Svetislav Pesic, un ¡®old school¡¯ para la eternidad
Siempre fiel a s¨ª mismo, Pesic volvi¨® a la final de un Mundial 21 a?os despu¨¦s. Con un curr¨ªculum enorme y 74 a?os, el laureado entrenador triunfa en el baloncesto moderno igual que lo hizo en el pasado.
Svetislav Pesic tiene 74 a?os, lleva 43 ejerciendo de entrenador y toda la vida ligado al baloncesto. Ha vivido el pasado igual que el presente, sin mirar al futuro, ponerse fechas para decir adi¨®s o amagar con una retirada que no llega. Ni parece que est¨¦ cercana: en la previa de la final del Mundial dijo que seguir¨ªa al pie del ca?¨®n. Incansable. Eterno. Viendo como pasan temporada y jugadores mientras ¨¦l no se mueve de su sitio y mantiene su personalidad, a veces fascinante y otras inentendible. Le da igual: ¨¦l es as¨ª y no va a cambiar a estas alturas. Le gusta lo que hace y ejerce su profesi¨®n a veces de forma despreocupada y otras como el old school que es, gritando a sus pupilos, protestando cuando hay que hacerlo pero dando la sensaci¨®n de que su figura paternal da una tranquilidad desmedida y que siempre ayuda a desarrollar una gran empat¨ªa por ¨¦l. Un buen t¨ªo tachado a la antigua, pero sin que dicha expresi¨®n tenga que ser negativa. De hecho, no lo es.
Nacido en Pirot el 28 de agosto de 1949, Pesic se crio en los albores de la albores de la desaparecida Yugoslavia, estado conformado tras la Segunda Guerra Mundial y que empez¨® a deshacerse tras la muerte de Tito, su mandam¨¢s durante d¨¦cadas, a partir de 1992, en una etapa muy coincidente con la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn. En 2003 desapareci¨® tambi¨¦n el nombre, que hasta 2006 fue Serbia y Montenegro, antes de que el segundo pa¨ªs declarara la independencia y ambos estados convivieran por separado, con el recuerdo de los conflictos de la Guerra de los Balcanes. Pirot estaba al sureste de lo que hoy es Serbia y all¨ª desarrollo su infancia y tuvo sus primeros contactos con el baloncesto un Pesic que ya nunca abandon¨® su conexi¨®n con dicho deporte.
Como jugador, Pesic fue parte del triplete del Bosna Sarajevi en 1979: Copa y Liga yugoslavas y Euroliga. Un a?o despu¨¦s, ya estaba entrenando al mismo equipo. Y ya no par¨®: compagin¨® dicha labor con las selecciones cadete y junior de Yugoslavia, para luego estar seis a?os entrenando a Alemania, pa¨ªs del que posee la nacionalidad. En el ¨²ltimo de ellos, en 1993, consigui¨® su primer gran ¨¦xito al conquistar el Eurobasket. Tras ello, estuvo siete a?os ligado al Alba Berl¨ªn para luego tomarse una temporada sab¨¢tica y fichar por el Rhein Energy Colonia. Ese mismo a?o lleg¨® otro ¨¦xito a nivel de selecciones, esta vez con su Yugoslavia natal, un pa¨ªs que ya s¨®lo integraban Serbia y Montenegro. El Mundial cay¨® de su lado tras eliminar a Estados Unidos en cuartos (81-78), a Nueva Zelanda en semifinales (78-89) y a Argentina en la gran final (84-77). Pedrag Stojakovic fue el adalid de un triunfo que Pesic urdi¨® en el banquillo.
Pesi, desde entonces, fue todo un n¨®mada: dos a?os en el Bar?a con la Euroliga de 2003, la de Juan Carlos Navarro y Sarunas Jasikevicius, en el bolsillo. Otros dos en la Lottomatica de Roma. Uno, ya como entrenador consagrado, en un Girona en el que gast¨® muchos billetes con Marc Gasol de l¨ªder y que conquist¨® la Eurocup. Aqu¨ª empez¨® una racha de proyectos anuales: Dinamo de Mosc¨², Estrella Roja, Valencia Basket y de nuevo Estrella Roja. De 2012 a 2014 volvi¨® a dirigir a Alemania. y, estuvo ligado al Bayern de 2012 a 2016. Volvi¨® al Bar?a en 2018 para conquistar la Copa del Rey, algo que volvi¨® a repetir al a?o siguiente antes de salir por la puerta de atr¨¢s para ser sustituido por un Sarunas Jasikevicius que tampoco logr¨® el objetivo de la Euroliga. Ah¨ª se hizo visible para los aficionados m¨¢s j¨®venes, que fueron testigos del ind¨®mito car¨¢cter del entrenador.
Pesic se tom¨® un nuevo a?o sab¨¢tico, pero dej¨® claro que no se iba a retirar. En 2021, se hizo cargo de la selecci¨®n serbia. Volvi¨® a sus or¨ªgenes, a su pa¨ªs, para cambiar la din¨¢mica negativa de los ¨²ltimos torneos e intentar conducir a un grupo lleno de talento a un ¨¦xito que se merec¨ªa. La maldici¨®n se ha prolongado con una nueva plata, la s¨¦ptima vez que Serbia pierde en la lucha por el oro o el bronce (5 en el primer caso y 2 en el segundo) desde que es independiente. Pero el m¨¦rito es palpable y la conclusi¨®n final positiva. Sin Nikola Jokic, Vasilije Micic o Nikola Kalinic, bajas enormes, Pesic ha controlado el ritmo de juego como a ¨¦l le gusta, se ha basado en bloqueos indirectos para encontrar situaciones favorables de tiro, ha conseguido apoyarse en Bogdan Bogdanovic sin abusar de ¨¦l, responder a todo lo que hac¨ªa el entrenador rival y hacer olvidar a la plantilla la derrota inicial ante Italia, inesperada, para avanzar hasta la final. En la que, por justicia divina, se han enfrentado a Alemania, el otro gran pa¨ªs de Pesic. Espectacular.
As¨ª es Svetislav Pesic. Serbia sigue sin conseguir el oro, pero siempre est¨¢ al pie del ca?¨®n. Se renueva constantemente, es competitiva a la llegada de las nuevas generaciones y se sabe adaptar a las bajas. Especialmente en este Mundial, en el que han tenido a un entrenador soberbio, de esos que entrar¨¢n en la historia del baloncesto europeo. Un hombre que sigue fiel a s¨ª mismo, a su car¨¢cter, a su forma de entender el baloncesto. Que tiene el mismo trato con los jugadores y con los ¨¢rbitros que siempre. Que no se cansa, no desfallece. Un old school cuya manera de adaptarse a los nuevos tiempos ha consistido en seguid haciendo las cosas a su manera. Un personaje singular, una personalidad apasionante y un entrenador que ha marcado una ¨¦poca de la que no se vislumbra su final. Svetislav Pesic se lleva una plata, pero no deja de resplandecer con rayos dorados. Un grande para la eternidad.