Booker, desatado otra vez con 44 puntos# y sin premio
Phoenix Suns cay車 frente en Orlando a pesar de la exhibici車n del escolta. Es la 5? vez este curso que anota 40 o m芍s tantos.
Devin Booker es un jugador generacional. Lo era desde que empez車 a dar sus primeros pasos en la NBA en 2015 con unos Suns a la deriva. Es un artillero de primera magnitud que no ha bajado de los 20 tantos de media por temporada desde su segundo a?o en la Liga. Y no parece tener intenci車n de hacerlo como est芍 demostrando en este tramo del curso: esta madrugada, se dispar車 hasta los 44 puntos en la dura derrota de Phoenix en Orlando contra los Magic (113-98).
Es la quinta vez esta campa?a que Booker hace 40 o m芍s tantos. En los tres 迆ltimos partidos no ha bajado de esa cifra: 46 puntos frente a Dallas y 62 ante Indiana Pacers. Hace tan solo seis encuentros, el pasado 19 de enero, lleg車 a los 52 tantos contra New Orleans Pelicans.
Una rendimiento sobresaliente de cara al aro, una potencia de fuego descomunal que no sirvi車 para que los Suns asaltaran Orlando. Los Magic, un equipo que trata de encontrar su sitio en esta NBA, tir車 de Banchero y sus 26 puntos para doblegar a su rival. Pero, sobre todo, de m迆sculo defensivo en el 迆ltimo cuarto, donde Phoenix solo alcanz車 los 13 puntos, 4 迆nicamente en los 迆ltimos 10 minutos del partido. ※Son un equipo enorme§, admiti車 Frank Vogel, entrenador de unos Suns que se vieron empeque?ecidos por un quinteto en el que estaban Banchero, Franz Wagner y Moritz Wagner, y Jonathan Isaac (6-11).
Otro de los culpables de la derrota de los Suns fue Kevin Durant. El alero no estuvo bien. Nada bien. Anot車 solo 15 puntos, su segundo peor registro de la temporada. Con 谷l en cancha, Phoenix tuvo un -25. Acumul車 7 de las 22 p谷rdidas de su equipo. ※No fui muy inteligente con el bal車n. Doy ejemplo al hacer cosas as赤 y eso arruin車 el partido. Simplemente, creo que eso sienta un mal precedente para el equipo y todos se alimentan de eso. Es como una bola de nieve. Realmente, fue eso lo que hizo perder el partido§, enton車 el mea culpa, el alero.