Aqu¨ª manda Boston Celtics

Fue un partido serio, de verdad. En tramos de la segunda pareci¨®, incluso, baloncesto de playoffs. No especialmente bonito porque hubo fases en las que las virtudes de unos y otros parec¨ªan caer, todas, anuladas por los esfuerzos del rival. Los Bucks machac¨¢ndose las piernas para que los Celtics no tiraran triples liberados, los Celtics poniendo el cuerpo donde hiciera falta para que Giannis Antetokounmpo tuviera que operar fuera de la zona. Por un momento, se pareci¨® a los Celtics-Bucks de hace no tanto, cuando las inercias de uno y otro todav¨ªa no los puesto en universos diferentes. Pero el golpe de realidad final, la moraleja, acab¨® siendo obvio. Otra vez: los Celtics ganaron (111-105), sellaron un 3-0 en duelos directos (si vuelven a enfrentarse, ser¨¢ en playoffs) y pusieron un 19-4 que est¨¢ a a?os luz del 11-11 de los Bucks.

Que los de Wisconsin son un equipo mejor al que penaba por las pistas en las primeras semanas de temporada es obvio. Tambi¨¦n que necesitaban una victoria en un d¨ªa as¨ª, grande, para dar algo parecido a un aldabonazo de verdad. Y parec¨ªan muy conscientes de ello. Por el aspecto psicol¨®gico que tiene ahora mismo para cualquier equipo (y m¨¢s un te¨®rico, te¨®rico, aspirante del Este) ganar a los Celtics. Y porque, al final y al cabo, los de Doc Rivers est¨¢n, ahora, 2-6 cuando han jugado contra equipos por encima del 50% y 3-7 fuera de casa. Esos medidores, los de la verdadera recuperaci¨®n, siguen fallando. Y eso a pesar de que amasaron un bot¨ªn que era un tesoro (95-99) en el ecuador del ¨²ltimo cuarto de un partido en el que nadie lleg¨® a ganar nunca por 10 puntos. Pero solo anotaron seis m¨¢s. Y fallaron mucho, demasiado: tambi¨¦n Damian Lillard y Giannis, que no acertaron con 102-101, ninguno de los dos, camino del ¨²ltimo minuto.

No se puede dejar vivos a los Celtics, claro. Un triple de Al Horford y una canasta brillante de Jrue Holiday (un toque doloroso para los Bucks) acercaron un desenlace que tampoco cambi¨® Lillard con otra oportunidad (105-102 a falta de 52 segundos). Justo antes de la daga de Jrue, la cu?a de la que fue propia madera. Los Bucks estuvieron m¨¢s cerca pero se acabaron quedando igual de lejos. Seguramente, ser¨¢ la sensaci¨®n que les deje la tercera derrota en un mes y medio contra el equipo que marca un list¨®n elevad¨ªsimo. En el Este y en la NBA. El campe¨®n.

Volvi¨® Khris Middleton, que jug¨® (11 puntos, 2/10 en tiros) sus primeros minutos de la temporada. Si los Bucks van a hacer algo que parece imposible, la enso?aci¨®n (m¨¢s que cuenta) pasa por una versi¨®n ¨®ptima del alero, que tiene 33 a?os y vive machacado por las lesiones. Verlo en pista dio, al menos, una sensaci¨®n de plenitud que los Bucks no son capaces de tener sin ¨¦l, un jugador que deber¨ªa ser instrumental como vaso comunicante en la extra?a conexi¨®n Lillard-Giannis. Un dato: desde que lleg¨® Doc Rivers el 29 de enero, este fue el noveno partido, solo nueve, en el que compartieron pista los tres, un te¨®rico big three que nunca es.

Giannis, por cierto, cumpli¨® 30 a?os pero no lo pudo celebrar con victoria. Acab¨® con 30 puntos y 11 rebotes, un 13/25 en tiros que acompa?¨® a los 31 puntos de un Lillard que sostuvo al equipo en algunos tramos de la primera parte pero no pudo ser diferencial al final, en ese momento de los partidos que deber¨ªan pertenecerle, el santo y se?a que tendr¨ªa que haber justificado la apuesta de los Bucks por ¨¦l. Es obvio que, m¨¢s de un a?o despu¨¦s, no lo ha hecho.

Los Celtics no ten¨ªan a Kristaps Porzingis, y no tuvieron su d¨ªa en el triple, el arma que han llevado a un nivel in¨¦dito, de uso y eficacia, y con el que han creado un rompecabezas que, por ahora, nadie puede resolver: si aciertan desde la l¨ªnea de tres, ganan siempre. Y si no¡­ casi siempre. Esta vez se quedaron en un 17/53 (36 fallos) y llegaron a errar 17 seguidos, 12 en un segundo cuarto que fue (0/12) el primer parcial en el que se quedaron en blanco despu¨¦s de 130 consecutivos anotando al menos uno. Payton Pritchard estuvo negado, y eso ahora mismo es noticia, pero apareci¨® Sam Hauser (eso no lo es: 16 puntos, 4 triples). Y el resto lo puso, sobre, un Jayson Tatum (34 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias) que est¨¢, ahora s¨ª, en n¨²meros y sensaciones de pelear el MVP.

Los Bucks jugaron con deseo abrasivo, obviamente conscientes de cu¨¢nto terreno, emocional y real, tienen que recuperar con respecto a unos Celtics a los que, sin embargo, les vali¨® la versi¨®n de andar por casa. Que no estuvieron brillantes pero s¨ª intensos. Y que, sin ganas de conceder nada al que deber¨ªa ser (sigue sin serlo) un rival directo, jugaron mejor los minutos decisivos. As¨ª que, cuando acab¨® el partido, la sensaci¨®n fue que la vida sigue igual. Para desmayo de unos Bucks que saben, o deber¨ªan saber, que una cosa es evitar el naufragio y otra llevar la nave a ese puerto que siguen sin ver cerca y en el que han montado su fortaleza estos Celtics a los que tan dif¨ªcil parece que alguien pueda ganar cuatro partidos de siete cuando llegue la primavera. Tan, tan dif¨ªcil.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando.