A vueltas con la ¡®crisis del triple¡¯

El debate sobre la revoluci¨®n del triple es permanente, y muy enredado en la NBA. Detractores y partidarios chocan a diario en las redes sociales, los primeros convencidos de que la proliferaci¨®n hasta el extremo del tiro de tres es la causa principal de lo que consideran un empobrecimiento del juego. Y la vinculan, tambi¨¦n, con el descenso de las audiencias, un asunto complejo y con muchos m¨¢s v¨¦rtices pero que, en todo caso, no afecta por ahora al crecimiento, exponencial y permanente, de una NBA que acaba de firmar unos nuevos contratos televisivos de 76.000 millones de d¨®lares por once a?os. As¨ª que mal, mal, lo que se dice mal no va la cosa.

Pero s¨ª es v¨¢lido el debate en cuanto a la homogeneizaci¨®n excesiva del baloncesto, a que los perfiles de jugadores son m¨¢s planos, con menos variedad, y que la evoluci¨®n hacia la m¨¢xima eficiencia lleva tambi¨¦n a partidos muchas veces similares, con todos los jugadores abiertos y de cara al aro y la resoluci¨®n pendiente poco m¨¢s que de esos porcentajes. En constante progresi¨®n, los equipos lanzan esta temporada el 41,4% de sus tiros desde m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de tres. y los Celtics, que ganaron el ¨²ltimo t¨ªtulo en gran parte porque llevaron esa f¨®rmula a su m¨¢xima expresi¨®n y a su visi¨®n m¨¢s perfecta, van camino de ser, en este curso, el primer equipo que lanza m¨¢s de tres que de dos: ahora 49,3 intentos por noche de los 90,9 que lanzan en total. Seis equipos est¨¢n ya por encima de los 40 triples por noche.

El comisionado Adam Silver, atento siempre a las marejadas que rodean los estados de opini¨®n de la NBA, ha vuelto a hablar sobre este asunto. Lo ha hecho en The Herd, el programa de Colin Cowherd, y con m¨¢s claridad que nunca. Y un esp¨ªritu vocalmente intervencionista: ¡°Como vigilantes del juego, y Joe Dumars es el que dirige nuestro comit¨¦ de competici¨®n, haremos cambios, ajustaremos y corregiremos los problemas. ?C¨®mo lo cambiaremos? Yo tambi¨¦n creo que se llega a un punto en el que se ven muchos equipos con estilos de ataque muy parecidos. Los equipos tienen que tener marcas, identidades. Dumars jug¨® en los Bad Boys de los Pistons, los Lakers se enfrentaban a ellos con el Showtime¡­ No hay duda de que eso lo perdemos si los equipos empiezan a ser todos muy parecidos en ataque. Pero, al mismo tiempo, la NBA est¨¢ en plena transformaci¨®n. Jugadores como Victor Wembanyama o Nikola Jokic hacen cosas que los p¨ªvots jam¨¢s hab¨ªan hecho en este juego. Hace no tanto, el debate era si faltaba talento y si el juego se hab¨ªa vuelto demasiado f¨ªsico. Que se jugaba demasiado debajo del aro, que hab¨ªa p¨ªvots que no met¨ªan los tiros libres... Ahora no hay p¨ªvots que fallen muchos tiros libres, si nos ponemos a comparar generaciones. As¨ª que creo que hay que tener cuidado. No se trata de, como si fuera un acto reflejo, simplemente retrasar la l¨ªnea de tres puntos. Estamos en un proceso, viendo qu¨¦ cosas habr¨ªa que retocar. Ojal¨¢ fuera tan f¨¢cil como retrasar la l¨ªnea de tres y ya est¨¢. Entonces lo har¨ªamos. Tambi¨¦n est¨¢ la opini¨®n de que retrasarla congestionar¨¢ mucho m¨¢s la zona, y eso tampoco ser¨ªa bueno¡±.

Despu¨¦s, durante el paso de la NBA por Par¨ªs, donde jugaron dos veces Spurs y Pacers la pasada semana, el comisionado volvi¨® a hablar, en su comparecencia ante los medios, de este asunto. Otra vez, habl¨® de buscar soluciones, pero no dio detalles ni pistas porque desde luego no es f¨¢cil imaginar por d¨®nde van a ir los tiros del intervencionismo de la competici¨®n en este asunto: ¡°Escucha las cr¨ªticas, y creo que no hay sobrerreacionar, pero hay ajustes que se pueden plantear. No estoy seguro de qu¨¦ es lo mejor, pero s¨ª que creo que las estad¨ªsticas avanzadas llevan los deportes (no solo la NBA) hacia una determinada direcci¨®n porque el trabajo de los entrenadores y los directivos es utilizarlas para ganar. Ellos no tienen que estar necesariamente preocupados por la parte est¨¦tica del juego. Eso lo tenemos que hacer nosotros y nuestro comit¨¦ de competici¨®n. Ah¨ª tenemos que ver c¨®mo lo hacemos, equilibrar todos los intereses. Ellos jugar¨¢n dentro de las normas, intentando aprovecharlas para lograr los mejores resultados. Nosotros tenemos que ver si cambiamos esas normas porque tenemos que pensar en la parte visual, el atractivo del juego. Tenemos que asegurarnos de que siempre hay un tono competitivo, una tensi¨®n. Y eso tiene que ver con la parte f¨ªsica del juego. Creo que de le que se quejan los aficionados no es tanto la distancia desde la que se tira como el nivel de dificultad que tiene el tiro. Eso es importante. ?Parecen ahora tiros demasiado f¨¢ciles para los aficionados? Creo que a ellos les gusta la parte f¨ªsica, la pelea de los partidos. Y no queremos que eso se pierda". Mientras, consejeros como el mism¨ªsimo Mike Mike Krzyzewski, Coach K, ha advertido a Silver que tenga cuidado con los cambios, porque pueden acabar teniendo un efecto contrario al deseado.

Hay que recordar que, esta misma temporada, LeBron James dijo que hab¨ªa ¡°demasiados putos triples¡± en la NBA cuando se le pregunt¨® sobre las malas audiencias y el poco prestigio que tiene ahora mismo el All Star Game. Y el propio comisionado reconoci¨®, en diciembre y cuando se jug¨® la fase final de la NBA Cup, que este era un asunto que preocupaba a los jugadores, que le hab¨ªan expresado que el juego se estaba volviendo demasiado homog¨¦neo y que eso los obligaba a encajar en determinados roles sin explotar del todo su esencia, sus virtudes. La cuesti¨®n es que, con los actuales niveles de talento y de acierto, el tiro de tres es m¨¢s eficiente, mucho m¨¢s desde luego que los lanzamientos de dos puntos que se hacen fuera de la zona, y el juego ha evolucionado hacia un estilo m¨¢s matem¨¢tico, basado en anotar o de tres o en tiros de muy alto porcentaje, debajo del aro.

Veremos si Silver piensa de verdad en introducir cambios, porque es un campo arriesgado y que transformar¨ªa el baloncesto. Ideas hay para todos los gustos: eliminar totalmente la l¨ªnea de tres, quitar solo los triples desde las esquinas, a?adir una l¨ªnea de cuatro puntos, poner un tope de triples por equipo (ya sea por partido completo, en cada cuarto¡­), hacer que los mates valgan tres puntos tambi¨¦n, permitir de nuevo el hand check (el contacto de los brazos del defensor con los atacantes) m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de tres¡­ Algunas interesantes, otras peregrinas. Veremos qu¨¦ va decidiendo y cambiando, o no, la NBA, porque lo que es indudable es que Adam Silver habla de este asunto de forma cada vez m¨¢s franca. As¨ª que algo se mueve.

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