Aviso muy serio de los Mavs

Poco a poco, y despu¨¦s de un arranque irregular con derrotas evitables y desajustes a veces groseros, los Mavericks est¨¢n encontrando su lugar, su juego. Y lo est¨¢n haciendo, es lo m¨¢s impresionante de todo, sin Luka Doncic: en la temporada 2022-23 el equipo firm¨® un sufrido 5-11 sin el esloveno, la pasada un 4-8. Ahora es un 4-1 que, en cuanto uno echa un vistazo a lo que est¨¢n haciendo en pista en los ¨²ltimos partidos, invita desde luego al optimismo. Este es el campe¨®n del Oeste, conviene recordarlo, y el vigente finalista de la NBA. Y parece que puede mejorar notablemente su versi¨®n del curso pasado, en el que ya acab¨® siendo (tras el meneo del mercado invernal) mucho mejor que en los que lo hab¨ªan precedido. Ahora falta Doncic. Que vuelva a jugar¡­ y que coja ritmo de verdad. El f¨ªsico, el del tiro exterior, el del flujo de juego en los ¨²ltimos cuartos¡­ Si pasa, o m¨¢s bien cuando pase, estos Mavericks podr¨¢n, en una liga en general confusa en sus rangos y jerarqu¨ªas, volver a sentirse como uno de los principales favoritos para jugar (otra vez) las Finales.

Contra los Knicks (129-114) qued¨® claro que este equipo que ha construido con una enorme capacidad de visi¨®n Nico Harrison (una llegada bals¨¢mica, decisiva, en el verano de 2021) tiene la f¨®rmula para ganar en la NBA actual. Y tiene, sobre todo, funcionamiento colectivo, una capacidad refrescante para elevarse por encima de sus estrellas. No solo Doncic: tambi¨¦n Kyrie Irving. Queda muy lejos la absoluta dependencia de los jugadores franquicias (el A y, cuando lleg¨®, el B), y tambi¨¦n han desaparecido aquellos Mavs que viv¨ªan o mor¨ªan en la l¨ªnea de tres. Ahora es un equipo que gana de muchas formas, como todos los que son buenos de verdad; Pero que suele hacerlo, como todos los que son buenos de verdad, desde la defensa, la dureza, la circulaci¨®n en ataque y los roles bien definidos.

Los Knicks llegaban al alza, despu¨¦s de meter 145 puntos en Denver y con ese nuevo quinteto especial (Brunson-Hart-Bridges-Anunoby-Towns) que se est¨¢ empezando a encontrar, sobre todo en ataque. Tambi¨¦n llegaban en cuarto partido seguido fuera de casa. As¨ª que el peso de las piernas marid¨® con la intensidad de los Mavs en lo que acab¨® siendo un ejercicio de dominaci¨®n: 28-15 el primer cuarto, 60-38 al descanso con, por entonces, un 26% en tiros totales y un 13% en triples para los de Thibodeau. Cuando llegaron los puntos visitantes, la cosa no pas¨® de un intercambio amable de canastas (la desventaja no baj¨® de los trece puntos) porque los Mavs pusieron lo suficiente en ataque despu¨¦s de su excelente primera parte en defensa.

Ni Bridges ni Anunoby jugaron c¨®modos, el segundo negado (3/15, 0/8 en triples, 8 puntos) por el f¨ªsico de los Mavs tras su partidazo en Denver. Tampoco Towns (25+14, gran parte de su producci¨®n desde la l¨ªnea de personal). Y Brunson, en otro regreso a Dallas, acab¨® con 37 puntos y 7 asistencias pero no pudo evitar una sangr¨ªa que parti¨® de la l¨ªnea de tres: 0/8 de los Knicks en el primer cuarto, 7/29 en total. Un obvio contraste con el 17/33 de los Mavs, que sacaron 30 puntos m¨¢s del triple con un 51% de acierto. Y que no han tirado bien en lo que va de temporada y han ganado, m¨¢s que nunca, gracias a su peso y su energ¨ªa en las zonas. Si adem¨¢s, como esta vez, entran los triples, la cosa se pone seria de verdad.

Cuatro jugadores superaron los 20 puntos, y eso en un equipo sin Doncic, Klay Thompson y Daniel Gafford: 23 con 6 asistencias Kyrie, que no tuvo que hacer heroicidades, 21 con un 4/8 en triples un Quentin Grimes que jugaba contra sus ex, 24 Naji Marshall, que hace muchas cosas que no hac¨ªa Derrick Jones Jr; y 21 con 9 asistencias desde el banquillo Spencer Dinwiddie. Adem¨¢s, PJ Washington termin¨® con 19 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias. El ala-p¨ªvot es, ahora, el gran term¨®metro de estos Mavs. Cuando falt¨®, el equipo se descosi¨® y cay¨® dos partidos por debajo del 50% de victorias. Desde que ha vuelto, seis victorias en seis y 11-8 total. Washington es fundamental en defensa, determinante, y en ataque depende menos del tiro exterior (esta vez, eso s¨ª, 3/3 en triple) y est¨¢ explotando cada vez m¨¢s las ventajas, generalmente contra defensores m¨¢s peque?os tras los cambios defensivos del rival, que le generan sus guards estrella cerca de la canasta.

En total, y cuando est¨¦n todos, los Mavericks tienen una rotaci¨®n profunda, f¨ªsica, con alternativas, especialistas en defensa, secundarios de primer nivel y s¨²per estrellas al frente. Tiene, en fin, exactamente lo que hay que tener. Solo hace falta que la f¨®rmula cuaje definitivamente, que en ello est¨¢, que la salud no juegue malas pasadas¡­ y, s¨ª, que regrese la versi¨®n prime de Luka Doncic. Mientras, partidos como este ponen en alerta a todo el Oeste. O deber¨ªan, desde luego.

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