Nunca dejes de creer en el basket espa?ol

La aproximaci¨®n al pasado verano del baloncesto espa?ol se presentaba inquietante. El torrente de bajas en la Selecci¨®n masculina inundaba de dudas una lista de circunstancias. El propio seleccionador, Sergio Scariolo, pulsaba el bot¨®n de alarma en una entrevista en AS: ¡°Es el momento m¨¢s dif¨ªcil del equipo en los ¨²ltimos 15 a?os¡±. La pol¨¦mica generada por la nacionalizaci¨®n de Lorenzo Brown tampoco armonizaba el ambiente. La femenina, por su parte, ni siquiera ten¨ªa presencia en un gran campeonato esta temporada, despu¨¦s de haber suspendido los ex¨¢menes del a?o anterior, con el remate del cambio de t¨¦cnico. Hab¨ªa que ser un so?ador para pronosticar lo que vino despu¨¦s¡­ Pero los meses posteriores nos dieron una lecci¨®n: ¡®Nunca hay que dejar de so?ar¡¯. El verano depar¨® nueve finales sobre nueve posibles de las diferentes selecciones en liza, con el colof¨®n del heroico oro en el Eurobasket. Los equipos de formaci¨®n nos recordaron que hay futuro, que la base es s¨®lida. Para ellos y para ellas. Y los mayores tiraron luego de orgullo para demostrar que el ADN sigue latente. Scariolo volvi¨® a sacar la magia de su chistera. Y la conquista alcanz¨® tales cotas, que incluso empezamos a ver a Brown con cara de murciano.

Sevilla acogi¨® la ceremonia de ingreso de la segunda promoci¨®n del Hall of Fame. ?Y eso qu¨¦ relaci¨®n tiene con los ¨¦xitos de 2022? Toda. Por un lado, porque el acto se vivi¨® como una fiesta, como la celebraci¨®n de un a?o de ensue?o. Pero, sobre todo, porque nos muestra de d¨®nde venimos, qui¨¦nes pusieron la semilla, qui¨¦nes la regaron y qui¨¦nes la hacen crecer. Por el escenario de La Cartuja desfilaron dos pioneros, Clifford Luyk y Nino Buscat¨®; la Selecci¨®n del auge del basket espa?ol, aquella plata ol¨ªmpica de Los ?ngeles 1984; dos jugadoras que marcaron ¨¦poca, Blanca Ares y Elisa Aguilar; un exponente brillante de la Edad de Oro, Jos¨¦ Manuel Calder¨®n; una gal¨¢ctica estrella internacional, Oscar Schmidt; dos entrenadores hist¨®ricos, Lolo Sainz y A¨ªto Garc¨ªa Reneses... Y en el momento para la memoria nos emocionamos con el homenaje a un t¨¦cnico que tambi¨¦n fue gestor, Javier Imbroda, o con dos directivos rompedores, Raimundo Saporta y Ernesto Segura de Luna¡­ As¨ª, hasta un total de 19 semillas... Todos ellas, junto a la deslumbrante promoci¨®n del a?o pasado, y las que quedan por venir, han sembrado una bella historia de la que no conocemos el final, porque es una historia infinita. El pedigr¨ª es eterno. A veces hay nubarrones, como en cualquier familia, pero nunca hay que dejar de creer¡­ en el baloncesto espa?ol.