Bien Westbrook, mal los Lakers
En una nueva derrota, los Lakers, con un gran Westbrook, llega hasta donde puede y luego se hunde por una plantilla sin recursos. Adem¨¢s, LeBron fue baja.
Se nota que Darvin Ham tiene cosas. Que quiere jugar de una determinada manera, que posee una mente llena de ideas (muchas buenas) y que desea implementar alg¨²n tipo de sistema tanto en ataque como en defensa. Hay bloqueos para habilitar jugadas a LeBron James y a Russell Westbrook, ciertos movimientos de Anthony Davis, pantallas o cuatro hombres rodeando a uno solo que funciona como eje a trav¨¦s del cu¨¢l mover el bal¨®n. Las se?as en el otro lado de la pista es defender al hombre, luchar al rebote, llegar siempre a los tiradores y tener buenas manos. El sistema, o la pretensi¨®n de tenerlo, est¨¢ ah¨ª; es palpable, tangible, visible. Hay una clara intencionalidad, una capacidad oratoria que ha llevado, por ejemplo, a Westbrook a asumir su sitio en el banquillo y una determinada actitud que va m¨¢s all¨¢ de un paup¨¦rrimo r¨¦cord (2-8). Lo que no hay, simple y llanamente, es equipo. Porque s¨ª, puede haber todo esto. Pero la explicaci¨®n m¨¢s sencilla a veces es la cierta y a los Lakers, simplemente, no les da. Es as¨ª.
Y ojo, no es que Ham est¨¦ interpretando mal las cosas. No est¨¢ queriendo tener un estilo que no va acorde al tipo de plantilla que tiene. Es obvio que tiene una visi¨®n claramente defensiva del baloncesto y que su creaci¨®n y la capacidad que pueda tener para ganar partidos va a nacer en ese lado de la pista. Pero no est¨¢ imponiendo una locura ni queriendo hacer jugar al equipo a una cosa que, por jugadores, no sabr¨ªa jugar. Los Lakers simplemente son malos. No pueden practicar ning¨²n tipo de estilo y las obligaciones de este son las b¨¢sicas para ser competitivos el m¨¢ximo tiempo posible. Y eso es lo que est¨¢n siendo: los Lakers juegan bien durante un rato, resisten a su rival, tiran de garra y pundonor y no tienen una manera reprochable de encarar las batallas o saltar a la pista cada noche. Pero, al final, la falta de talento, de plantilla, de especialistas defensivos, ofensivos y de todo, les deja sin victoria. Por el sencillo empuje de la fr¨ªa l¨®gica. Nada m¨¢s.
Los Lakers han vuelto a perder, otra vez ante los Jazz, esta vez en Salt Lake City. Y seguir¨¢n perdiendo y perdiendo partidos sin pudor, sin que haya brotes verdes y su afici¨®n solo se lleve alguna peque?a alegr¨ªa: el ya famoso triple de Matt Ryan (hoy, 0 de 4 en tiros y 0 de 3 desde el exterior) o la te¨®rica resurrecci¨®n de Russell Westbrook, al que no acompa?an los resultados por mucho que mejore individualmente sus n¨²meros. En Utah, el base se fue a 22 puntos y 5 asistencias en 24 minutos, con un gran 8 de 14 en tiros de campo y 2 de 3 en triples. Los Lakers se fueron esta vez a 9 de 24 tras su desastroso 8 de 27 de hace un par de noches, pero de nada sirvi¨®. Todav¨ªa estaban vivos al descanso (76-71 abajo) y a mitad del tercer cuarto (92-85). Pero se hundieron definitivamente al final, recibieron 42, 34 y 39 tantos en los tres primeros periodos y no tuvieron ning¨²n tipo de capacidad de reacci¨®n.
Sin LeBron, baja por primera vez en la temporada por problemas en su pie izquierdo, los Lakers hicieron lo que pudieron.. y bastante aguantaron. Davis se fue a 29 puntos, pero solo atrap¨® 4 rebotes y demostr¨® que sigue con mucho miedo al contacto por la posibilidad de lesionarse. Troy Brown se fue a 10, Austin Reaves a 11, y Kendrick Nunn, la mejor noticia, a 18 tras quedarse sin anotar en 5 de los ¨²ltimos 7 partidos, en los que apenas acumulaba un total de 21 puntos. Damian Jones, con 10+7, destac¨® ligeramente desde el banquillo, pero los Lakers no pudieron plantar cara al talento ofensivo de los Jazz y se quedaron en otra derrota, segunda consecutiva, octava en los ¨²ltimos 10 partidos. Una losa demasiado grande para un Oeste ultracompetitivo en el que un inicio tan devastadoramente malo te penaliza en exceso y te deja sin margen de mejora.
En los Jazz, lo que ya sabemos: que son un equipo divertido, interesante, con m¨²ltiples posibilidades ofensivas y capacidad para plantar cara a cualquier rival. La sabidur¨ªa de Mike Conley (14 puntos y 12 asistencias), el todoterreno Lauri Markkanen (23 tantos con 10 de 15 en tiros), y siete jugadores por encima de la decena de puntos, con Collin Sextos (17) y un sorprendente ex de los Lakers venido a menos como Talent Horton-Tucker liderando la segunda unidad. Victoria en la lucha por el rebote (41 a 33), apabullante superioridad en el movimiento de bal¨®n (30 a 15) y una plantilla profunda a la que le faltaba Jarred Vanderbilt, pero que se divirti¨® ante la atenta mirada de un Danny Ainge que no sabemos si est¨¢ muy contento (el equipo esperaba a tankear seg¨²n muchas apuestas y va 9-3 y l¨ªder del Oeste) y de un Will Hardy que, desde el banquillo, seguro que lo est¨¢. L¨®gicamente.