B¨¢lsamo para los Bulls en Miami
Las tormentosas ¨²ltimas horas de los Bulls acaban con un triunfo en casa de los Heat. El equipo replantea su juego y la situaci¨®n de LaVine o DeRozan.
No hay mejor respuesta de un deportista para las cr¨ªticas que llegan desde fuera que una victoria. Y si es contra un rival de entidad, m¨¢s agradable todav¨ªa. En el caso de los Bulls la extinci¨®n del fuego que tienen en casa est¨¢ lejos de ser una realidad, pero va bien ir controlando los focos para que la situaci¨®n no llegue a mayores. Se ha abierto la temporada del mercado de fichajes y los equipos se preguntan por las piezas de Chicago, principales como LaVine o DeRozan, despu¨¦s de las ¨²ltimas especulaciones. Pueden ser un equipo vendedor y hay pocos. Los jugadores est¨¢n teniendo evidentes problemas para jugar juntos y el resto lo ve. Nada parecido a lo que se sac¨® en claro de la visita a los Heat, uno de los conjuntos m¨¢s temidos de la Conferencia Este, donde los de Illinois vencieron para callar esas conversaciones un tanto maliciosas.
La situaci¨®n dentro del vestuario es, digamos, peculiar. Todo salt¨® por los aires el pasado domingo, durante el descanso contra los Timberwolves (que anotaron 150 puntos, el r¨¦cord de su vida); los entrenadores, que estaban conversando fuera del vestidor, tuvieron que entrar a calmar los ¨¢nimos cuando varios jugadores se lanzaron a por Zach LaVine, recrimin¨¢ndole su mala defensa, seg¨²n ha contado el escritor de NBC Joe Cowley. A partir de ah¨ª en la prensa local y nacional se ha empezado a hablar de los Bulls en t¨¦rminos apocal¨ªpticos, como si la plantilla se deshiciera como un azucarillo en el caf¨¦. ¡°Tenemos que sacarnos de encima la mentalidad de preocuparnos por la ofensiva, c¨®mo se har¨¢ y qui¨¦n es el que anotar¨¢. Si el bal¨®n se pasa y se mueve, lo meter¨¢ el que lo meta¡±, declar¨® Billy Donovan, el t¨¦cnico principal, en esa l¨ªnea. Otros dos periodistas, Shams Charania y Darnell Mayberry (The Athletic), han hablado de una ¡°desconexi¨®n¡± que cada vez se hac¨ªa m¨¢s ¡°palpable¡± entre LaVine y el resto de compa?eros por cuestiones t¨¦cnicas, con DeRozan por una ¡°tensi¨®n estil¨ªstica¡± como ¨¦l mismo anunciaba: ¡°Hay cierto nivel de tensi¨®n en la gente por ver qu¨¦ podemos hacer para enderezar el barco. Esto no va de una sola persona, va de estar todos en las mismas¡±. Y en esa buena l¨ªnea se trabaj¨® en el FTX Arena.
Dejando m¨¢s tiros a DeRozan pero tambi¨¦n a Vucevic, un arma que se ha explotado muy poco para lo que puede darle al equipo. LaVine se qued¨® en un tercer plano. El potencial no es para que lleven s¨®lo doce victorias, contando ya este desplazamiento a Florida, en treinta partidos disputados. Eran cuatro derrotas consecutivas que hab¨ªan sentado as¨ª de mal, como os mostr¨¢bamos, tambi¨¦n por la forma en la que se hab¨ªan producido. Aprovechando las continuas bajas de los Heat, a los que les cuesta tener a todos sus jugadores sanos siquiera en un corto periodo de tiempo, pero llevando el triunfo a Chicago, que al final es lo que vale cuando se hagan las cuentas al final de la fase regular de la temporada. Los Bulls continuar¨¢n una jornada m¨¢s los cuartos de una divisi¨®n de cinco y fuera de los diez primeros puestos del Este, s¨ª, pero con otra cara.
Los Bulls vencieron 103-113 en esta cita a la que no pudieron acudir, por parte de los Heat, jugadores tan importantes como Jimmy Butler o Kyle Lowry. Y el que fue su mejor hombre, Adebayo (27+12+6), empez¨® con fuerza, anotando sin fallo nueve tiros. Pese a la racha, el inicio perteneci¨® a los visitantes. Las idas y venidas del juego estabilizaron las diferencias en el segundo periodo con ayuda de Highsmith (18) u Oladipo (14). Tras el descanso lleg¨® el desparrame. A un triple de Herro (19) le sigui¨® un parcial matador de Chicago, 7-30, para el 20-36 del total del tercer cuarto. Ah¨ª se acab¨® todo, no hubo m¨¢s competencia. Vucevic (29) y DeRozan (24) arrastraron m¨¢s que LaVine (21) esta vez y el equipo venci¨® sin complicaciones.