Abran paso a Kyrie

Kyrie Irving es uno de esos personajes verdaderamente singulares. En pista es como una pel¨ªcula de David Lynch, Pedro Almod¨®var, Quentin Tarantino o Paul Thomas Anderson: reconocible en un solo fotograma. Si las luces se apagaran y los jugadores fueran cuerpos de igual peso y estatura, iluminados como luci¨¦rnagas pero sin el rostro identificable, se sabr¨ªa r¨¢pidamente qui¨¦n es Irving por c¨®mo se mueve, como bota el bal¨®n. Incluso por c¨®mo se?ala o marca una jugada. Fuera de una cancha, la ambivalencia y la pol¨¦mica se han adue?ado de su figura, siempre cuestionada. Su discurso negacionista en lo referente al coronavirus caus¨® estragos en una NBA que presume de ser social y dirige su mayor influencia a las minor¨ªas y los adolescentes, pero al mismo tiempo le prest¨® ayuda econ¨®mica y techo a la viuda de George Floyd, v¨ªctima de un asesinato racista por la polic¨ªa estadounidense. Tambi¨¦n explot¨® su recomendaci¨®n de un documental basado en un libro antisemita, lo que le hizo incluso perder el patrocinio con Nike y puso patas arriba la mejor Liga del mundo. Antes de que esta temporada haya aparecido reivindicando a Palestina en el contexto del conflicto b¨¦lico en el que se encuentra con Israel.

Nadie sabe qui¨¦n es realmente Kyrie. C¨®mo piensa, qu¨¦ hace, ni qu¨¦ significa lo que dice. A veces da la sensaci¨®n de no medir bien sus palabras o no ser consciente de su significado. Otras, se muestra con una vulnerabilidad que invitan a la ternura. Y en ninguna deja indiferente a nadie, por mucho que su estancia en los Mavericks, particularmente dentro de esta temporada, haya sido el periodo de tiempo m¨¢s largo que haya pasado sin protagonizar ning¨²n esc¨¢ndalo fuera de las pistas desde que abandon¨® los Cavaliers. ?Se acuerdan? Ese lugar en el que empez¨® como jugador ganando el Rookie del A?o antes de unirse a LeBron James para protagonizar en 2016 la mayor remontada de la historia de las Finales y acompa?ar al Rey en la consecuci¨®n del anillo prometido. Kyrie, con un triple sobre Stephen Curry en la que es una jugada para los anales del deporte, amarr¨® el lanzamiento y certific¨® la vitoria. Despu¨¦s de eso, aguant¨® una temporada m¨¢s y puso rumbo a otros lugares para escapar de la sombra de LeBron. Sin ¨¦xito.

Kyrie, que ha pasado por Celtics y Nets antes de recalar en los Mavericks, ha dado un paso adelante y vive una segunda juventud sin grandes alardes. Promedia 24 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias, lanza por encima del 47% en tiros de campo y del 41% en triples, mantiene un papel secundario habiendo aceptado el liderazgo de Luka Doncic y se maneja bien en su tiempo de protagonismo y de bal¨®n. Y, en ausencia del esloveno, ha vuelto a demostrar por qu¨¦ es un talento hist¨®ricamente bueno. Ha sido ante los Knicks (128-124) y con una actuaci¨®n para los anales, la mejor de la temporada para ¨¦l en un ejercicio de resiliencia, dominio y jefatura digna de encomio: 44 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, con 15 de 26 en tiros de campo, 6 de 10 en triples y 8 de 9 en tiros libres. Los Mavericks mandaban de 15 al inicio del ¨²ltimo periodo (101-86), cuando Kyrie ya llevaba 38 puntos. En el ¨²ltimo cuarto y para el jolgorio de Doncic, los texanos se dedicaron a amarrar a pesar de las intentonas neoyorquinas. El trabajo estaba hecho.

A la estrella de los Mavs le acompa?aron Tim Hardaway (32 puntos), Josh Green (18) y Grant Williams (11). Y la victoria fue de un m¨¦rito a?adido teniendo en cuenta que no estaban s¨®lo sin Doncic, tambi¨¦n sin el rookie Derek Lively, que tantos r¨¦ditos ha dado en la zona al equipo de Jason Kidd. Y una a?adidura m¨¢s a la importancia del resultado: los Knicks ven¨ªan de cinco victorias consecutivas, todas desde que OG Anunoby fue traspasado de los Raptors a la Gran Manzana. Esta vez, el flamante fichaje se qued¨® en 10 tantos, Julius Randle sum¨® 32 (con 6 rebotes y 5 asistencias), Isaiah Hartenstein en 8 (con 15 rechaces) y Jalen Brunson en 30, a los que a?adi¨® 8 pases a canasta. Un gran partido de un enorme jugador que no fue suficiente para batir la omnipresencia de un Irving envalentonado, soberbio, maravilloso, que le gan¨® el duelo individual a su hom¨®logo y a todos los Knicks. Una actuaci¨®n formidable que record¨® a las de sus mejores d¨ªas, cuando se dedicaba a hacer lo que mejor sab¨ªa: jugar al baloncesto. Los Mavs (23-16) cogen aire y siguen s¨¦ptimos, intentando salir de un play in que no quieren jugar. De momento, van por un camino que puede ser bueno, mientras tengan a un jugador capaz de tantas cosas. Abran paso a Kyrie.

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