listo para la exigencia de la NBA y que, en todo caso, tampoco tiene a priori techo de pieza importante en un equipo de latas aspiraciones. Una vez m¨¢s, hay que considerar que se trata de un pick 55 y que los Lakers aprovecharon la circunstancia para satisfacer a LeBron y para anotarse unos cuantos golpes comerciales. El ¨²ltimo que se ha conocido tiene que ver con la venta de camisetas: desde que fue elegido en el draft, la camiseta de los Lakers de Bronny James (todav¨ªa 20 a?os), que solo ha jugado 18 minutos en la NBA, ha vendido ya m¨¢s de medio mill¨®n de unidades. El 9 del escolta ha batido un r¨¦cord absoluto en jugadores de primer a?o y est¨¢ por delante incluso de las cifras, esta temporada, de su padre, de Stephen Curry, de Nikola Jokic¡
En las redes sociales se ha viralizado un c¨¢lculo simplista: ese n¨²mero de camisetas vendidas supone unos 50 millones de d¨®lares para los Lakers, que cubrir¨ªan as¨ª el salario de un LeBron que en unos d¨ªas cumplir¨¢ 40 a?os y que percibe 48,7 millones de d¨®lares. La decimocuarta cifra m¨¢s alta de una NBA que lidera Stephen Curry (55,7 esta temporada).
Las cosas no son tan sencillas. Hay una gran parte de la venta de camisetas que va para la marca fabricante, que para eso llega a acuerdos con la NBA que son muy lucrativos para la liga, el ¨²ltimo renovado en los ¨²ltimos meses hasta 2036. Hay una parte de las ventas a nivel local que s¨ª para los Lakers, y para los jugadores a t¨ªtulo individual en cl¨¢usula que normalmente no se conocen. Pero el grueso de lo que se genera en la venta de camisetas va, en el caso de la NBA, al fondo de lo generado por el ¨¢mbito deportivo (BRI, Basketball Related Income) que se reparten, en los ¨²ltimos convenios en torno al 50% por bando, franquicias y jugadores. Ah¨ª, en ese reparto, no hay diferencias entre unos y otros. El BRI ayuda a establecer el salary cap y su crecimiento afecta directamente, por lo tanto, al aumento del valor de los contratos de los jugadores.
A diferencia de, por ejemplo, la NFL, la NBA agrupa la venta de productos de sus licencias (camisetas y el resto de merchandising) y lo redistribuye de forma equitativa. Es as¨ª desde 1995, cuando se acord¨® centralizar estas gestiones a trav¨¦s de la secci¨®n NBA Properties Inc de la competici¨®n. Esta es la que llega a acuerdos con las marcas, establece cu¨¢nto se queda de las ventas y la reparte con los jugadores a trav¨¦s del BRI. El resto de acuerdos con jugadores individuales o en situaciones concretas, en todo caso excepcionales, no se conocen con exactitud. El sindicato de jugadores dio el OK a esta f¨®rmula a trav¨¦s del Uniform Player Contract. que da a NBA Properties el control general sobre el naming de las camisetas. Hasta 1995, algunos jugadores pod¨ªan romper esta din¨¢mica colectiva y gestionar la producci¨®n de su marca particular en este tipo de productos. Es lo que hizo en 1992, por ejemplo, Michael Jordan.
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