Dominicana, a las duras y a las maduras, sigue invicta en el Mundial

Esta Rep¨²blica Dominicana que estamos viendo en el Mundial es una maravillosa locura. No deja indiferente a nadie, es un espect¨¢culo incluso cuando tienen problemas de concentraci¨®n, juegan vivo, tienen coraz¨®n, han sabido capitalizar los errores del resto de equipos de su grupo (A) y van directos a la segunda ronda. Y han ganado los tres partidos jugados. El ¨²ltimo, el que le ha dado al acceso a seguir en el campeonato, ante Angola por 67-75. Otro bello revolc¨®n por las esencias del baloncesto para disfrutar con los de N¨¦stor Garc¨ªa, el que les llev¨® hasta ah¨ª y el que sigue manteniendo vivo el sue?o junto a sus jugadores.

Un compromiso que estuvo as¨ª, comprometido, valga la redundancia, por el control que todav¨ªa debe ejercer sobre s¨ª mismo el jugador de referencia de Dominicana. Tienen buena plantilla, pero Karl-Anthony Towns es el eje y a punto estuvo de soltarse sin otra responsabilidad que la suya. En la preparaci¨®n ya la lio ante Espa?a al autoexpulsarse con dos t¨¦cnicas seguidas. Frente a Angola no s¨®lo no era un amistoso, era el encuentro oficial clave para clasificarse y seguir en la segunda ronda. Y con Karlito a punto de pifiarlo.

La clave estuvo a partir del descanso. Angola hab¨ªa batallado para recortar la distancia en el segundo cuarto, con su NBA Bruno Fernando (13) como estandarte, pero se hab¨ªa quedado a medio camino. Hasta ese momento. Ah¨ª decidi¨® Towns cometer su tercera falta personal cuando quedaba todo el tercero por delante y dejar en pa?os menores a sus compa?eros. El p¨ªvot de los Timberwolves, que est¨¢ maravillado con el universo de la FIBA en esta experiencia, y su error de novato le llevaron al banquillo. No levantaba la cabeza, con las manos en la nuca, al ser consciente de lo que hab¨ªa hecho. Eso abri¨® la puerta a Angola. No porque Fernando, el jugador que pod¨ªa haber dominado la pintura sin Towns, tampoco cometiera una equivocaci¨®n parecida: ¨¦l se fue a cuatro faltas (acabar¨ªa eliminado antes de tiempo).

Los africanos, dirigidos por el espa?ol Pep Clar¨®s, empezaron a darlo absolutamente todo en defensa. El partido era de rango corto en cuanto anotaci¨®n y ellos se sent¨ªan a gusto en esos guarismos. En esos minutos de impaciencia y falta de control fueron una revoluci¨®n. Pusieron patas arriba el partido y vieron cerca la victoria.

Towns regres¨® para el ¨²ltimo periodo y pudo sacar un peque?o premio, nada del otro mundo en comparaci¨®n con sus compa?eros, para poner a su Dominicana en el sitio adecuado. Cuando se puso con tres faltas, llevaba tres puntos; acab¨® con 8, con un ¨ªnfimo 2/4 en tiros. Ah¨ª s¨ª tiene trabajo ¡®El Che¡¯.

Los de Angola se vieron con posibilidades hasta los dos ¨²ltimos minutos. Una selecci¨®n sin puntales de otras ¨¦pocas, pero con ese regusto hist¨®rico que siempre apetece revisitar y un pundonor mostrado como mejor ejemplo en este partido. Estaban desnortados y tuvieron realmente cerca el triunfo ante su rival.

Una bandeja de Andr¨¦s Feliz sentenci¨® el choque. El jugador del Joventut, con sus 17 puntos para 24 de valoraci¨®n, fue el mejor de Dominicana junto a Liz (13). No s¨®lo Karl Towns estuvo irregular, tambi¨¦n el joven Jean Montero. En Angola, por su parte, el m¨¢ximo anotador fue Silvio de Sousa (19). El equipo africano cierra su participaci¨®n en el grupo A con 1-2 mientras que el americano y su 3-0 les lleva a enfrentarse -ya de forma segura- con los dos mejores del grupo B, el de Serbia, China, Puerto Rico y Sud¨¢n del Sur.