Monta?a rusa dominicana

La Rep¨²blica Dominicana llegaba al Mundial como uno de los equipos m¨¢s intrigantes del torneo, candidata a sorpresa y con algunos analistas incluso poni¨¦ndola como candidata a medalla. Tiene mimbres para hacer algo grande, pero necesita una serenidad y un control de los partidos que probablemente no est¨¢ en su ADN. Esa anarqu¨ªa se vio hoy ante Italia nada m¨¢s empezar el encuentro y justo antes de acabar. Y esos dos ratos de mal baloncesto casi les cuesta el partido, que finalmente ganaron pidiendo la hora (82-87).

De salida se vio un 12-0 a favor de Italia, con los transalpinos jugando con calma, metiendo el bal¨®n dentro y benefici¨¢ndose de las malas decisiones del rival, que entre p¨¦rdidas y tiros forzados ve¨ªa como se le escapaba el partido nada m¨¢s empezar. 3 minutos tard¨® el Ch¨¦ Garc¨ªa en pedir el primer tiempo muerto y en sacar a pista a Jean Montero, elegido mejor jugador joven de la temporada en la ACB tras su gran paso por el Betis. El base dominicano estar¨¢ este a?o en el Gran Canaria y nadie deber¨ªa sorprender que sea una de las caras visibles de la Liga Endesa. Su entrenador no le volvi¨® a sentar y solo volvi¨® al banquillo cuando le pitaron la quinta falta. Acab¨® con un +20 en pista, el mejor dato de largo de todo el partido, e hizo de todo: 12 puntos, 6 rebotes, 9 asistencias y 3 robos. Y, sobre todo, darle sentido al juego de su equipo, que hasta entonces estaba perdido.

Su sociedad con Andr¨¦s Feliz fue letal. El jugador de la Penya, inspirado hasta l¨ªmites insospechados, se fue a 24 puntos con un 7/10 en triples espectacular. El tiro de tres, que ya fue uno de los puntos d¨¦biles de Italia en el debut ante Angola, hoy fue una losa. 24% de acierto para ellos. Simone Fontecchio, seguramente la estrella del equipo entre muchos jugadores de nivel medio-alto, hizo un 1/8 desde el per¨ªmetro. Datome y Polonara, 0/4 cada uno. Pero Italia se manten¨ªa por delante por ganaba con claridad la lucha por el rebote, doblando a su rival antes del descanso en esta faceta, y porque Karl Anthony-Towns estaba desaparecido. Anclado en la l¨ªnea de tres, desde donde no hac¨ªa m¨¢s que fallar (no meti¨® su primer triple hasta el final del segundo periodo, luego acabar¨ªa con un 4/9), sin pisar la zona ni para anotar ni para rebotear y despreocupado en las ayudas defensivas, su presencia era m¨¢s una desventaja que otra cosa.

Pero el talento acab¨® por aparecer. No sabemos si le leyeron la cartilla en el descanso, pero empez¨® la segunda parte cargando el rebote y transformando dos ofensivos en cinco puntos seguidos. A esas alturas hac¨ªa un buen rato que Italia estaba cada vez m¨¢s fuera del encuentro. Qui¨¦n sabe si por culpa de su entrenador, el carism¨¢tico Gianmarco Pozzecco, que en un encuentro que estaba transcurriendo de la forma m¨¢s tranquila posible, ya hab¨ªa sido expulsado en el segundo cuarto. Se quejaba de que no le pitaban faltas a favor. El resultado fueron tres t¨¦cnicas, una a ¨¦l y dos al banquillo. Ese exceso de energ¨ªa, ese histrionismo que le ha hecho tan famoso, esta vez no sum¨® nada a su equipo, que se fue desangrando en el tercer periodo (17-31 de parcial).

Con Dominicana en modo crucero, disfrutando del baloncesto, en ese modo en el que los m¨¢s optimistas les esperaban en el torneo, el partido parec¨ªa sentenciado. Los 17 puntos arriba a falta de 5 minutos eran una losa demasiado grande. O eso parec¨ªa. Pero entonces volvi¨® a salir la versi¨®n an¨¢rquica de los caribe?os, que se desconcentraron cuando vieron todo hecho y se llevaron un susto que no fue de muerte por muy poco. Marco Spissu, con 17 puntos totales y un 3+1 a falta de un minuto, puso a los suyos 3 abajo. Hasta ah¨ª llegaron, pero fue un aviso para su rival, que ya sabe que no puede dormirse en los laureles si quiere hacer historia. De momento, va a pasar a la segunda fase con muy buenas expectativas.